viernes, 11 de marzo de 2011

Cuando los abuelos estorban, por Humberto Mendieta. CARNAVAL 2011


 
El CARNAVAL es algo serio, serísimo, aunque tengamos una máscara, sábado, domingo, lunes y martes en la ciudad de Barranquilla, mientras se realiza año tras año.
Comentarios como este que nos regala Humberto Mendieta, nos reitera ese aserto: el CARNAVAL es algo importantísimo para Barranquilla, la Región Caribe, Colombia y el mundo. Por algo, la UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, tomó la decisión de que sea Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, como lo señala el autor de esta nota, preocupado por lo que ocurre en medio de la rumba.
El CARNAVAL siempre será un goce, aunque se presenten tropiezos en su organización. Sin embargo, sería muy agradable que podamos organizarlo más y mejor, para que al final de cada jornada anual, podamos decir: “Este CARNAVAL fue mejor que el del año anterior”.
Humberto Mendieta y su pluma… como dice mi amiga Soraya: “este es el comentario más coherente, acertado y puntual que se ha hecho sobre la organización del Carnaval de este año”, están aquí en el RADAR.

LuisEmilioRadaC
Pd: “Cuando los abuelos estorban”
Cuando los abuelos estorban
Por Humberto Mendieta
Que la Unesco tenga piedad de nosotros y por esta vez, de nuevo, nos perdone. Porque si alguno de los expertos vino a la Batalla de Flores debió sentir un profundo arrepentimiento de haber dado el aval para que este Carnaval en Barranquilla sea Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, un título que ha servido para el mercadeo de la ciudad y de decenas de empresarios. Y para que la fiesta crezca en otros espacios, como lo ha hecho exitosamente.
Pero no hay derecho a que cada año se repita la historia y la Fundación Carnaval de Barranquilla diga que sí, que es verdad, que los artistas de la televisión nacional, que los tráileres, que la gente chic divinamente paseándose para que la vean sin ninguna participación activa, quitándole el puesto a quien bien se lo merece y lo ha cultivado por centurias, noches de desvelo y ahorros de donde no tiene. Que no saben cómo pasó. Cuando es la Fundación la que organiza todo.

Toda esa carreta del patrimonio no sirve para nada si no hay reglamentación y rigor en el cumplimiento de las normas que se deben imponer. Porque aquí lo que se evidencia es un tráfico de influencias de amigotes ‘tomatrago’ y esnobistas que quieren salir en el evento menos técnico de la festividad, pero más apetecido como vitrina y a la que tienen derecho quienes lo trabajan. Sí, ya sabemos que la declaratoria de Patrimonio es precisamente para eso, para protegernos del riesgo, para salvaguardarnos. Solo que no hay control.
 
¿Cuánto visitante pensará que esta es una estofa de pantalleros?, ¿que es una feria de camiones? De músicas diversas sí, pero amparadas por el espíritu de una ciudad que se precia de open mind y por eso deja que todo pase. Inclusive que un gigantesco parlante reguetonero se trague de un zarpazo con sus 30 mil decibeles a un glorioso millo. Ni siquiera es una discusión de clases. Y va un ejemplo: Los Gorilas son una reconocida familia, participan bien y seguro no tienen que acudir a argucia social alguna para estar donde están.  
Es necesaria la reglamentación del Carnaval para que quienes intervengan cumplan con las funciones y competencias.
Hay que ver el poder que genera el Carnaval y el manejo manipulador de los medios de comunicación diciendo casi siempre que todo fue esplendoroso. En realidad es fantástico como evento general, y por eso lo peleamos aquí. 

Recordemos que cada año la Unesco nos vigila. No nos sorprenda una notificación que desmorone lo construido.

Pero también hay que resaltar el Carnaval del Suroccidente, la Noche de Tambó, el de la 17 y la 44 como espacios de inclusión.
Y este año el golazo en el Romelio con Festicarnaval, un rescate oportuno de nuestra música raizal.
Si no hubiese sido por esta tradición, el único abolengo que tenemos los barranquilleros no existiría. Pero aquí pasa como cuando los abuelos estorban y son recluidos en un cuarto de San Alejo o en un asilo para ocultarlos por su vejez, por inoportunos y auténticos. Por su hedor o sus manías. O porque se beben sus rones detrás de la puerta y a la nieta adolescente de la casa la avergüenzan delante de sus nuevos mejores amigos.


Y se olvidan que fueron esos abuelos los que construyeron todo. Para un páter familia del Carnaval, es decir un centenario grupo como la Danza del Congo Grande o El Torito, o cualquiera de los emblemáticos, desfilar a las 8 de la noche en la Batalla de Flores es el solitario y frío asilo. A pan y agua.













1 comentario:

  1. Carla Celia, directora de la Fundación Carnaval, ha tenido muy en cuenta las observaciones del RADAR, cosa que le agradecemos.
    Como lo he señalado en otros escenarios, lo único que pretendemos es acompañar procesos. Y este del CARNAVAL es muy importante para Barranquilla, la Región Caribe y Colombia.
    Ella, a raíz del escrito de Humberto Mendieta, que circula a nivel mundial por este Blog, nos señaló lo siguiente:
    CARLA CELIA:

    “Luis Emilio lo más triste es la reglamentación existe...
    Pero suceden ahí varios fenómenos:
    El primero, es que, como las entradas a los desfiles son tan traumáticas por el volumen de gente entrando, las REVISIONES, en ocasiones no son tan exhaustivas como se quisiera y ahí los mismos grupos meten camuflados, pendones y compromisos comerciales, que no siguen los lineamientos de tamaño y diseño del manual.
    La otra es de sonidos que transportan en camiones y carros con publicidad y que presentan un diseño a la fcb y en la realidad otra cosa es…
    Y la tercera es de nuestros mismos patrocinadores que ingresan publicidad sin registro, ni revisión.

    TEMA SENSIBLE
    Es un tema sensible, al cual tenemos que ponerle todos los esfuerzos y reglamentar realmente quienes participan en la Batalla de Flores realmente…

    Este año que haremos el Plan de Salvaguardia los controles y manual de participantes serán muy drásticos duélale a quien le duela...”

    Enviado desde mi BlackBerry de Movistar

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