lunes, 1 de abril de 2013

Elvia Mejia: Una costeña al frente de la ESAP. Editorial




Pero, por la velocidad que lleva la vida, no me había detenido a leerlo, ni a colgarlo en el Blog... Después de Panamá, llegamos a Barranquilla y al día siguiente, el RADAR se fue a Cartagena, al cubrimiento del XVI Congreso Nacional de NATURGAS.
Y al ratito, llegó la Semana Santa.

Apenas ahora, resucitamos, prácticamente… El mundo seguirá sin la reflexión de esta bonita semana… 
Pero seguiremos…

El editorial del que hablamos está aquí, con una gráfica, en la que aparecemos Elvia Mejía, Carlos Arzuza, quien estuvo también en la Asamblea del BID y el personaje del editorial: Elvia Mejía.
Aquí está, porque  considero que estos últimos gobiernos han ido entendiendo que nuestros profesionales costeños son capaces y pueden aportarle mucho al desarrollo de nuestra nación.
Elvía Mejía menejo muchos años el CORPES.
Ha estado en otras tareas interesantes, y ahora le está apostando a la ESAP.

¡Éxitos!
RADAR,luisemilioradaconrado
316 617 33 55


Una costeña al frente de la ESAP

El presidente Juan Manuel Santos incluyó a la Escuela Sup
Editorial marzo 16 de 2013

Una costeña al frente de la ESAP
El presidente Juan Manuel Santos incluyó a la Escuela Superior de Administración Pública (Esap) entre las entidades estatales que serán sacudidas con la política reformista con la cual pretende ser recordado por la historia, y nombró a la cataquera Elvia Mejía Fernández en la dirección nacional señalando que ella ha sido “una gran defensora de muchas causas buenas, entre ellas la descentralización”.
La Esap fue creada en 1958 como desarrollo de la reinstitucionalización de la nación tras el plebiscito de diciembre de 1957, en una ley, la 19 de aquel año, en la que también fue creado el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el Departamento de la Función Pública, la Carrera Administrativa y la Sala de Consulta de Servicio Civil del Consejo de Estado.
Existía en aquel momento, como sigue existiendo hoy, una gran preocupación por la calidad de la administración pública aun cuando no se tenían, como hoy se tienen, los mismos afanes por la corrupción, los desafíos de la globalización y la necesidad de un Estado omnipresente frente a tantos problemas que reclaman quién los resuelva y recursos para hacerlo. Tampoco existía, hace 55 años, una sociedad que reclamara su derecho a la participación y la obligación del Estado en todos los niveles a promover dicha participación para gestionar y vigilar la actuación pública.
La Esap es un establecimiento público del orden nacional y carácter universitario que tiene como objeto la capacitación, formación y desarrollo, desde la investigación, docencia y extensión universitaria, y de los valores, capacidades y conocimientos de la administración y gestión de lo público, todo ello en la perspectiva de la transformación del Estado y el ciudadano.

Su tarea no se limita, como cualquier otro establecimiento de educación superior, a proveer a la sociedad de profesionales mejores e investigaciones o asesorías, sino que debe jugar un papel mucho más activo en la sociedad para que esta contribuya a hacer buenos gobiernos.
Y a esto, entre otros objetivos, se encamina la reforma estatutaria de la escuela que debe ser promulgada antes del 20 de junio próximo.
Una aproximación al diagnóstico refleja la urgencia de la reforma. Carece de infraestructura apropiada en su sede en Bogotá, las 15 regionales y los 75 centros provinciales. Así es mientras que están 600 mil millones de pesos de su patrimonio convertidos en títulos gubernamentales sin aplicación donde deberían estar. Solo posee 24 profesores de tiempo completo, de manera que lo misional, para resumir, lo hacen mediante contrataciones de casi un millar de personas por tiempo definido, con las obvias implicaciones negativas que este tipo de provisión de encargos conlleva. La plataforma tecnológica está totalmente subutilizada. La web es muy poco atractiva y carente de información de referencia. Los egresados se quejan de que no les ofrecen oportunidades significativas. 
 
Hace poco se conocieron denuncias de tráfico de notas en Bogotá. No hay demanda de cupos. La investigación es irrelevante. En vez de estar a la vanguardia en las ciencias administrativas aplicadas al sector público se carece de reconocimientos académicos y respetabilidad.
“La crisis es estructural”, repitió una y otra vez un grupo de sus alumnos, el martes en la noche, cuando hubo una sesión especial para buscar soluciones que fue presidida por la directora, Elvia Mejía.

Colombia necesita recuperar la Esap. La necesita para su modernización y buen gobierno. La necesita la ciudadanía y hasta el mundo académico pero para ello tiene que llegar a ser una institución respetable.

El Presidente hizo bien en encomendarle la tarea de dirigir el proceso de cambio a Elvia Mejía, cuyo talante le hace encontrar siempre un plus a la misión obligada. Una vida de entrega al servicio público, con éxitos probados, da esperanzas. 

Pero, se sabe bien, una golondrina no hace verano.

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