martes, 20 de diciembre de 2016

Retos de 2017 Por Jairo Parada



Parada es uno de los colombianos comprometidos con el desarrollo económico del país.
Sus columnas y su pensamiento lo demuestran permanentemente. Y como muchos de nosotros confía todavía en que podamos enfrentar la corrupción que se mueve en todos los rincones dónde hay dinero:
“El Congreso tiene una dura tarea en su agenda
legislativa, para no dejarse entrabar y sacar la agenda de los acuerdos de paz adelante. El Gobierno debe despabilarse y enfrentar a la vez la corrupción a nivel del Estado y la inseguridad creciente en las ciudades”.

Para el economista, en el plano local hay mucho por hacer: “uno quisiera que el Concejo Distrital recuperase su capacidad de control y crítica de la gestión local”, resalta Parada.
Y en el ámbito departamental: “toca que la Gobernación se decida a emprender proyectos de peso en la transformación productiva del Atlántico, en forma tal que supere el tradicional asistencialismo, así como atender el deplorable estado del Cari y los hospitales departamentales”.

Hay otros temas que es bueno revisar.

Leamos a Parada nuevamente…

Gracias Jairo por tus aportes. Muy amable.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Retos de 2017
Por Jairo Parada

Si hay algo que caracteriza 2017 es la tremenda incertidumbre que se cierne sobre la economía y la geopolítica mundial, con los virajes que le impondrá la presidencia de Trump en Estados Unidos, aunque, después de una caída del mercado de valores en Wall Street, hoy en día el mercado de valores está exuberante en la medida en que empiezan a incorporar las futuras rebajas de los impuestos al capital que se anuncian, y las bajas tasas de desempleo, que ya llevaron a la Reserva Federal a incrementar la tasa de interés. Hay quienes opinan que el año 2017 no será tan malo como 2016, dado que hay factores positivos en el gigante norteamericano, aunque no está claro cómo se concretará la disminución de los impuestos combinada con una expansión del gasto en infraestructura, sin empeorar la situación fiscal.



En Colombia, el año 2016 cierra con un crecimiento muy pobre, si acaso del 2%. La austeridad ‘inteligente’ se está convirtiendo en estancamiento ingenioso, y no demorará en reflejarse en las tasas de desempleo. El crecimiento industrial es bajo, aun positivo ‘gracias’ a Reficar, y hay cifras negativas en el sector agrícola. Toca entender que el país necesita recuperar sus tasas de crecimiento en estos sectores, pues la dinámica económica con base en construcción y vías públicas no es sostenible a largo plazo. Ojalá el proceso de paz se abra paso, no solo por razones políticas sino también económicas, pues ello generaría nuevas oportunidades de inversión y de impulso a nuevos programas de desarrollo en la Colombia excluida y rural. Será necesario que el paramilitarismo sea contenido y derrotado, pues la matanza de líderes populares de izquierda sigue en ascenso, y la Fiscalía no encuentra conexidad en los mismos, recordando la triste época de la Unión Patriótica. El Congreso tiene una dura tarea en su agenda
legislativa, para no dejarse entrabar y sacar la agenda de los acuerdos de paz adelante. El Gobierno debe despabilarse y enfrentar a la vez la corrupción a nivel del Estado y la inseguridad creciente en las ciudades.
 
A nivel local, uno quisiera que el Concejo Distrital recuperase su capacidad de control y crítica de la gestión local. Las ilusiones que teníamos del buen trabajo de la Comisión de Presupuesto del Concejo en el análisis del presupuesto de 2017 quedaron desechas ante el vencimiento de los términos y la expedición del presupuesto por decreto. No sabe uno si ello fue a propósito, pero la perla es que el presupuesto ahora quedó más abultado ($3,3 billones) que el presentado inicialmente, cuando lo correcto era tratar de recortarlo para hacerlo más realista. Sigue la expansión del gasto público en forma preocupante con base en las pródigas aprobaciones del Concejo en créditos y vigencias futuras. A nivel departamental toca que la Gobernación se decida a emprender proyectos de peso en la transformación productiva del Atlántico, en forma tal que supere el tradicional asistencialismo, así como atender el deplorable estado del Cari y los hospitales departamentales.

A nivel regional hay que concretar la RAP Caribe y empezar a producir victorias tempranas en el tema del precio del gas, los impuestos y el inmenso desafío de Electricaribe. No nos podemos dormir. 

Feliz Navidad a mis pacientes lectores.

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