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Pd: la historia y Gaviria
Por Jaime Restrepo V.
Al  observar el cataclismo que generó el grupo Nule en todo el territorio  nacional, y las informaciones que se derivan, llama la atención el  silencio que se guarda sobre los orígenes del poder del fracasado grupo  empresarial.
¿Cómo  es posible que esos tres jóvenes empresarios tuvieran acceso a los  círculos de decisión de los grandes contratos de infraestructura en  Bogotá y en Colombia? El Espectador dio algunas pistas sobre el tema: “Los  antecedentes de familia, las nuevas consanguinidades y sus notables  enlaces, así como el cabildeo bien administrado, permitieron al Grupo  Nule ser concebido como “los nuevos cacaos” del poder económico.”
El  vertiginoso crecimiento del grupo Nule no se dio por el esfuerzo de sus  fundadores, ni por la excelente calidad de sus trabajos: fue el  entramado de poder, los contactos y el favorecimiento político  conseguidos por los patriarcas a la sombra de la empresa familiar, los  que permitieron que los tres jóvenes de provincia se catapultaran a las  grandes ligas del poder económico colombiano.
El gavirismo y los Nule
La  historia del grupo Nule comienza en 1992, cuando tres muchachos  universitarios conformaron la empresa MNV S.A., dedicada a la  construcción de redes para el servicio de gas natural domiciliario en  Córdoba, Sucre y Bolívar.  ¿Por qué los jóvenes escogen el transporte de  gas como objeto de su naciente empresa? La respuesta se encuentra en el  poder que en aquel momento tenía un hombre en el sector minero  colombiano: Guido Nule Amín, ministro de Minas y Energía del gobierno de César Gaviria (1990 – 1994).
Los Nule comenzaron a trabajar en un sector en el que podían aprovechar los contactos y el poder que ostentaba Nule Amín.  Fueron esos contactos, creados durante el gobierno Gaviria, los que  impulsaron el crecimiento y los contratos para la novel empresa.
Además, cuando Guido Nule Amín salió del Ministerio, según cuenta El Espectador,  ya tenía oficio en la empresa de su hijo y de sus sobrinos: la  Presidencia de MNV S.A.  De ahí en adelante, los contactos y las  gestiones de Nule Amín les permitieron ampliar sus actividades e  incursionar en la construcción de vías, acueductos y viviendas de  interés social. 
Luego, en 1998, la empresa se trasladó a Bogotá,  en donde comenzó a contratar con el Distrito y con el Instituto  Nacional de Vías. Eran las épocas de Enrique Peñalosa en la Alcaldía  Mayor de Bogotá, quien les adjudicó los primeros contratos menores en la  capital del país.   
Sin  embargo, el primer gran contrato de los Nule en Bogotá les fue  adjudicado durante la segunda administración de Mockus: el manejo de una  de las tres zonas para la gestión de redes del Acueducto, contrato que  terminó en un tribunal de arbitramento ante la Cámara de Comercio.  Pese  a lo anterior, la administración de Mockus le adjudicó a una empresa  del grupo Nule, la firma Ponce de León, el manejo de los patios y grúas  de control de tránsito en Bogotá.  
¿Y  qué relación política podría tener Guido Nule Amín con Antanas Mockus?  Solo se ve un poderoso nombre en común: César Gaviria Trujillo, quien  nombró a Nule Amín como Ministro y a Antanas Mockus como rector de la  Nacional.  En otras palabras: ambos comparten al nominador para los más  altos cargos públicos de nombramiento que han ejercido.
Las  relaciones de poder del grupo Nule con el círculo cercano de César  Gaviria no solo se evidencia en los contratos que obtenían, primero en  la Costa Atlántica y luego en Bogotá, sino también en la ampliación de  los tentáculos de poder de ese grupo en otras actividades, como los  medios de comunicación.  En 2004, los Nule se convirtieron en socios de la revista Cambio.   En ese momento, la revista de María Elvira Samper, Roberto Pombo,  Ricardo Ávila y Mauricio Vargas, atravesaba una grave crisis financiera y  los Nule prometieron aportar un millón de dólares de la época, para  superar la  situación.
¿Quién llevó a los Nule a la revista Cambio?  El periodista Mauricio Vargas, ex ministro de comunicaciones de César  Gaviria Trujillo y amigo de la familia de Guido Nule Amín –quien  remplazó a Vargas como ministro de Comunicaciones de Gaviria-.  Sin  embargo, la relación de Mauricio Vargas con los Nule no se quedó en la  revista Cambio.  De hecho, los Nule tenían un contrato de asesoría de medios con la firma Dattis, propiedad de Mauricio y Darío Vargas. 
Si  antes del gobierno Uribe el común denominador era César Gaviria  Trujillo, desde el año 2002, el nombre de Joselito Guerra de la  Espriella es el que aparece como el motor que impulsa al grupo Nule a  las ligas mayores de la infraestructura nacional.
Joselito  Guerra es señalado como el puente entre el grupo Nule y la Casa de  Nariño. Guerra y Uribe pertenecieron al Movimiento Poder Popular de  Ernesto Samper y allí, según dicen, se fraguó una amistad personal que  Uribe honró con el nombramiento de la hermana de Joselito como directora  de Colciencias y luego, como ministra de Comunicaciones.  Esa cercanía  facilitó el desarrollo de la concesión de la doble calzada Bogotá -  Girardot, a cuya adjudicación se opuso el entonces Procurador, y  seguramente influyó en el préstamo de 26 mil millones de pesos que le  hizo la Dirección Nacional de Estupefacientes al grupo Nule. 
Sin  embargo, la vinculación de los Nule con Joselito Guerra no viene del  uribismo sino de Miguel Nule Amín, miembro del Nuevo Liberalismo  (partido representado por Gaviria como Presidente): Nule Amín fue  respaldado por la familia Guerra en su aspiración a la gobernación de  Sucre, en 1991, y fue en esa campaña que se consolidó la amistad entre  los Guerra y los Nule.
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