jueves, 24 de marzo de 2011

BID y el progreso de América Latina y el Caribe

La importancia del BID, el Banco Interamericano de Desarrollo, en el progreso de América Latina y el Caribe... Eso se demuestra en el respaldo que la entidad le brinda a países como República Dominicana, Perú y México y que registramos aquí en el RADAR. 

LuisEmilioRadaC


IDB

Marzo 25-2011

El BID respalda grandes proyectos de infraestructura y recursos naturales en América Latina y el Caribe

US$5.400 millones de financiamiento para la región movilizados durante los cuatro años recientes

Durante los cuatro años recientes, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha suministrado préstamos por un monto de US$2.600 millones para financiar proyectos claves del sector privado en infraestructura y recursos naturales en América Latina y el Caribe y ha movilizado otros US$2.800 millones de financiamiento para la región por medio de su programa de sindicación.
Desde la crisis financiera mundial, el BID desempeñó un papel anti cíclico muy importante. Los préstamos suministrados por el BID fueron vitales para que los países y las empresas pudieran proceder con sus inversiones en proyectos de infraestructura y recursos de gran escala, en una época de limitada liquidez mundial. La participación del Banco en esos proyectos ayudó a catalizar inversiones de otras instituciones financieras y aseguró que el diseño y la ejecución de esos proyectos coadyuvaran a la consecución de resultados óptimos en materia de desarrollo, tanto sociales como medioambientales.

El BID, trabajando con otras instituciones de desarrollo, ha sido decisivo para que la República Dominicana llevara a cabo el proyecto de construcción de una carretera de peaje de 123 kilómetros que une la capital, Santo Domingo, con la península de Samaná, que es uno de los principales destinos turísticos del país. El proyecto reducirá más de la mitad del tiempo de viaje entre ambas regiones y mejorará el suministro de bienes y servicios para la industria turística.

El BID aportó un préstamo de US$44,8 millones mientras que el Banco Europeo de Inversiones, la Corporación Andina de Fomento y Proparco, la entidad del gobierno francés consagrada a la cooperación y promoción económica, aportó otros US$102,4 millones al proyecto.
La financiación brindada por el BID y sus asociados cubrió más del 80 por ciento del costo total del proyecto. El préstamo del BID, aprobado en septiembre de 2009, fue el primero que el Banco otorgó para un proyecto de infraestructura del sector privado en la República Dominicana.

Energía renovable
El Banco también respalda proyectos de energía renovable en la región, mediante su financiamiento sin garantía soberana. Como organizador principal, el BID proporcionó US$45 millones de sus propios recursos para financiar la construcción del Proyecto Eurus, un parque eólico de 250 MW establecido en México. El Banco también estructuró un préstamo de US$30 millones del Fondo de Tecnología Limpia, uno de los dos Fondos de Inversión en el Clima (CIF) del Banco Mundial, que constituyó el primer uso de los CIF en la región. Además, el Banco y la Corporación Financiera Internacional movilizaron para el proyecto otros US$259 millones de un grupo de ocho instituciones de financiación del desarrollo y bancos comerciales.
Eurus es el segundo proyecto por orden de volumen de reducción de las emisiones de carbono, dentro del marco de los mecanismos de desarrollo limpio establecidos por las Naciones Unidas y es uno de los pilares de la estrategia de México para diversificar su matriz de energía reduciendo, al mismo tiempo, las emisiones de gas con efecto invernadero a la mitad para 2050. El BID también ayudó a asegurar que el proyecto tratara en forma adecuada los problemas ambientales y sociales y respaldó la realización de un proceso de consulta y arriendo de terrenos con la comunidad local a fin de asegurar que ésta pudiera dar a conocer sus preocupaciones y que los problemas fueran tratados.

Refuerzo del aporte al desarrollo
El BID también apoya un proyecto esencial del Perú para la explotación de sus vastas reservas de gas natural en los yacimientos de Camisea.
El Banco otorgó un préstamo de US$400 millones y movilizó US$400 millones adicionales de siete instituciones financieras distintas, para financiar la construcción y operación de una planta de licuefacción de gas natural, un terminal marítimo y un gasoducto de 408 kilómetros de extensión y 69 centímetros de diámetro que conecta la planta de licuefacción con el gasoducto existente. El proyecto, denominado Perú LNG, elaborará gas natural licuado a partir del gas natural extraído de los bloques 56 y 88 de los yacimientos de Camisea.
Perú LNG, cuyo costo total asciende a US$3.900 millones, aproximadamente, representa la mayor inversión extranjera directa realizada en la historia del Perú y se prevé que generará anualmente ingresos por valor de unos US$1.000 millones por concepto de exportaciones, estimándose que el total de las exportaciones del país aumentará alrededor de 4,2 por ciento gracias a ello.
Además del financiamiento, el BID ha desempeñado un importante papel de respaldo a medidas que aseguren que el proyecto rinda beneficios ambientales y sociales a las comunidades locales.
Perú LNG ha establecido programas que brindan asistencia técnica, capacitación, asesoramiento empresarial y acceso al crédito para pequeños agricultores. Promueve, asimismo, mejores prácticas sanitarias a fin de reducir las enfermedades del ganado. Este programa ha beneficiado a más de 2,500 familias, ha vacunado a más de 194.000 animales y ha brindado capacitación a 540 criadores.
El proyecto ha invertido en programas de salud y educación para las comunidades locales. Se han registrado más de 60.000 consultas médicas a las que asistieron más de 30.000 personas. El proyecto ha provisto capacitación para 271 maestros, estimándose que ha beneficiado a 20.000 estudiantes de la región. Por medio de asociaciones se donaron materiales didácticos a escuelas locales, incluyendo computadoras, libros y 20.000 juegos de útiles escolares y paquetes de ropa de abrigo para niños.
El BID también ha respaldado medidas que le han permitido a la comunidad controlar la observancia de los compromisos sociales asumidos por el proyecto y los consiguientes impactos ambientales. El programa cuenta con 82 controladores locales, escogidos por las comunidades. El proyecto también respalda un plan de restauración de la vegetación en el entorno del gasoducto a fin de restablecer la diversidad biológica existente antes de la ejecución del proyecto.
La ejecución de la mayoría de las operaciones del BID sin garantía soberana está a cargo de su Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo (SCF).




























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