Planificación. Como en otros lares Por: Nicolás Renowitzky R

Hoy hablaremos de Planificación Familiar, cosa que a veces dejamos de lado…

Observando la tarea que viene realizando Tatyana Orozco y su equipo en el Departamento para la Prosperidad Social, me quedé un rato pensando en lo que debemos hacer para que los pobres no sean tan pobres y sentí que es un deber de todos EVITAR que paran tanto sus mujeres.

Pobres, ignorantes, agresivos, resentidos y llenos de hijos estos colombianos no podrán llegar a un puerto seguro. Al contrario, se apiñarán en sitios lúgubres y tristes que no queremos que existan en la región Caribe, Colombia y el mundo.

¿Seremos capaces de mejorar ese cuadro dantesco?

RADAR,luisemilioradaconrado

@radareconomico1

Pd: nuestros columnistas también están preocupados. Leamos a Nicolás Renowitzky

Como en otros lares

Por: Nicolás Renowitzky R.

¿Nombre? Mary Ann Smith. ¿Edad? 22 años. ¿Estado civil? Soltera. ¿Tienes hijos? No. ¿Qué se siente? He tenido un fuerte dolor de garganta y de cabeza desde hace dos días. OK, le voy a recetar estas pastillas durante 5 días seguidos. “Señorita, es nuestra obligación ofrecerle la instalación sin ningún costo de este dispositivo intrauterino, DIU, en forma de T para evitarle embarazos no planificados. En el futuro, cuando usted decida casarse o considere que desea tener hijos, simplemente se acerca a este o a cualquier otro hospital y sin costo alguno se le removerá el elemento. Este es un programa del Gobierno a nivel nacional, y es nuestra obligación ofrecérselo. Si no está usted interesada, le agradecemos firmar su negación a nuestro ofrecimiento, así quedará consignado que sí estamos cumpliendo con esa ley”.

La conversación anterior puede desarrollarse en inglés, francés, danés, noruego, holandés y otros idiomas de países donde la planificación familiar es un importante tema de Estado, y gracias a esta y a la responsabilidad propia de esas sociedades, las poblaciones de esos países se mantienen estables, permitiendo la posibilidad de planificar a largo plazo sus inversiones sociales. Nada parecido al imperdonable descuido de nuestros gobiernos, sin planes efectivos para promover una responsable planificación familiar a una población mayormente ignorante e irresponsable. El crecimiento cuasi-exponencial de la población más pobre del país es de lejos el mayor factor de atraso y de violencia en Colombia, y una agresiva campaña de planificación familiar por parte del Estado sería la más inteligente de las inversiones sociales que podría desarrollar el Gobierno.

“Somos 11 hermanos, mi papá tenía 8 hermanos y mi mamá 9”. Esta absurda situación que se presenta como muy normal en nuestro medio, muestra cómo de solo un par de abuelos al cabo de 40 años se ha multiplicado una familia hasta contar con 28 personas. Pero también los restantes 10 hermanos del papá y los 7 de la mamá formaron otras familias mayormente numerosas, y el incremento total es de estúpida locura.

En contraste, los colombianos que cuentan con una buena educación y facilidades económicas planifican su descendencia procurando tener los hijos que bien pueden mantener y educar. ¿Y cuál es el desastroso resultado final a nivel nacional? Simple: un país que necesariamente se empobrece más, así las cifras del Gobierno muestren lo contrario. Por eso la necesidad de disponer de multimillonarios recursos para subsidiar a una gigantesca población que vive en la más absoluta miseria, y por eso hay una guerrilla que se aprovecha de esta situación para engrosar sus filas y justificar los más atroces y criminales atentados. Pero de manera absurda, el Gobierno colombiano no le da a la planificación familiar la importancia que se merece sabiendo que nada más inteligente y lógico que invertir en detener el absurdo incremento de nuestra población más pobre.

¿Cuándo será que los médicos en todos los hospitales y puestos de salud del país les deban preguntar en español o en cualquiera de los dialectos de nuestros indígenas a las jóvenes colombianas, su edad y su estado civil, para que de acuerdo a su respuesta, continúen informándoles sus derechos a escoger si aceptan que se les instale un elemento que les impida un embarazo no planificado? Esas son las leyes que deberían tratarse en el Congreso, en vez de gastar miles de horas discutiendo si aprobar o no el matrimonio gay.

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