miércoles, 18 de enero de 2012

Lo importante es el Cortissoz, dice El Heraldo

Enero 18-2012

Si El Heraldo, en cualquier momento sintió que lo mejor para el Aeropuerto de Barranquilla y la Región Caribe, era que ACSA, Aeropuertos del Caribe, se apartara de ese proyecto y no manejara la terminal aérea porque era lo más saludable… hoy su posición es otra.

Son reflexiones de un medio que también ha aprendido de este proceso.

Escuchar al otro. Ponerse en los zapatos de los demás. Analizar todos los pros y los contras es tarea de profesionales… 

Bien por El Heraldo.

Luisemilioradaconrado

El Heraldo

Lo importante es el Cortissoz

Cuando se daba como un hecho que la Aerocivil asumiría la operación del aeropuerto Ernesto Cortissoz, la decisión fue reconsiderada por el presidente de la República, Juan Manuel Santos.
En política, como en administración pública, las discusiones van y vienen y no es extraño ver que lo que un día es blanco, al otro, es negro. Eso vimos durante muchos meses en Barranquilla, en una acalorada situación generada por la defensa de las posiciones de la Aeronáutica Civil, de Acsa y del resto de los líderes empresariales, gremiales, políticos y de opinión, que sintieron la necesidad de participar en el debate.
Sin embargo, quizá esa sea una de las cosas buenas que salen de toda esta situación. Se han puesto sobre la mesa necesidades y retos que Barranquilla y el Atlántico tienen que enfrentar y en las que el aeropuerto tiene que tomar un papel más relevante. Y, para hacerlo, hace falta que la Aerocivil, con su director a la cabeza, Acsa, y todos los que están comprometidos con el desarrollo de la región, trabajen de manera unida.
¿Qué pasó para llegar a este punto y seguido? A la vista de toda la discusión, el presidente Santos intervino y trazó la siguiente directriz: que se sienten la Aerocivil y Acsa a negociar en unas mesas de trabajo la prórroga y que se replantee el modelo financiero del contrato, lo que significa que actual el concesionario, durante el tiempo de la prórroga y mientras mediante licitación se escoge uno nuevo, deberá hacer unas inversiones urgentes e indispensables como la refacción de la pista.
La pragmática orientación del Presidente fue que si el concesionario antes se ganaba 100 pesos, por ejemplo, se ganara menos a partir de la renegociación.
En la nueva licitación, vale indicar, podrá participar Acsa, pero ganará la oferta que más se ajuste a los términos estrictos de la convocatoria. Así que es probable que llegue otro operador o que Acsa repita, pero bajo unas condiciones muy distintas a las que se pactaron en el contrato de concesión de hace 15 años. Así es la realidad, en un escenario que plantea nuevas reglas de juego para las concesiones de la actual generación.
Ahora, ¿por qué llegamos a esta situación conflictiva, entre distintos actores, que ha durado varios meses y que tanto desgaste le ha generado a la ciudad? Porque algunos sectores de la ciudad consideraron que Acsa no estaba haciendo las inversiones que requería el aeropuerto, frente a lo cual ésta y los gremios que la integran sostenían que, a la luz de la letra del contrato original, no era su obligación atender aspectos como la pista y los radares. Otro ingrediente que alimentó la polémica fue la tasa aeroportuaria, pero también en este punto el concesionario esgrimió que la tasa de Cartagena era más alta.

Hoy se podría decir, atendiendo objetivamente al curso de este intenso debate, que nos habríamos podido ahorrar este rifirrafe, si Aerocivil aplica para Barranquilla el mismo libreto prorrogativo que aplicó en Cartagena, cuyo contrato era exactamente igual al de nuestra ciudad. A la Heroica le concesionaron sin alboroto a finales de 2009. ¿Por qué allá sí y aquí no?

Finalmente, la decisión ha sido prorrogar. O sea, que se optó por la alternativa que se pudo elegir en mayo de 2010. En ese momento, el acuerdo con Acsa era que, en el marco de la prórroga, ésta se comprometía a ejecutar un plan de inversiones de 50 millones de dólares (unos 100 mil millones de pesos). Y sobre esta base, es decir sobre la de añadirle al contrato inicial de mantenimiento y operación uno de inversión, se cocinó la prórroga cuando aparecieron en el escenario unas acciones populares y el control de advertencia de la Contraloría Regional que frenaron el proceso. Ardió Troya.

Vino entonces esta larga y extenuante interinidad, a la que ahora el presidente Santos le ha puesto término, demostrando al mismo tiempo algo de improvisación en su administración.
Varios factores intervinieron para que el Presidente tomara esta decisión. Sin duda, la intermediación del presidente de la Cámara de Comercio, Luis Fernando Castro, que estuvo en la reunión en la que Santos evaluó la traumática situación y trazó la directriz de prórroga. Y desde luego, las determinantes opiniones a favor de esta misma fórmula de la alcaldesa Elsa Noguera y el gobernador José Antonio Segebre.
Más los distintos pronunciamientos de los gremios locales y de algunos columnistas de opinión.

Logrado este acuerdo lo que procede, en nuestro sentir, es que cesen las disputas y nos unamos para sacar adelante el Ernesto Cortissoz. Lo que debe estar en juego no son los choques mezquinos por este negocio de administrar el aeropuerto, sino propender para que éste se convierta en un emblema de una ciudad que tiene el reto de internacionalizarse, hoy con mayor razón por los imperativos que nos plantean los TLC firmados con distintas potencias económicas del mundo desarrollado.

Para EL HERALDO, su principal y única motivación son los intereses de la ciudad y la región. Por eso, nuestro mensaje es de unidad, pues lo que anhelaríamos sería ver integrados a los sectores gremiales y políticos y caminando en la misma dirección, como en otras ejemplarizantes regiones de Colombia. Aquí no hay ni vencedores ni vencidos. La que tiene que ganar es Barranquilla que necesita un aeropuerto a la altura de su importancia y de sus desafíos de todo orden. Y para eso, necesitamos que la Aerocivil, Acsa y toda la ciudad, trabajen juntos.

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