Mirando lo de otros
El ser humano tiende a mirar lo que no le pertenece. Cuando niños experimentábamos aquella sensación en que los juguetes de los demás eran los que queríamos.
Conociendo Dios la actitud y tendencia del ser humano, se adelantó y dejó establecido en sus mandamientos uno que nos advierte de estar deseando lo que no nos pertenece.
En Éxodo 20:17 encontramos “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
En la versión tradicional de los 10 mandamientos dice, No desearás la mujer del prójimo, limitando el mandato hasta la mujer, pero me gusta la versión de Dios, la cual al final dice que también está contemplado “ni cosa alguna de tu prójimo”.
Desde el más pequeño hasta el más grande ha experimentado en algún momento de su vida que ha codiciado alguna cosa del prójimo.
Existen hogares que están pendiente lo que el vecino tiene para también adquirirlo.
Hay personas que codician los logros de otros, las habilidades de otros, y sin saber desprecian lo que Dios les ha dado, pues por estar pendientes a los demás nunca descubren las grandezas que tienen. Mientras miremos lo del otro nunca vamos a reconocer y valorar lo que tenemos.
Debemos aprender que somos diferentes, complementos los unos de los otros, que existe una oportunidad de adquirir conocimiento de todos y mejorar cada día lo que tenemos.
Escrito por Fernando León Manosalva
Pastor Presidente de la Iglesia Misión Internacional
Consejero del Grupo de Liderazgo i7 edgarcure.com
Pastor Presidente de la Iglesia Misión Internacional
Consejero del Grupo de Liderazgo i7 edgarcure.com
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