La reforma a la
justicia, que ni es reforma ni es justa…
Me gusta que los colombianos se estén
pronunciando...
El mundo cambió, como lo hemos comentado en el RADAR. Ahora, es
muy fácil conocer a los “padres de la patria”, que NO son padres, ni quieren a la
patria, sino que trabajan para su beneficio.
Las próximas
elecciones, esperemos que sean más maduras y más pensantes.
Así vamos
construyendo una sociedad más estudiosa y más desarrollada, a fin de que los malos políticos sean los menos, que sean unos cuantos no más, para que no hagan tanto daño...
Vamos a hacerle seguimiento a esos bribones a ver si saneamos a esta nación...
luisemilioradaconrado
Por RICARDO ROCHA:
ResponderEliminarEsta reacción que ha tenido el presidente Santos ante el nuevo "escandalo" de la reforma a la justicia aprobada por el Congreso es una de esas cosas que realmente no hacen falta, porque nos demuestra que el sometimiento congresional al ejecutivo puede operar mientras los intereses del gobierno no afecten los intereses individuales de cada congresista.
Creo estar en la minoría que considera que el Presidente Santos comete un error al anunciar que objetara la reforma que le enviaron.
¿La razon? El mandato del presidente no es uno de constituyente sino de ejecutivo, por ello no puede decirnos de un plumazo que es bueno en materia constitucional o no. Además, este episodio demuestra que el gobierno se muestra ofendido porque sus colinchados esta vez decidieron que era mejor protegerse por si mismos a correr el riesgo de que su compañero de viaje termine vendiéndolos.
Creo que los medios en su mayoría con más farándula que conocimiento sereno de la ley han hecho una algarabía innecesaria, porque si en verdad en Colombia tuviéramos un Congreso no importa lo que diga el Presidente, la corporación legislativa bien podría aprobar una reforma constitucional y ponerla en vigencia para que después sus opositores la demanden ante la Corte Constitucional. El afán de los medios de seguir la comparsa de la "ira ciudadana" es un flaco servicio al razonamiento serio que deben tener estos temas. ¿Qué ha pasado con los analistas serios que solia tener la prensa colombiana en el pasado? Hacen falta porque los que hoy tenemos en su inmensa mayoría parecen salidos de la escuela de Julio Sánchez Cristo.