Pasaba por aquí
Algo de lo que voy encontrando en el camino.
Este documento recoge los criterios,
ideas, observaciones y recomendaciones del Seminario “Pensar las Fiestas
de Independencia”, realizado en 2004 por convocatoria de la revista Noventaynueve, el IPCC,
el Banco de la República, el Observatorio del Caribe Colombiano, la
Universidad de Cartagena, y las conclusiones de los foros antecedentes
realizados en 2003 por la revista Noventaynueve y el IPCC. En los
diálogos de estos actos participaron cerca de 400 actores culturales,
festivos, educativos, académicos, económicos, políticos, cívicos,
comunitarios, periodísticos, etc, de Cartagena.
1. Fiestas de
Independencia es el verdadero nombre de las fiestas populares que se
realizan en el mes de noviembre en la ciudad de Cartagena, que atestigua
la esencia histórica, cultural y social de tales festividades, y
expresan una metáfora viva de la independencia nacional y el valor
histórico de los sectores populares y subalternos en la construcción de
una ciudad caribe. A ellas, a sus programaciones, orientaciones y
sentidos, se subordinan los otros festejos de noviembre.
2. Las Fiestas de
Independencia son una conmemoración multicultural y policlasista,
incluyente, plural y descentralizada, que estimula la recuperación del
tejido social urbano, crea lugares de encuentro ciudadano y enriquece
las identidades urbanas, las creatividades populares y la convivencia
urbana.
Las Fiestas de Independencia deben ser
expresión de una política integral de ciudad, que reconoce y valora en
la cultura una de las dimensiones de su desarrollo general,
incorporándola a diversas formas de su imaginación, planeación,
inversión y construcción.
Las Fiestas de Independencia, como parte
esencial de la identidad cultural local, deben estar contempladas en el
plan de desarrollo del distrito, destacándose su condición de eje del
desarrollo cultural local. Su desarrollo debe estar sujeto a evaluación y
seguimiento por las instituciones locales, los actores festivos, el
gobierno distrital, los medios de información y el sector cultural y
cívico.
3. Un proyecto de
recuperación del mundo festivo cartagenero debe estar abierto tanto al
reconocimiento de sus orígenes históricos (un proceso de independencia
nacional, la autoconciencia de ser un mundo caribe integrante de la
nación colombiana y la importancia de los sectores populares en los
hechos históricos y culturales que han formado el mundo urbano local)
como a los elementos de creatividad social y vivencia plena de lo
festivo que informan el carácter de las fiestas.
Las fiestas, en su dinámica social,
expresan igualmente los imaginarios históricos, la recursividad y
creatividad populares, pueblerinas, urbanas y campesinas, locales y
regionales, nacionales e internacionales. Las fiestas, en su versión
contemporánea, deben apoyarse en las nuevas interpretaciones históricas
que destacan el papel del pueblo cartagenero en el proceso de
independencia y contemplan en sus dimensiones festivas las hibridaciones
socio-culturales que relacionan lo sacro y lo profano, lo histórico y
lo carnavalesco, lo viejo y lo nuevo, la investigación y la acción, la
experiencia lúdica y la experiencia pedagógica, las tradiciones y las
modernidades.
4. Las Fiestas de
Independencia deben combinar el uso de imaginarios coloniales,
republicanos, carnavalescos, modernos y contemporáneos, y convocar la
noción universal de transgresión realizadora e integradora, cohesión y
pertenencia comunitarias, múltiples solidaridades urbanas, lazos e
interacciones lúdicas y simbólicas, y expresiones del desarrollo social y
económico.
En medio de su crecimiento demográfico,
de los estragos de su anonimia interior, de su dispersión geográfica y
de su diversidad cultural, la ciudad experimenta uno de los mayores
fenómenos de su autodescubrimiento y autoreconocimiento en la
experiencia festiva.
5. Las fiestas de
Independencia deben ser un lugar de la inclusión y la participación
sociales, base para la reconstrucción del tejido social y refuerzo de la
democratización cultural de la sociedad local.
El barrio, sus actores y organizaciones
festivas, sus valores urbanos y sus reinados populares, debe ser
concebido como un microcosmos esencial del proceso festivo, donde la
integración festiva crea lazos de pertenencia local, impulsa valores
culturales positivos y el descubrimiento de la historia propia.
En desarrollo de las fiestas, las reinas
populares son multiplicadoras del valor histórico, las tradiciones
populares y las dinámicas culturales de las festividades, y su papel
esencial es el de un liderazgo en la organización comunitaria para el
disfrute de las fiestas y el aprendizaje y difusión de los sentidos y
valores históricos y culturales.
La cultura festiva implica la creación de
lazos de intercambio simbólico y cultural entre los distintos sectores
de la sociedad, de solidaridad social y de reconocimiento recíproco de
los actores sociales y los medios de información, los creadores y los
grupos de creación cultural y artística, los investigadores sociales y
los educadores, los administradores y dirigentes públicos, los
empresarios privados y las comunidades.
6. El Estado no dirige
las fiestas ni coarta la libertad expresiva ni el sentido lúdico de los
actores festivos. El Estado propicia y estimula su organización y
desarrollo, su investigación, estudio y creación, apoya a los actores
festivos y la participación ciudadana e interviene activamente en sus
formas de financiación, defendiendo en su programación sus valores
históricos y culturales, la creatividad popular y la democratización y
descentralización de sus proyecciones.
7. Las fiestas de
Independencia son una experiencia pedagógica, en la que la ciudad
investiga, dialoga, recrea, masifica y dinamiza sus conocimientos,
imaginarios y símbolos históricos y culturales, expresiones
carnestoléndicas y culturales tradicionales y contemporáneas, desarrolla
creatividades individuales y grupales, crea lazos institucionales y
colectivos, diversifica el sentido crítico ante las rutinas
institucionales y la inercia social, y expone el humor crítico y
constructivo y la creatividad como elementos centrales del ethos caribe
de la comunidad urbana y el sueño colectivo de ciudad caribe.
El proceso festivo local debe incluir una
política educativa festiva, unificada, dotada con contenidos claros y
concertados con la comunidad educativa. Tal política debe ser
transversal en relación con los sectores de la administración distrital.
Una política festiva educativa debe
contribuir a resignificar el proceso de independencia, incluyendo en su
interpretación la presencia y contribuciones de las etnias que
participaron en él y propiciando la reflexión sobre el destino de la
ciudad.
8. En las fiestas se
deben hacer visibles los actores festivos primordiales y sus creaciones,
apoyar y manifestar en forma preminente la creatividad de los sectores
populares, y fortalecer con dignidad social los lugares y proyecciones
de la convivencia festiva. Músicos, danzarines, teatreros, cantantes,
poetas, bailadores, folcloristas, disfraces, máscaras, comparsas, grupos
musicales y otras figuras, formas y elementos del arte popular y la
celebración festiva son portadores del sentido fundamental del festejo:
la recreación de símbolos históricos, expresiones lúdicas, deseos
colectivos, en un ámbito de libertad, humor y fraternidad.
9. Las Fiestas de
Independencia son una oportunidad del desarrollo económico, del
mejoramiento de la calidad de vida y de la posibilidad de planes
conjuntos entre los más variados sectores de la vida pública, y
constituyen un elemento significativo de la promoción social y turística
de Cartagena. Las fiestas son un escenario de progreso e implican una
movilización económica que irriga recursos, genera negocios en
diferentes sectores y clases de la ciudad, proyecta la imagen más humana
y humanizante del conglomerado urbano, potencia el turismo y el
comercio, y se propone como una posibilidad de desarrollo vinculada a un
proyecto de ciudad. La organización de las fiestas debe procurar
ofertar lo festivo desde todos los sectores públicos y privados de la
ciudad.
10. Las fiestas son un
escenario apropiado para que los medios construyan identidades, memoria y
ciudad, y promuevan desarrollo. Como acto antropológico y sociológico,
las fiestas son una oportunidad para que los medios de información
descubran y redescubran los actores y gestores de una nueva forma de
ciudadanía cultural y de las múltiples culturas que integran la
Cartagena contemporánea. El relato de los nuevos conocimientos
históricos y culturales sobre las fiestas y la ciudad, la revaloración
de lo popular y lo caribe en la imagen de la ciudad, el conocimiento de
las nuevas formas de habitar, recrear y desarrollar la ciudad y el uso
de los géneros más diversos y de las nuevas tecnologías, deben
contribuir a la reapropiación de las fiestas como elemento central de la
identidad urbana de Cartagena.
11. Las Fiestas de
Independencia constituyen un lazo de las culturas populares de Cartagena
con las otras culturas regionales del país y con las manifestaciones
culturales del Gran Caribe.
*A propósito de la
culminación de las Fiestas de Independencia 2011 comparto este texto que
recoge los principios para una política pública acordados
colectivamente para guiar el proceso de Revitalización de Fiestas de
Independencia desde 2003 y 2004, en su etapa reciente. Un proceso
ciudadano que ha contado totalmente o a medias con el apoyo de la
Alcaldía de turno. Un proceso que ha rendido frutos tangibles,
innegables y maravillosos. Que tiene deudas también, que vale la pena
evaluar.
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