miércoles, 16 de junio de 2010

Palacio de Justicia ¿Se equivocó de edificio?, por Horacio Brieva



Repetimos, la violencia no es el camino…

El diálogo debería ser el modelo a seguir, aunque a veces,
el ser humano se deja llevar por sentimientos oscuros,
que al final lo precipitan a terminar con
su propia vida, como le pasó a los colombianos que se “embarcaron”

en el asalto del Palacio de Justicia hace casi 25 años.

Hoy el colega Horacio Brieva, retoma el tema en su columna de
El Heraldo,porque eso no ha terminado, como dice él,
todavía falta la segunda parte.


Y en esta, hay algunos periodistas y columnistas que
consideran que el coronel Luis Alfonso Plazas es inocente…

Como le dijo él a Humberto Mendieta:
“estaba cumpliendo con mi deber”.


Sigamos leyendo a Horacio, porque en las redes
de periodistas había hecho algunos comentarios pertinentes,
hablando del tema.

LuisEmilioRadaC

Pd:


¿Se equivocó de edificio?
Por Horacio Brieva

Hay un escritor y periodista colombiano, Eduardo Mackenzie,
radicado en París desde hace varios años, de pluma brillante y feroz,
y experto en ir contra la corriente, que sostiene en un artículo
titulado ‘Talibanismo judicial’,
que en el Palacio
no hubo desapariciones forzadas y que el
coronel Luis Alfonso Plazas Vega es inocente:
“el héroe de la liberación del Palacio de Justicia
en noviembre de 1985, quien rescató a 244
rehenes”.

Y María Isabel Rueda en su columna de El Tiempo,
‘Imposible despejar la duda’, dice que las pruebas
contra este ex oficial generan sospecha de fragilidad.


Falta la segunda instancia: en ésta habrá
que ver si los controversiales enfoques de
Mackenzie y Rueda son acertados.


El polémico fallo nos ha retrotraído a los luctuosos
hechos del 6 y 7 de noviembre de 1985.
Sobre éstos escribió una interesante columna
el colega Humberto Mendieta, ‘Aquel noviembre de 1985’,
que termina con una expresión sugestiva:
“Sin duda el M-19 se equivocó de edificio
porque si hubiese asaltado el del frente del Palacio,
es decir el del Congreso, el gobierno hubiera negociado
sin sangre ni fuego”
. Yo creo hoy que esta acción fue equivocada,
cualquiera hubiese sido el edificio
seleccionado, porque fue dirigida contra un presidente que
había sido amplio y generoso al convocar al grupo guerrillero
a hacer la paz.
Casa donde se coordinaban las operaciones para la toma del Palacion de Justicia


Recuerdo que Andrés Almarales, quien conformó el comando legal
que el movimiento asignó para llevar su vocería
junto a Alfonso Jacquin, Antonio Navarro,
Vera Grabe e Israel Santamaría, usaba con
frecuencia palabras humillantes contra los militares
mientras el grupo en tregua adelantaba los diálogos de paz
que comenzaron el 24 de agosto de 1984 en Corinto (Cauca)
y se rompieron el 21 de junio de
1985 con el llamado del M-19 a convertir un paro cívico nacional en
insurrección popular.

Llamado que, por supuesto, la población
participante no acató.

En medio de esos frustrados diálogos, el M-19,
recuerdo también, empezó a instalar dizque
‘Campamentos de Paz’ en las principales
ciudades, en los cuales no sólo se atendían las demandas
y conflictos
de la comunidad sino que se hacían demostraciones
de clara simbología militar.


Todo esto en desarrollo de la estrambótica decisión
que adoptóen su novena conferencia en Los Robles (Cauca),
en marzo de 1985, de construir un gobierno paralelo al
gobierno constitucional.

Estas irresponsables formas de proselitismo legal,
mezcla de arrogancia y guerrerismo, tenían obviamente
que resultarles inaceptables a las
autoridades. Y contribuyeron a tensionar el proceso.

Rota la tregua, el M-19 eligió el terrorismo tomándose el Palacio.

Fue lamentable que Alfonso Jacquin –orador gigante y uno de mis
grandes amigos generacionales– muriera a los 31 años y que fuera
uno de los actores centrales de esa desgracia. Como abogado que era,
Alfonso creyó que la Corte Suprema de Justicia era el escenario ideal
para hacerle un juicio político al Presidente por su supuesta traición
a los acuerdos suscritos.


Fue él quien convenció del terrorífico plan a
Álvaro Fayad, el comandante del M-19.

¡Y pensar que Alfonso era de
los que se asustaba hasta con un agente de tránsito!

horabm@yahoo.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario