lunes, 21 de marzo de 2011

Libia y el cristal con que se mira, por Yolanda Morales

La intervención militar de Estados Unidos en Libia no fue fácil ni tampoco fue la primera opción que tenía en mente el presidente Barak Obama… eso es lo que ha dicho en una rueda de prensa en Brasil. Y al menos esta vez yo sí le creo.
Supongo que su Premio Nobel de la Paz, le tenía las manos atadas para dirigir cualquier estrategia bélica dentro y fuera de su territorio, aun cuando se tratara de ingresar por segunda vez al país africano que es el tercer productor de petróleo del mundo.
Solo así se entiende la indiferencia diplomática que había mostrado EU a las acciones represivas que asumió el gobierno de Muamar Kadafi sobre el pueblo libio, para frenar el avance de la Revolución.
Y no es que yo esté a favor del intervencionismo estadounidense.
Más bien es que, revisando algunos pasajes de la historia bilateral de Estados Unidos con Libia, sobre todo la que me tocó ver en televisión, en 1986, me parecía lo más natural que el primero en decir “vámonos a Libia”, fuera precisamente el líder de EU. Después de todo, Kadafi es uno de los enemigos naturales Estados Unidos, como lo fue Sadamm Hussein y Osama Bin-Laden.
En 1986 el pretexto de Ronald Reagan para bombardear territorio libio fue un atentado terrorista en una discoteca de Berlin, donde murieron dos militares americanos.
Hoy, según Obama, el avance estadounidense tuvo su detonante en la amenaza de Kadafi sobre el pueblo libio: “nosotros no podemos permanecer sin hacer nada cuando un tirano dice a su pueblo que no habrá misericordia”, justificó.


Francia en la foto Apenas a fines de la semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la imposición de la zona de exclusión aérea sobre Libia, para proteger al pueblo de los ataques bélicos de su líder, Muamar Kadafi.
Los estrategas de la ofensiva militar de la coalición internacional son Francia, Reino Unido y Estados Unidos. De hecho, ha sido Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, el primero en dar los pasos para avanzar sobre el territorio libio.
Sarkozy, reconoció antes que nadie al Consejo Nacional de oposición Libio, y dicen que fue el más interesado en convencer a los 15 representantes del Consejo de Seguridad de la ONU de que aprobaran la resolución contra Kadafi (el diario el País, de España, informó que llamó personalmente a los representantes por teléfono para convencerles).
Ah, un comentario al calce. Francia está en vísperas de las elecciones presidenciales y Sarkozy no ha dicho aún si irá por la segunda vuelta en la elección donde su partido, el socialista, está coqueteando con Dominique Strauss Kahn, director gerente del FMI, para “candidatearle”.
En fin, encima de todo, llama la atención que la operación denominada “Odisea del amanecer” está integrada por 23 países, la mayoría economías desarrolladas que apenas están asomando la cabeza tras protagonizar la crisis económica mundial de 2008. Según consta en la historia, la industria armamentista es un acelerador potente de la economía. Quizá… la recuperación económica está ya en marcha y tendríamos que agradecérselo a Libia. Cosas que pasan.


Por Yolanda Morales

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