sábado, 3 de julio de 2010

Fracaso de los mejores de América en el Mundial



EL FRACASO DE LOS MEJORES DE AMERICA EN EL MUNDIAL DE SUDAFRICA


Por Rafael Rada C
Todos esperábamos ver una final suramericana en el mundial de Sudáfrica 2010.
Brasil y Argentina aunque clasificaron sin mayores apremios en cada uno de sus grupos, no fueron capaces de superar a verdaderos grandes del fútbol mundial, Holanda y Alemania.


Brasil si bien mostró destellos de su gran calidad futbolística, fue un equipo bastante limitado, contenido, donde se evidenció la mano de un técnico como Dunga, ex campeón de fútbol con la verde-amarilla, y gran líder en la cancha. El estratega brasilero mostró lo que fue como futbolista, un hombre con bastante vocación defensiva.
Alemania derrotó a Argentina: 4-0

Por el lado de Argentina, la situación fue más de la ausencia de técnico.
Maradona, uno de los grandes de la historia del fútbol mundial, estuvo esperando todo el tiempo una jugada mágica de Lionel Messi, que, nunca llegó. Cuando Argentina
se enfrentó a México, mostró que tenía un buen número de individualidades, pero nunca un equipo.

Lo cierto es que alrededor de los dos equipos suramericanos se generaron unas expectativas que los equipos no colmaron. Y aún más por el lado de los argentinos que, se creyeron campeones del mundo antes de jugar el mundial. Y de verdad hay que decirlo, un individuo como Maradona no merecía ser campeón mundial de fútbol, como técnico; hubiera sido una mala señal para la juventud.

Julio 3 de 2010.

1 comentario:

  1. El partido del día: humildad vs arrogancia.

    Ganó el mejor.

    La arrogancia decidió retar a la humildad a jugar un partido de fútbol; ésta última aceptó la propuesta y cada una de ellas escogió un grupo de elementos para integrar su equipo.
    La arrogancia se hizo acompañar de su hermana gemela, la prepotencia, para que liderara el medio campo. En la defensa colocó a la mentira, la trapisonda, el malgenio y a la grosería. En el medio campo como compañeros de fórmula de la arrogancia y formando una línea de tres alineó a zancadilla y a resentimiento. Y la delantera, estaba conformada por la altivez, el desprecio y su primo hermano, menosprecio.

    Humildad recurrió a una formación compuesta por sencillez, transparencia, compañerismo, lealtad, amistad, decencia y otros elementos más, que nadie quería saber de ellos antes del partido.

    Y empezó el juego. Los integrantes del equipo dirigido por arrogancia jamás pudieron ponerse de acuerdo entre sí, cada uno de ellos andaba por su lado, creían que lo que hacían era lo mejor y constantemente erraban al momento de pasarse la responsabilidad el uno al otro.
    De otro lado, los pupilos de humildad, se unieron, conformaron un verdadero equipo, se olvidaron de los individualismos y finalmente golearon a los dirigidos por arrogancia.
    Sencillez hizo un gol de palomita, demostrando que no se requiere de mucha pompa para lograr lo que se busca; decencia de media bolea hizo el mejor gol de la tarde, y los otros dos goles, fueron autogoles, uno de malgenio y el otro de zancadilla.

    Finalmente triunfó quién más respetó al público, quién trabajó con seriedad y sin triunfalismos; pero sobre todo, triunfaron porque nunca se creyeron los mejores.

    Ve carajo, esto se me parece a un partido que vi esta mañana, nojoñe.
    Buenas noches.

    Rafael Rada Conrado
    Julio 3 de 2010.

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