Es bueno que nuestros lectores conozcan el discurso del presidente Juan Manuel Santos en el Congreso XVI de Naturgas realizado en Cartagena 20, 21 y 22 este mes
Allí estuvo el RADAR ECONÓMICO con el patrocinio de PROMIGAS.
RADAR,luisemilioradaconrado
NATURGAS 2013.
Intervención del Presidente Juan Manuel Santos
Palabras del Presidente Juan Manuel Santos en el
XVI Congreso de Naturgas
Cartagena, 20 marzo 2013 (SIG).
¡Qué bueno regresar a un nuevo Congreso de Naturgas para constatar el avance de un sector que aporta al país en competitividad y en bienestar para sus habitantes!
La visión que estamos proponiendo.
Un evento muy importante para Cartagena, que fue la inauguración del Emisario Submarino, una obra que hace 20 años estaban esperando los cartageneros, que va a garantizar el 100 por ciento en ciento en cobertura en materia de elemento básico para Cartagena y que va a evitar que la bahía siga contaminándose y la Ciénaga de la Virgen también.
Allá les decía que esta nueva visión, que no es nueva, sino que simplemente se le puso nombre y apellido, esta nueva visión del Gobierno de un país más justo, un país más moderno y un país más seguro, obedece a un propósito que teníamos desde el principio y asimilaba yo a los artistas o a los pintores que comienzan a pintar sus cuadros y solamente cuando han avanzado lo suficiente, los muestran, porque de otra forma la gente no entiende para dónde va ese artista, para dónde va ese pintor.
Por eso, solamente cuando tengamos resultados –les dije yo a mis funcionarios–, podemos visualizar ese país más justo, más moderno y más seguro.
Creo que ya llegamos a ese momento y por eso ustedes me van a oír, como lo voy a hacer el día de hoy, hacer referencia prácticamente a todo lo que estamos haciendo en el Gobierno dentro de ese contexto de un país más justo, un país más moderno y un país más seguro.
JUSTICIA
Un país JUSTO es un país que busca reducir la inequidad y la pobreza, cerrando las brechas de todo tipo
La reparación a las víctimas –este año vamos a superar 260 mil víctimas indemnizadas– y la reducción del número de colombianos en la pobreza –en 2011 salieron 1 millón 200 mil de la pobreza y 676 mil de la pobreza extrema, y parece que el año pasado los avances son similares– son pasos esenciales para lograr un país justo.
VIVIENDAS
Las 100 mil viviendas que este año entregamos gratis a familias que de otra forma nunca hubieran tenido un techo propio, y mañana vamos a estar en El Salado, aquí en el departamento de Bolívar, firmando el último contrato que completa las 100 mil viviendas, que ya estamos comenzando a entregar, porque las que firmamos hace 6 meses ya están comenzando a entregarse y, 100 mil más de viviendas rurales, nuevas o mejoradas también totalmente gratis, porque ahí está concentrada la pobreza en el sector rural son avances hacía un país más justo.
EDUCACIÓN: NIÑOS, JOVENES y la SALUD de COLOMBIA
Haber garantizado la gratuidad en materia de educación para todos los niños y jóvenes del país, que beneficia a 8.6 millones de niños y jóvenes para que no tengan que pagar un solo peso en cualquier plantel oficial, o haber logrado la unificación, por lo alto, de los dos regímenes de salud, ¡eso es construir un país más justo!
Y hablando de este último tema, el de la salud, ayer radicamos –y lo hice personalmente para dar una señal de la importancia que tiene ese tema para el Gobierno–, radicamos en el Congreso de la República, acompañados por los congresistas y los jefes de los partidos que componen la Unidad Nacional: el Partido Conservador, el Partido de la U, el Partido Liberal, el Partido Cambio Radical, el Partido Verde, dos proyectos, una ley estatutaria –y tiene que ser estatutaria, porque tienen que ver con los derechos, los derechos fundamentales– y otra una ley ordinaria que, y eso no lo digo yo, lo dicen todos los interesados en tener una mejor salud, con quienes concertamos este proyecto, dice que eso realmente va transformar y para bien el sistema y el modelo de salud que tenemos en Colombia.
Pero también queremos competir en el entorno global, y para eso debemos ser un país MÁS MODERNO, un país que sea modelo de progreso e innovación en el mundo ¡Y hacia allá vamos!
MEDELLIN
Medellín fue recientemente señalada como la ciudad más innovadora de todo el planeta.
Con la destinación del 10 por ciento de las regalías a proyectos regionales de ciencia y tecnología, y la masificación que estamos logrando de las TICs, estamos dando a los colombianos herramientas para su progreso.
SAN BASILIO DE PALENQUE
Cómo me complació esta mañana que estábamos en San Basilio de Palenque. Allá estaba presente el Ministro (de Minas, Federico Renjifo) y está doctor (Antonio) Celia, el doctor (Eduardo) Pizano, el Gobernador (de Bolívar, Juan Carlos Gossain, por supuesto), el Alcalde (de Cartagena) también, y una niñita hizo como una presentación y lo único que me pidió fue internet.
Increíble, me pareció muy significativo que estén ya en un pueblo, una comunidad como San Basilio de Palenque, pensando que eso era que lo que querían los niños: Internet para poder aprovechar unos computadores.
Al final del gobierno la mitad de los hogares del país estará conectada a la banda ancha de Internet, todos los municipios tendrán fibra óptica, y habremos entregado a nuestros estudiantes al menos 750 mil computadores regalados.
Por ejemplo, las casas gratis que estamos construyendo y entregando, a los constructores se les puso como condición que tuvieran una conexión de Internet en todas las casas y a cada beneficiario se le va a entregar un subsidio, 300 mil pesos, para que compren ellos con esa plata unos computadores, los mejores que hayan en el mercado, que los hemos logrado conseguir a unos precios más bajos.
COMPUTADORES
Tenemos en Colombia los precios más bajos de los computadores de toda la región, de toda América, inclusive más bajos que Estados Unidos; les quitamos los aranceles, aquí los estamos ensamblando.
¿Por qué eso es tan importante? imagínense ustedes, que tienen acceso a la tecnología, lo que significa que un niño o una niña que va a vivir en una de esas casas –son las personas de los estratos más bajos–, que tengan el mismo acceso a internet, con el mismo computador de la misma calidad que el niño más rico de Bogotá o de Cartagena, o de Paris o de Nueva York, lo mismo para que aprovechen ese maravilloso mundo de la tecnología. Eso es también hacer un país más justo.
Un país moderno es un país con una buena infraestructura. Nosotros estábamos muy atrasados, y para ello estamos adjudicando y comenzamos a construir, entre este año y el próximo, más autopistas, más carreteras, más puertos, aeropuertos y vías férreas que en los últimos 20 años.
Un país moderno es un país que vende sus productos en condiciones favorables a los grandes mercados del mundo.
Con los tratados de libre comercio, nuestros exportadores pasaron de tener un mercado potencial de 450 millones de consumidores hace dos años a uno de 850 millones hoy, y esperamos que el año entrante nuestros productos lleguen sin aranceles a 1.500 millones de consumidores en el planeta.
Un país moderno es un país con una economía sana en lo fundamental, en lo macro, una economía estable. La nuestra ha crecido en los últimos años un promedio de casi 5 por ciento; con un ingreso per cápita –esta es una cifra que a veces a la gente se le olvida–, el ingreso per cápita que ha sido durante tanto tiempo el indicador de éxito de una economía, en Colombia en los últimos dos años el ingreso per cápita subió 23 por ciento. Eso nunca se había visto en nuestra historia y pocas veces un país había logrado algo parecido.
A propósito del crecimiento, mañana debe salir la cifra de crecimiento para todo el año 2013 y se han hecho toda clase de especulaciones. Por supuesto los críticos o algunos comentaristas o analistas de mal agüero –como dicen– dicen que la economía en el 2012 no creció más del 3 por ciento; alguno le puso 2.5.
El Banco de la República ha dicho que la mitad del rango es del 3.5. El Ministro de Hacienda dijo que era 3.8. Yo espero que sea inclusive por encima de lo del Ministro de Hacienda.
Vamos a ver mañana que es una cifra muy importante, que además muestra que en medio de las dificultades, esta economía sigue creciendo.
El país moderno que queremos es un país con una inflación baja. La inflación, entre más baja demuestra una economía más saludable y más progresiva, porque la inflación es el impuesto más regresivo que hay. Si la inflación es alta se come los salarios de quienes solamente tienen un ingreso; en cambio aumentan el precio de los activos. ¿Y quién tiene los activos en una sociedad? Pues los más ricos.
Pues bien, en enero la inflación en Colombia se situó en el 1,8 por ciento anual, la más baja desde 1955– y un desempleo con clara tendencia decreciente– en los últimos 31 meses, mes tras mes, hemos visto cómo la tasa de desempleo baja con respecto al mismo mes del año anterior, la tendencia sigue bajando, y hemos creado más de 2 millones de puestos de trabajo.
Pero hay algo más: no se puede ser un país justo y moderno si no se garantiza la SEGURIDAD a los ciudadanos. Eso inclusive lo decían los romanos. Cuando se creó la República la primera ley, la ley de seguridad, porque sin seguridad las demás leyes se vuelven inocuas.
La seguridad es un objetivo en el que no cedemos un solo centímetro, y en el que cada día –sin desconocer que falta muchísimo y que la inseguridad va evolucionando y los delincuentes van sofisticándose, pero cada día avanzamos más.
Las guerrillas –que han sido un factor de inseguridad– están en su más bajo nivel de hombres en armas desde que se lleva este conteo: el último conteo que salió hace 15 días los coloca en 7.800 –cuando hace 10 años superaban los 20 mil– algo parecido ha sucedido con el Eln; por primera vez están por debajo de 1.500.
¡Cuándo se había visto que un gobierno, en dos años y medio, diera de baja a los dos principales líderes de las FARC y neutralizara a otros 33 de sus cabecillas, entre miembros de su estado mayor, o se capturaran un número sin precedentes de sus integrantes, de sus milicias!
Pero también enfocamos nuestra acción contra las bandas criminales, y hoy podemos decir que todos –eso es algo muy importante, ustedes lo saben, señores generales–, todos los jefes, los cabecillas de nivel nacional que las dirigían el año pasado, ¡todos!, están en una cárcel o en una tumba.
Y tampoco olvidamos el tema fundamental de la seguridad ciudadana, del delito callejero, el secuestro y la extorsión.
El secuestro, por ejemplo, en lo corrido del año ha disminuido en un 45 por ciento en el país. O sea que la tendencia sigue bajando y con una situación que dice mucho de nuestra Policía: de los que han sido secuestrados, el 53 por ciento han sido rescatados con vida y sin pagar un solo peso.
Claro que tenemos claro que hay que desplegar más inteligencia y más policía en muchas regiones del país que están sufriendo en una nueva modalidad de inseguridad o de inseguridad en general. Por ejemplo, esta semana estuvimos en Medellín con el propio Director de la Policía llevando mil hombres más, porque ya se incrementó el número de homicidios.
Pero todo eso lo hacemos para seguir mejorando, día tras día y seguir mejorando también la seguridad de todos los ciudadanos.
En cuanto a la seguridad de la infraestructura energética, vial, de hidrocarburos y minera –tal como lo anunciamos hace un año–, pusimos en marcha el Plan República, que incluye la creación de 8 nuevos batallones para proteger exclusivamente esa infraestructura y la adquisición de más tecnología y nuevos equipos para mejorar la efectividad de esos batallones.
Hoy por hoy, cerca de 80 mil hombres –¡más de la tercera parte del total de nuestra tropa!– están dedicados exclusivamente a la protección de dicha infraestructura.
Por supuesto, ese país justo, moderno y seguro es un país que al fin puede empezar a construir un entorno de paz y a buscar la terminación de un conflicto que nos ha costado mucho, que ha frenado nuestro progreso, por casi medio siglo.
Pero hablemos del gas, que es a lo que vinimos, y muy especialmente de la forma en que su producción, transporte y distribución –a través de las empresas afiliadas a Naturgás– contribuye a esa visión de país a la que me he referido.
El sector gasífero aporta –y de qué manera– a la construcción de un país MÁS JUSTO a través de la apuesta que ha hecho, de la mano con el Gobierno, por la masificación del uso del gas natural. Eso era algo que hace unos años no estaba en la mente de mucha gente.
Entre agosto del año 2010 y diciembre del año 2012, o sea al final del año pasado, se conectaron al servicio público 17 mil 400 nuevos usuarios industriales y comerciales.
Esto se traduce –como ustedes bien lo saben– en menores costos de producción para las actividades que más empleo generan en Colombia, lo que significa que éste no es un sector que crece en solitario, sino que también impulsa el crecimiento en otros sectores.
Y si de algo podemos estar orgullosos es de la contribución que hace el gas natural a las personas, a cientos de miles de familias, que mejoran su calidad de vida gracias al gas.
Nuevamente, esta mañana estuvimos allá en San Basilio de Palenque. La felicidad de una ama de casa, madre, jefe de hogar, 4 niños; mostrándome cómo podía prender su estufa, recién conectada al gas.
Y la diferencia que hacía con lo que tenía antes, que tenía que ir por leña, lo que la leña le significaba en la salud de sus hijos, el humo que producía. Realmente la felicidad de esa mujer, pues en cierta forma simboliza ese aporte a ese país más justo que hace el gas, el gas natural.
Una de nuestras prioridades desde el comienzo del Gobierno ha sido impulsar las acciones necesarias para que ningún colombiano tenga que cocinar con leña. El costo ambiental es enorme y debo decir y agradecerles, porque ustedes en este empeño han sido unos aliados incondicionales.
La meta que nos propusimos para el cuatrienio fue llegar –ustedes recordarán– a 785 mil nuevas familias con el servicio de gas natural domiciliario, con lo que todo esto implica para la economía familiar, la economía en general, para el bienestar de la gente.
Y hoy podemos decir, con mucha satisfacción, que al terminar el año pasado superamos ampliamente ese número y llegamos a 960 mil nuevas familias beneficiadas.
Es decir, en la mitad del tiempo presupuestado excedimos lo planificado para los cuatro años de este Gobierno.
Y así como celebramos cuando en enero superamos el millón de barriles –Federico Rengifo, me acuerdo que usted me llamó emocionado diciendo: Presidente llegamos finalmente al millón de barriles de petróleo–, hoy sí que tenemos motivos para celebrar porque estamos próximos y espero, doctor Pizano, que usted me llame y me diga: el millón de familias con sus hogares conectados a gas natural.
Eso además tiene un simbolismo humano muy importante y estamos a punto.
¡Un millón de familias más, con acceso a una energía económica, segura y ambientalmente amigable!
¡Y debo decir que no lo hemos hecho solos!
Lo hicimos de la mano de mucha gente, ustedes en primera fila; se comprometieron en el congreso pasado a conectar 435 mil nuevos usuarios en el año 2012, y cumplieron, cumplieron además con creces, pues –como usted lo anota, apreciado doctor Celia– conectaron 450 mil.
Hoy contamos con 6 millones 523 mil familias con el servicio de gas natural y llegamos a 672 poblaciones.
Ojalá podamos incrementar eso mucho más, doctor Celia. Creo que si hacemos un esfuerzo, yo creo que podemos de pronto aumentar en un 50 por ciento esa cifra y ¿qué tal estar llegando a cerca de 900 o 950 municipios o poblaciones? Sería algo muy importante y no creo que sea tan difícil. ¿Por qué no nos proponemos para decir que el año entrante hemos cumplido esa meta?
De esta forma la industria del gas contribuye, y en qué forma, a esa visión de un país más justo, con una vida mejor para todos los colombianos.
El sector del gas también nos ayuda, por supuesto, a construir un país más moderno.
Como sugiere el lema de este congreso, 'Gas y Competitividad', el servicio de gas natural –por ser más económico, por tener impacto ambiental– mejora casi que automáticamente la competitividad de nuestras industrias, lo que se traduce –en un círculo virtuoso–más empleos, más recursos para inversión social.
Si queremos empresas que produzcan a precios competitivos, necesitamos combustibles a precios más eficientes y con un suministro confiable, y ahí el gas natural entra a jugar y de qué manera.
Éste es uno de los combustibles más económicos con un precio menor que el de otras fuentes de energía, como el gas licuado de petróleo y el diésel.
Conscientes además de esto, hemos enfocado la política energética de nuestro Gobierno en garantizar que este combustible se encuentre disponible en los principales centros industriales, de una manera confiable y a un precio favorable.
Situaciones como el racionamiento de gas natural en el interior del país, que sufrimos a final de 2009 y principios de 2010, eso no se puede repetir, pues eso produce grandes perjuicios al sector industrial, pero también genera desconfianza en los inversionistas acerca de su disponibilidad de una fuente de energía tan importante hacia el futuro.
Para evitar que se vuelva a repetir, y siguiendo los lineamientos de política en esta materia, la CREG ha discutido –tengo entendido– extensamente el esquema de incentivos que permita a inversionistas privados construir una planta de importación de gas natural licuado en la costa Caribe. Esto creo que aporta un elemento importante de seguridad.
Ayer mismo se publicó una Resolución, la número 23 –me corregirá el Ministro–, para una segunda vuelta de comentarios de los agentes.
Y esta planta nos va a permitir importar gas natural para cubrir toda la demanda, aun en períodos muy críticos, lo que da una importante señal de confianza sobre algo tan fundamental como es el abastecimiento hacia el futuro.
Adicionalmente –para que no se presenten limitaciones en el suministro por falta de capacidad de transporte desde los campos de producción–, en lo que llevamos del gobierno han entrado en operación 5 proyectos que ampliaron dicha capacidad en 233 millones de pies cúbicos diarios, es decir, una quinta parte de todo el consumo de gas natural del país.
En cuanto al precio que se paga por esta fuente de energía, uno de los avances principales de nuestra política ha sido, sin duda, la eliminación de la contribución del 8,9% en la tarifa del gas natural al sector industrial, lo que ha mejorado –y así lo han reconocido los industriales– la competitividad de muchas de nuestras empresas, de muchas de nuestras industrias.
Sin embargo, todavía hay muchas empresas que se conectan a la red de transporte que no han podido gozar de esta exención, lo que por supuesto encarece, sus costos de producción.
Hemos escuchado esta legítima preocupación de la industria, y hoy podemos anunciar oficialmente que en los próximos días vamos a expedir un decreto para que todos los industriales –sin excepción– puedan gozar de este beneficio. Esto debe ayudar también a todas esas industrias que hoy no están gozando de exención.
Esto es el principio de un proceso que iniciamos la semana pasada, de diálogo permanente con la industria, para buscar las formas de reducir los costos de producción de nuestro aparato productivo, que es una forma de ir mejorando la competitividad, como dice el lema de este seminario 'Gas y Competitividad'. Ahí estamos concentrados.
Otra señal de precios eficientes que hemos dado ha sido la reforma que venimos adelantando en el mercado de gas natural, incluyendo un mayor acceso y transparencia en la publicación de la información de producción, demanda, y precios.
El primer resultado exitoso de esta medida lo vimos en el proceso de negociación de los contratos de suministro de gas para los años 2012 y 2013, en los cuales se obtuvieron precios mucho menores a los obtenidos en procesos anteriores.
Y en este tema debemos seguir un principio muy sencillo: los precios no deben ser ni un centavo más, o sea, ni un centavo más alto de lo que corresponde, pero tampoco la competitividad de un sector puede ser a costa de la competitividad de otro sector. Siempre hay que buscar ese balance, ese equilibrio.
Sin duda, hemos hecho importantes avances regulatorios, pero nos falta terminar este esfuerzo. Y hemos escuchado con mucha atención, doctor Celia, sus reclamos, sus observaciones, sus sugerencias. Ya el Ministro Renjifo tiene instrucciones, sentarse con la CREG, y discutirlos y resolverlos lo más pronto posible: qué se puede y qué no se puede, pero avanzar.
De esa concertación lo único que salen son decisiones más inteligentes, decisiones más favorables.
Y por eso le he dicho al Ministro, a los comisionados de la CREG, y hoy lo digo ante las empresas del gas natural, quisiera hacerles tres solicitudes concretas, y sé que no vamos a fallar:
Primero: Quiero tener la tranquilidad de que vamos a poder hacer las primeras compras y ventas de gas bajo un nuevo marco de comercialización, por tarde en el tercer trimestre; por tarde.
Segundo: Debemos tener este año definida la selección de un gestor para el mercado del gas.
Y tercero: Este mismo semestre deberíamos tener la resolución DEFINITIVA, no provisional y no bajo estudio, definitiva, que permita la importación y regasificación del gas natural licuado, para lo cual la resolución que se publicó ayer es un paso muy importante.
Si cumplimos estos tres compromisos habremos dado pasos muy importantes en el desarrollo del gas natural de nuestro país hacia el futuro.
Pero nuestra apuesta por el gas natural va más allá del tema de la competitividad de nuestras industrias; es también un compromiso con el futuro del país.
El gas natural es uno de los combustibles más seguros del mundo y, además, es una fuente de energía más limpia y amigable con el medio ambiente que cualquiera de sus similares. Por eso está cada vez más apreciado, se está volcando cada vez más a la utilización del gas.
Las emisiones de CO2 del proceso de combustión del gas natural pueden ser entre 40 y 50 por ciento menores que las del carbón y entre 25 y 30 por ciento menores que las del fuel oil.
Es decir, el uso del gas natural no solamente es benéfico para la economía del país y de las familias, sino también para el futuro de nuestro país y del planeta. Eso es algo que además cada vez más conscientes todos los agentes y todos los actores del esquema del engranaje productivo a nivel mundial.
Seguimos trabajando, finalmente, para impulsar el uso del Gas Natural Vehicular, en especial para transporte masivo y de carga, con lo que se generan beneficios económicos y se disminuye el impacto ambiental.
Aquí también quiero hacer un especial reconocimiento al trabajo, doctor Pizano, de Naturgás y de todos sus asociados para cumplir el pacto que se firmó en el congreso anterior sobre este tema en particular.
En 2012 se convirtieron a gas natural vehicular un poco más de 37.000 vehículos, si bien los recursos comprometidos alcanzaban para unos 9 mil vehículos más.
Y tenemos que seguir trabajando conjuntamente para que cada año se conviertan más vehículos, por el bien de todos nosotros; eso es un paso que es gana-gana, todo el mundo gana con eso.
CONCLUSIÓN:
En conclusión, la política fijada por nuestro gobierno para el gas natural se ha centrado en tres aspectos:
Garantizar su suministro para evitar racionamientos prolongados como los ocurridos en el pasado; establecer un esquema de mercado que logre precios bajos para todos los usuarios, y aumentar la cobertura para beneficiar a un mayor número de usuarios en el país.
Creo que podemos decir con satisfacción que hemos alcanzado resultados, y esperamos que así siga haciéndolo en el futuro hasta que logremos un sector de gas natural a la vanguardia a nivel mundial.
No quisiera terminar sin resaltar que durante estos 2 años y medio también nos hemos preocupado por incrementar las reservas de gas natural en nuestro país.
Durante la Ronda del año pasado 2012 consolidamos nuestra apuesta por la exploración de hidrocarburos no convencionales con un énfasis importante en el desarrollo de yacimientos de gas de esquisto.
Este año estamos revisando las mejores estrategias para impulsar el desarrollo del Gas Asociado al Carbón, que puede tener un potencial importante en algunas áreas de Colombia.
El objetivo de nuestro gobierno y de ustedes, empresarios del gas, es el mismo: trabajar para tener un sector cada vez más dinámico y competitivo.
Este objetivo –que nos va a ayudará a tener un país más justo, un país más moderno, un país más seguro– lo logramos si seguimos trabajando de la única manera, de la mejor forma y es que trabajemos UNIDOS.
¡Porque la UNIDAD, que debe ser nuestra mayor fortaleza, lo es en nuestro país, es la que está transformando a Colombia!
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