jueves, 9 de mayo de 2013

Transporte masivo, presente y futuro, en Barranquilla, por Horacio Brieva



Foro para que Barranquilla sea una ciudad amigable con el medio ambiente…Es una buena apuesta.

Todavía no somos conscientes de lo que ocurrirá con nuestras vidas en el futuro, si no cuidamos nuestro entorno.

Hawking, lo ha dicho. Lo está pronosticando, pero nuestra ignorancia es tan grande que NO entenderemos, sino cuando esto esté al "rojo vivo". Y allí no habrá nada que hacer.

Los empresarios del transporte en Barranquilla, que se opusieron a que Transmetro se moviera con gas, dirán, en el más allá: "nos equivocamos". Pero, repito, nada podrán hacer.

RADAR,luisemilioradaconrado

Transporte masivo, presente y futuro

Por Horacio Brieva
En la perspectiva de una Barranquilla ambientalmente sostenible, de la cual estamos muy lejos, el contar con un sistema de transporte masivo integrado tiene que ser central en la agenda de la ciudad.
Barranquilla tiene que contribuir a la salud del planeta sobre cuyo futuro el gran físico teórico Stephen Hawking ha hecho el vaticinio de que la Tierra será invivible en menos de 1.000 años y recomienda al hombre buscar opciones en el espacio.
 
Es una ratificación de lo que escribió en su libro El universo en una cáscara de nuez: “si el crecimiento de población y el consumo de electricidad siguen al ritmo actual, en el año 2600 la población mundial se estará tocando hombro con hombro, y el consumo de electricidad hará que la Tierra se ponga al rojo vivo”.
Esto no es un asunto estratosférico que no nos concierna. Es nada menos que la aseveración de quien está considerado como el sucesor de Newton y Einstein.
De modo que son grandes los retos que tiene la ciudad. Por eso no hay que creer que los compromisos que se han suscrito para mejorar la operación del Transmetro es lo de fondo y lo único que hay que hacer.
El gran pacto ambiental que tiene que hacer Barranquilla –de cara al futuro– pasa por asegurar un sistema de transporte masivo integrado que funcione con combustibles limpios; por desestimular el uso del automóvil particular, reduciéndolo drásticamente, como ya lo vienen haciendo varias ciudades en el mundo; por masificar los transportes ecológicos como la bicicleta, lo que tiene que ir acompañado de una recuperación decidida del espacio público; por proteger valientemente nuestras fuentes de agua; por hacer de los caños unos cuerpos de agua límpidos y atractivos para el turismo; por reducir las emisiones de CO2, y por incrementar exponencialmente las áreas verdes lo que significa más y mejores parques y canchas deportivas.
 
El pacto que se ha firmado entre Transmetro, sus operadores y los gobiernos Nacional y Distrital se inscribe, por lo tanto, dentro de lo pertinente en términos de corto plazo. Pero es hora de que ambientalmente a Barranquilla empecemos a pensarla y a intervenirla en función del largo plazo.
Ello implica avanzar, a ritmo de guepardo, en el fortalecimiento de un organismo como el Damab, que, a pesar de haber normalizado los pagos de nómina y de deuda, y optimizado su perfil institucional con sus manuales de contratación, de funciones, su plan anticorrupción y de atención al ciudadano, y sus operativos contra algunos infractores ambientales, es aún muy endeble, frágil, y el desafío de los próximos años tiene que ser convertirlo en un aparato potente, muy fuerte, con recursos suficientes para cumplir la vasta tarea ambiental que demanda una ciudad en crecimiento como Barranquilla. (Por eso me parece incomprensible que sea el Damab el que esté haciendo los operativos para imponer el comparendo ambiental y que la plata vaya a la Secretaría de Gobierno).
 
Por supuesto, los paliativos contenidos en el acuerdo para enderezar el Transmetro son importantes, urgentes y necesarios. Para contribuir a que este pacto se fortalezca, la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Fundación Protransparencia y V.L. Noticias vamos a realizar un foro el viernes 24 de mayo en Combarranquilla Country, entre las 8 de la mañana y las 2 de la tarde, con la alcaldesa Elsa Noguera, los actores del sistema y expertos.
Confiamos en que asista la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez-Correa. El foro se titula: “Transporte masivo, presente y futuro”.
En la perspectiva de una Barranquilla ambientalmente sostenible, de la cual estamos muy lejos, el contar con un sistema de transporte masivo integrado tiene que ser central en la agenda de la ciudad.
 
Barranquilla tiene que contribuir a la salud del planeta sobre cuyo futuro el gran físico teórico Stephen Hawking ha hecho el vaticinio de que la Tierra será invivible en menos de 1.000 años y recomienda al hombre buscar opciones en el espacio. Es una ratificación de lo que escribió en su libro El universo en una cáscara de nuez: “si el crecimiento de población y el consumo de electricidad siguen al ritmo actual, en el año 2600 la población mundial se estará tocando hombro con hombro, y el consumo de electricidad hará que la Tierra se ponga al rojo vivo”. 
 
Esto no es un asunto estratosférico que no nos concierna. Es nada menos que la aseveración de quien está considerado como el sucesor de Newton y Einstein.
De modo que son grandes los retos que tiene la ciudad. Por eso no hay que creer que los compromisos que se han suscrito para mejorar la operación del Transmetro es lo de fondo y lo único que hay que hacer.
El gran pacto ambiental que tiene que hacer Barranquilla –de cara al futuro– pasa por asegurar un sistema de transporte masivo integrado que funcione con combustibles limpios; por desestimular el uso del automóvil particular, reduciéndolo drásticamente, como ya lo vienen haciendo varias ciudades en el mundo; por masificar los transportes ecológicos como la bicicleta, lo que tiene que ir acompañado de una recuperación decidida del espacio público; por proteger valientemente nuestras fuentes de agua; por hacer de los caños unos cuerpos de agua límpidos y atractivos para el turismo; por reducir las emisiones de CO2, y por incrementar exponencialmente las áreas verdes lo que significa más y mejores parques y canchas deportivas. 
 
El pacto que se ha firmado entre Transmetro, sus operadores y los gobiernos Nacional y Distrital se inscribe, por lo tanto, dentro de lo pertinente en términos de corto plazo. Pero es hora de que ambientalmente a Barranquilla empecemos a pensarla y a intervenirla en función del largo plazo. Ello implica avanzar, a ritmo de guepardo, en el fortalecimiento de un organismo como el Damab, que, a pesar de haber normalizado los pagos de nómina y de deuda, y optimizado su perfil institucional con sus manuales de contratación, de funciones, su plan anticorrupción y de atención al ciudadano, y sus operativos contra algunos infractores ambientales, es aún muy endeble, frágil, y el desafío de los próximos años tiene que ser convertirlo en un aparato potente, muy fuerte, con recursos suficientes para cumplir la vasta tarea ambiental que demanda una ciudad en crecimiento como Barranquilla. (Por eso me parece incomprensible que sea el Damab el que esté haciendo los operativos para imponer el comparendo ambiental y que la plata vaya a la Secretaría de Gobierno).
  
Por supuesto, los paliativos contenidos en el acuerdo para enderezar el Transmetro son importantes, urgentes y necesarios. Para contribuir a que este pacto se fortalezca, la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Fundación Protransparencia y V.L. Noticias vamos a realizar un foro el viernes 24 de mayo en Combarranquilla Country, entre las 8 de la mañana y las 2 de la tarde, con la alcaldesa Elsa Noguera, los actores del sistema y expertos. Confiamos en que asista la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez-Correa. El foro se titula: “Transporte masivo, presente y futuro”. 

@HoracioBrieva

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