lunes, 8 de julio de 2013

Tío Guillo, la cabeza de las extorsiones en Barranquilla. Nota de Al Día






La historia, la tiene Al Día.
La historia de las extorsiones que tienen a los barranquilleros con los “pelos de punta”.
Es triste que eso se presente, en una ciudad tan bacana. 
Nosotros, cuando éramos pelaos, teníamos una llave muy especial. Era Guajiro, Teo, y murió porque se metió en ese rollo de la marihuana, porque consideraba que ese el camino para llegar a la “gloria”. Pero saben, siempre nos respeto y nunca habló del tema con nosotros...
Consideraba, eso si, que la nota era vVivir sin “afanes”, aunque fueran solamente unos años y morir jóvenes.
Esa es una filosofía errónea que me gustaría que cambiara…
Lástima de Teo, era un tipo especial.
Ahora veo a Tío Guillo y llegó a mi mente ese recuerdo. Un tipo afable, por lo menos la foto que nos regala Al Día, nos muestra eso. Y oro por él.
Y sigo recordando a Teo, una llave de Urumita, Guajira, con quien conversábamos con un cariño especial, como era él…

Leamos esta nota. Nos pone Al Día, a todos, porque esto está preocupante...


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Brayan Borré Barreto se encuentra recluido en la cárcel de Plaogordo, en Girón, Santander.


Al Día.
Tío Guillo, la cabeza de las extorsiones en Barranquilla

A los 13 años Brayan Eduardo Borré Barreto, alias Tío Guillo o Jaqui, inició su carrera en el mundo criminal. Su hermano, Juan Manuel Borré Barreto, alias Javier, para esa época, 1997, ya era miembro de las Autodefensas en el bloque Héroes de los Montes de María, bajo órdenes de Rodrigo Mercado Peluffo, alias Cadena.
En ese año Tío Guillo, oriundo de San Juan Nepomuceno (Bolívar), aprendió todo lo que se necesitaba para mantenerse y ganarse un nombre en el hampa.

Mientras su hermano ‘Javier’ cometía crímenes a nombre de las Auc, el entonces adolescente lo acompañaba. De esta manera palpó de cerca todas las atrocidades que cometían los paramilitares en los municipios y veredas de Bolívar.
“Su labor era servirle de ‘mosca’. Llegar a las poblaciones, pasar inadvertido para darle información a su hermano de todo lo que veía”, contó un investigador que le sigue la pista a alias Tío Guillo. Ahora, con 29 años, y un ‘doctorado’ completo en todas las manifestaciones del crimen, es señalado por las autoridades como la cabeza visible de las extorsiones que se realizan en Barranquilla y Soledad.
“Para nosotros este es el bandido que tiene en jaque al comercio de la ciudad y que provocó la movilización del jueves pasado”, dijo otro investigador que ha seguido el accionar delictivo de este sujeto.


Tras la desmovilización de las Autodefensas, Brayan Eduardo Borré Barreto hizo parte de la banda criminal los Rastrojos, que empezó a controlar el tráfico de drogas, el microtráfico y el cobro de las extorsiones. También organizó un ala sicarial para matar a quienes no se plegaban a sus exigencias económicas en el tema de las extorsiones. A pesar de su intensa actividad criminal, solo vino a ser capturado en 2008 en el Carmen de Bolívar. En aquella oportunidad lo detuvieron por extorsión, y luego lo dejaron en libertad.

Ayudó a escapar a su hermano
Tras su salida de la cárcel alias Tío Guillo permaneció en la clandestinidad, pero su nombre volvió a sonar el 26 de abril de 2011, cuando su hermano, Juan Manuel Borré Barreto, Javier, fue protagonista de una cinematográfica fuga. El mismo general Óscar Pérez, entonces comandante de la Policía Metropolitana, sostuvo que la evasión fue orquestado por los Rastrojos al mando de Brayan Borré, quien estaba refugiado en Soledad.
El día de la huida Juan Manuel Borré Barreto regresaba de una diligencia de exhumación de un cadáver en El Guamo (Bolívar),y antes de llegar a la entrada al Hipódromo en Soledad, les pidió a los miembros del Inpec que lo escoltaban, que le permitieran recoger una ropa y alimentos que su esposa le iba a entregar frente a Sao Hipódromo.
Una vez el carro se estacionó, alias Javier se bajó sin esposas y se subió en una motocicleta. Segundos después se acercaron cuatro sujetos fuertemente armados y empezaron a disparar contra la camioneta del Inpec. En la balacera que se generó, debido a que los guardias del Inpec repelieron el ataque, resultaron heridas cinco personas. Dos de ellos transeúntes, y dos guardias del instituto carcelario.
Dos días después Juan Manuel Borré fue recapturado en zona rural de Sincelejo.
 
El declive de los cabecillas
El 24 de julio de 2011 las autoridades reportaron la captura de alias Tío Guillo. Fue detenido frente a un conjunto residencial en Turbaco (Bolívar). En esa oportunidad se identificó con una cédula falsa.
Era requerido por la Fiscalía Segunda Especializada de Barranquilla con orden de captura por los delitos de concierto para delinquir con fines de homicidio, extorsión y tráfico de estupefacientes.
El 21 de septiembre de 2012 fue condenado por el Juzgado Segundo Penal Especializado de Bogotá. Lo enviaron a la cárcel de Combita en Boyacá, pero luego fue trasladado a la cárcel Palogordo, en Girón (Santander), debido a que un interno denunció ser víctima de sus amenazas.
El 8 de febrero de 2012 se dio a conocer la captura de ocho Rastrojos en Barranquilla, luego de un importante operativo de la Policía. Entre los detenidos se encontraba alias Arturo, líder regional de la banda.
“A partir de ese momento la organización delictiva quedó acéfala. Las capturas de Tío Guillo y Arturo mostraban un panorama incierto, debido a que en esos momentos no había ningún líder a quien seguir. Muchos querían tomar el poder, pero no tenían el respaldo suficiente”, indicó otro investigador del caso.
Meses después Arturo logró escapar, un juez en Barranquilla le otorgó prisión domiciliaria, y este no dudó en burlar a la justicia.


 

El origen de los costeños
En libertad, Arturo quiso retomar el poder, pero a Borré Barreto, preso en Girón, no le agradó mucho esta decisión.
“Se generaron muchos roces entre los cabecillas, y fue en ese momento que Tío Guillo decidió apartarse de los Rastrojos y formar un nuevo grupo. Una disidencia a la que llamaron los Costeños”, contó un vocero de la Policía.
En mayo de este año, cuando empezaron a recrudecer las extorsiones contra comerciantes, se registraron varios asesinatos selectivos.
Todos, según la Policía, eran colaboradores del ala caleña de los Rastrojos, liderada por Arturo.
Los homicidios que supuestamente están relacionados con estos choques son el de Gabriel Alberto Barraza Tafur, exparamilitar ultimado en la Urbanización El Parque de Soledad el 10 de mayo.
Un día después, el sábado a las 8:00 de la mañana, fue asesinado Luis Mendoza Cassiani dentro de su casa en el barrio Rebolo.
Cuatro horas después el turno fue para Mario Pedraza, apodado el Caleño, asesinado en el barrio La Central de Soledad.

Al día siguiente, en la Penitenciaría de El Bosque, apuñalaron a Ronald Andrei Vallejo Pito, miembro de los Rastrojos.

Luego de estos homicidios, les tocó el turno a las víctimas de extorsiones. Entre finales de mayo y junio se registraron los homicidios de dos vendedoras de chance de Uniapuestas y tres conductores de buses de las empresas Sobusa y Coochofal.
Asesinatos que fueron atribuidos a los Costeños. Según información de la Sijín, Brayan Borré aparece como indiciado en nueve investigaciones que se adelantan en las seccionales de fiscalías de Sincelejo, Montería, Tunja, Cartagena y Barranquilla, por delitos de amenazas, extorsión, homicidios y concierto para delinquir. Desde la cárcel, afirman, mantiene el control de las extorsiones en Barranquilla y su Área Metropolitana.
Lista de teléfonos de víctimas

En operativos contra la extorsión, la Policía Metropolitana de Barranquilla, en coordinación con el Inpec, logró hallar dentro de la Penitenciaría de El Bosque algunas listas de las víctimas de la extorsión en Barranquilla. También se hallaron directorios telefónicos, de donde los delincuentes obtienen los números de sus víctimas. Este operativo complementa los traslados que se han hecho de extorsionistas a otras cárceles del país.

Redacción judicial Al Día Barranquilla

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