domingo, 16 de septiembre de 2012

El Procurador: de fanático a corrupto, por Daniel Samper Pizano



Revisemos también lo que está diciendo Daniel Samper…
¿Quién nos va salvar entonces?
Si el procurador es como es. Entonces, ¿quién nos podrá salvar?
Daniel Samper Pizano tiene datos y fuentes de alta credibilidad.
También los tiene Piedad Córdoba, que hace poco dijo: “El procurador, creo que está enamorada de mí”, con un sonrisa pícara...

RADAR,luisemilioradaconrado
 
El Procurador: de fanático a corrupto
Los atropellos a derechos fundamentales de las ciudadanas y su clientelismo reelectoral deberían impedir que Ordoñez siga en el cargo.

El magistrado Alejandro Ordóñez se lanzó hace cuatro años como candidato a la Procuraduría. En ese entonces su hoja de vida revelaba manchas que en un país menos "clientelizado, burocratizado y lagartizado" que el nuestro le habrían impedido aspirar a un cargo tan poderoso: miembro de una secta católica de extrema derecha, incendió libros y escribió feroces panfletos contra los homosexuales. Por razones que se atribuyen a promesas de puestos y de mano indulgente, alianzas políticas -el inefable uribismo, la godarria conservadora, la godarria liberal-, solidaridad regional -ay, mi admirado Horacio Serpa- y enajenación pasajera -ay, don Gustavo Petro- Ordóñez consiguió el respaldo del Congreso y fue elegido.
Durante este período, realizó algunas cosas buenas -¿qué tal que no?-, pero se ha convertido en pertinaz violador de los derechos relacionados con la sexualidad femenina y ha sido fiel a su naturaleza sectaria: por hechos semejantes y a partir de pruebas ilegales, condenó a su contradictora Piedad Córdoba a inhabilidad política de 18 años -luego le agregó otros 14- y bendijo en cambio al exembajador Jorge Visbal Martelo, que ahora afronta un proceso penal por vínculos con paramilitares.
 
Ordóñez empezó su carrera política como fanático y está continuándola como corrupto. El diccionario define así la corrupción: "En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores". Juraría que el Procurador no ha obtenido provecho económico indebido de su gestión. Pero de otra índole, sí: utiliza su alto rango estatal en favor de su reelección y de sus ideas religiosas y políticas, mientras atropella derechos fundamentales de millones de ciudadanas.
De lo primero da cuenta el jurista Rodrigo Uprimny, quien lo acusa de violar el artículo 126 de la Constitución, que prohíbe a los funcionarios estatales colocar como empleados a sus familiares y a los de "servidores públicos competentes para intervenir en su designación". Es sabido que en la Procuraduría trabajan cónyuges, amantes y diversos parientes de magistrados de la Corte Suprema, que candidatizó a Ordóñez, y de parlamentarios que lo elegirán. La esposa del presidente del Congreso acaba de renunciar como procuradora delegada luego de que la periodista Cecilia Orozco denunció el hecho (El Espectador, 9/11/2012). Daniel Coronell ofrece más nombres y cargos en su columna (Semana, 9/1/2012).
Aún más escandaloso que el montaje clientelista es la persecución de las mujeres que, afincadas en sentencias de la Corte Constitucional, solicitaron un aborto con causa legal o pidieron recetas de Misoprostol (píldora para después del coito). Ordóñez y su jauría demandaron o amenazaron con demandar a varias de ellas, intimidaron a médicos y clínicas y mintieron al decir que el Gobierno adelantaba campañas masivas de aborto. Muchos facultativos, asustados, dejaron de atender casos cuyo desenlace sería interesante conocer.
Esta semana, la Corte Constitucional respaldó a las mujeres, amonestó de nuevo al Procurador, le ordenó rectificar sus mentiras y señaló: "Es inaceptable que la Procuraduría desarrolle su función preventiva en contravía de la jurisprudencia constitucional y utilizándola para amenazar el ejercicio de los derechos fundamentales".
Ordóñez puede profesar el credo que quiera, pero no es tolerable que lo propague y aplique en contra de las leyes colombianas. Eso es corrupción. Por mucho menos, él ha inhabilitado la carrera pública de políticos adversarios. Ahora anuncia un proyecto de ley para obligar a que los periodistas informemos de determinada manera sobre niños y jóvenes.
Que Dios nos ampare... pero sin intermediarios.
ESQUIRLAS. Me alertan amigos opitas contra el convenio entre CorMagdalena y una firma china para "aprovechar" el río Magdalena. Según ellos, convertirá al Huila en un mar interior. ¿Quién fiscaliza este proyecto?

Daniel Samper Pizano
cambalache@mail.ddnet.es

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