viernes, 4 de junio de 2010

Santos o el uribismo con rectificaciones


Horacio Brieva es uno de los barranquilleros que ha estado siempre atento a los acontecimientos que se presentan en Barranquilla, la Región Caribe, Colombia y el mundo.
Y como muchos, piensa que ganó Santos. Y que nada se puede hacer, porque el presidente Uribe se salió con las suyas nuevamente.
Para remate, Mockus, Petro, Peñalosa y el grupo verde no se ponen de acuerdo.
Anoche, Antanas Mockus dejó la puerta abierta para que entrara el Polo. Y hoy apareció Peñalosa diciendo que no se acomodaría en una tarima con Gustavo Petro.


¿Será que los verdes están soñando que pueden ganar sin Petro?
Si es así, son unos soñadores, que no entienden a este país. Y nunca podremos tener un presidente de ese Partido. Las alianzas se NECESITAN, como dice nuestro colega Ricardo Rocha.

Leamos a Horacio Brieva, quien le envía unos interesantes mensajes a Juan Manuel Santos, si gana la presidencia.

LuisEmilioRadaC
Pd:

Santos o el uribismo con rectificaciones
Por Horacio Brieva

Creo que los resultados de la primera vuelta presidencial merecen una observación lo más objetiva y justa posible. En primer término, hay que admitir que el uribismo ha ratificado sus mayorías y el gran respaldo político que tiene en el país.

Pero con Juan Manuel Santos de Presidente está abocado a replantear su teoría sobre el ejercicio del poder.
En adelante, el uribismo está retado a civilizar su discurso y sus métodos, pues junto a las mayorías que lo respaldan, ha emergido una inmensa franja de colombianos, cohesionada en torno al Partido Verde, que está reclamando un ejercicio del poder donde el fin no justifique los medios. Los factores que han activado esta masiva y airada solicitud ética son, sin duda, las ‘chuzadas’ ilegales y los llamados ‘falsos positivos’.

Es vieja la discusión de si el Leviatán del Estado tiene sólo una
finalidad política, y si ésta finalidad es independiente de la
moral.
Mockus con su convocatoria al ‘no todo vale’ lo que ha planteado es un tema de fondo que me recuerda a José Luis Aranguren cuando decía en Ética y Política, uno de sus libros estupendos, que “la moralidad ha de inscribirse, institucionalizándola hasta donde se pueda, en la estructura misma del aparato político-social”.

No obstante haber planteado este tema ético de fondo que obliga a la sociedad colombiana a resolver sus dilemas morales fundamentales, Mockus, uno de los hombres más virtuosos que tiene el país, no supo articular su prédica con un discurso programático certero y con las hábiles flexibilidades que impone el realismo político.

Ahí se le enredó la Presidencia de la República.

A Mockus lo superó un líder no sólo más diestro que él en el conocimiento y el manejo del Estado como Santos, sino totalmente pragmático y muy eficaz. Además con un elemento a favor: la imagen del Presidente más popular que ha tenido Colombia en mucho tiempo.

Adicionalmente, Santos, en el tramo final de la primera vuelta, cuando introdujo cambios en su campaña, se jugó una carta audaz e inteligente: propuso, mientras Mockus descartaba las alianzas y ofendía a Petro y al Polo, un acuerdo de unidad nacional que marcó diferencias y cierta superación respecto al presidente Uribe, cuyo modelo en ocho años de poder ha sido más proclive a la hegemonía que a la inclusión.

Recuerdo que yo le pregunté a Santos sobre el tema en Emisora Atlántico, a cuyo noticiero matinal fui invitado gentilmente por el director Jorge Cura, y respondió que su propuesta de gobierno de unidad nacional iba en serio y que no era un simple gancho electoral.

Su discurso mesurado del domingo 30 indica que su convocatoria es un compromiso. Es muy probable que algunos de sus adversarios (los verdes y el Polo, supongo) no acepten participar en el nuevo gobierno nacional. Pero es de esperar que haya respeto a la oposición y garantías para que ésta pueda hacer su tarea de contrapeso político. Algo que Uribe nunca aceptó.

También es de esperar que haya restablecimiento de la armonía y la colaboración con los otros poderes públicos. Y un mejoramiento sustancial de las relaciones con los países vecinos.


Es lo que podríamos llamar un uribismo con rectificaciones.

horabm@yahoo.es

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