lunes, 2 de julio de 2012

Breve guía ética para periodistas digitales, por Douglas Todd

Una breve guía ética para periodistas digitales





 
Douglas Todd es un periodista de Canadá del diario Vancouver Sun que confiesa que su trabajo ha cambiado drásticamente en los últimos cinco años. 

La razón: El contraste que vive entre las ediciones del periódico de papel, las ediciones en su blog y las respuestas que consigue en las redes sociales.

Tood señala que siempre siguió un código de ética profesional basado en la precisión, la equidad, el equilibrio y los conflictos de interés. Hoy comparte su tiempo entre Twitter  y Facebook y los periodistas digitales.

Para Tood resulta significativo que  ”los periodistas tradicionales” se hayan sumado a los decenas de miles de periodistas digitales jóvenes que, en su mayoría, operan por su cuenta. “La mayoría de estos nuevos comunicadores de Internet, que trabaja con gran pasión, nunca han sido expuestos a ningún tipo de formación en ética”, refiere.

Dice Todd que los periodistas tradicionales han medido su ética en función a la exactitud.  En estos tiempos en los que estamos hiperconectados se requieren -señala- nuevos valores ante la explosión del periodismo digital, que suele ser activista y descaradamente parcial.

Estas son las recomendaciones ofrecidas por Tood

Respetar las reglas del diálogo:
El periodismo en Internet tiene miles de diferentes “públicos” y hay que saber lidiar con ellos. Los periodistas digitales tienen que aprender a comunicarse con otros públicos a través del diálogo, indica Douglas Todd, tras sugerir que respetemos las diferencias y evitemos sentirnos ganadores o dueños de la razón.

Responsabilidad de participar:
Con el auge del periodismo en línea, no hay excusa para dar marcha atrás en el debate democrático, dice el periodista y nos sugiere participar en la batalla de las ideas pero con responsabilidad.

Ser transparente
Se requiere ser transparente sobre uno mismo y nuestros prejuicios. Esto también significa luchar por lo que los periodistas tradicionales podrían llamar “objetividad pragmática”, por la cual un periodista demuestra que él o ella puede reflejar con precisión el punto de vista discordante.
La mayor parte del periodismo en línea ofrece una interpretación de la realidad, cargada de emociones fuertes, dice Tood. Ante ello -y citando al gran filósofo John Dewey- sugiere que los periodistas en línea, de hecho, todos los periodistas, ayuden a sus lectores y a los espectadores a “educar las emociones.”

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