viernes, 15 de enero de 2010

"Íngrid y yo, una libertad agridulce". Libro de JC Lecompte

¿Qué pasó entre Íngrig Betancourt y Juan Carlos Lecompte?
Los colegas de Semana, nos regalan esta historia, que se completará el 21 de este mes, cuando Lecompte presenté el libro: "Íngrid y yo, una libertad agridulce".

El hombre está dolido.
Claro que dice que es mejor que se burlen de él, en vez de que le tengan pesar.

La vida cambia permanentemente... El dice: "eso me lo había adelantado mi sicóloga".

Aquí está la nota de Semana.

LuisE

Pd:
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Lecompte le saca los trapitos al sol a Íngrid Betancourt
“Cuando bajó del avión solo me cogió el mentón y me dijo: ‘Hola Juanqui. Yo me imaginé de todo, pero nunca eso” escribió Juan Carlos Lecompte en ´Íngrid y yo, una libertad agridulce’
“Cuando bajó del avión solo me cogió el mentón y me dijo: ‘Hola Juanqui. Yo me imaginé de todo, pero nunca eso” escribió Juan Carlos Lecompte en ´Íngrid y yo, una libertad agridulce’

GENTE. El 21 de enero se publicará el libro ‘Íngrid y yo, una libertad agridulce’, en el que su ex esposo, Juan Carlos Lecompte, se despacha. La califica de egoísta, materialista y obsesiva con la religión.

Jueves 14 Enero 2010

Juan Carlos Lecompte, el segundo esposo de Íngrid Betancourt, publicará en Francia el libro "Íngrid y yo, una libertad agridulce". En él describe a una mujer fría y materialista, que según Lecompte no supo agradecer lo que él hizo por ella, una mujer que en sus palabras el ya no reconoce.

El reencuentro


El 2 de julio de 2008, día en que Íngrid fue liberada, las cámaras de televisión registraron el momento en que se reencontraron después de más de seis años en los que ella estuvo secuestrada. Sin embargo, algo había pasado. Ella apenas lo saludó. Fue evidente que entre los dos todo se había acabado.

Lecompte escribió un libro en el que refleja toda la amargura que sintió a partir de ese momento y revela otros episodios de una relación que acabó mal. Según él no busca una revancha, sino que escribió “para voltear la página”.

Los extractos del libro fueron publicados por el diario L'Express que reveló apartes en su página Web.

“Cuando bajó del avión solo me cogió el mentón y me dijo: ‘Hola Juanqui'. Yo me imaginé de todo, pero nunca eso”, cuenta el ex esposo de Íngrid en su libro. “Me dio una palmada en la mejilla, pero yo lo tomé como una bofetada”, agrega.

Dice que hay gente que socarronamente lo saluda, como ella lo saludó en ese momento, para burlarse. “Lo tomo bien. Es mejor que se rían de uno, a que le tengan pesar”, dice.
Sobre ese día reflexiona: “Después de todo mi sicóloga me lo había advertido: ‘Cuando liberen a Íngrid, su reacción podrá sorprenderlo’”.

“Realmente quise que me tragara la tierra, cuando en su primer discurso le agradeció al planeta entero, menos a mí”, escribe en otro de sus apartes.

Lecompte describe a Íngrid como a una persona enfocada en el dinero, que él desconoce ahora.

“Para vivir en París y llevarse a Melanie y Lorenzo de vacaciones, ella me reclamó 50 mil dólares. Yo ignoraba que la República de Francia le pagaba todos sus gastos y que el Presidente (Sarkozy) la invitó a las islas Seychelles”, escribe.

“Le propuse 30 mil dólares inmediatamente, el monto del Premio Roma para la Paz y la Acción Humanitaria, que yo recibí en su nombre y que guardé esperando su liberación. Para ella no era suficiente. Le dije que le podía dar 10 mil dólares adicionales vaciando mi cuenta. Los cogió”, escribe.

“Íngrid ignoraba que durante 6 años 4 meses y nueve días yo me dediqué sin descanso a lograr su liberación. No fue sensible al sacrificio. Cobró el cheque diciendo que era insuficiente”, agrega Lecompte.

El divorcio

La forma en que ella le pidió el divorcio está llena de dolor. Dice Lecompte que fue cuando oficialmente dejó de amarla.

“El Primero de enero de 2009 me empezó a pedir que conciliáramos el divorcio. El 10 de enero los médicos me dijeron que a mi padre solo le quedaba una semana de vida. Le dije a Íngrid 'espérate un poco que mi papá se vaya y después, te lo prometo, te firmo todos los papeles que quiera'. Pero aparentemente se necesitaba más para que se sensibilizara. Íngrid no quiso esperar, era como un capricho. Ya nada tenía importancia, ni si quiera la muerte de mi padre. Mandó un abogado al día siguiente, el 11 de enero, al hospital. Es el día en que oficialmente dejé de amarla. Ya no reconocía a mí mujer”.

En su libro Lecompte revela que poco después de su secuestro la familia de Betancourt recibió un video de ella llorando por la muerte de su padre. En el video también había una declaración de su asesora, Clara Rojas (quien era asesora de campaña de Íngrid en el momento en que fueron plagiadas) para su mamá. Sin embargo, esa declaración nunca se le entregó por temor a que las imágenes del estado de Íngrid circularan en la prensa.
La relación de Betancourt y Rojas se deterioró durante el cautiverio.

Ingrid Betancourt está retirada de la vida política a diferencia de Rojas y Luis Eladio Pérez, quienes se presentarán a las elecciones al Congreso en Colombia.

Según la prensa francesa, ella pasa su vida entre Nueva York, donde su hija Melanie estudia cine; las islas Seychelles, Francia, donde vivió con su primer esposo en los 80’s y Paris, donde pasó parte de su infancia.

En esos lugares busca su recuperación sicológica tras los duros años del cautiverio en la selva. Además, está haciendo un libro de reflexión sobre el secuestro.

Paralelamente, la franco-colombiana participa en un proyecto de película autobiográfica cuyos derechos fueron vendidos a la productora de Hollywood, Kathleen Kennedy.

Sobre lo ocurrido en la selva, mientras Ingrid estuvo secuestrada por las Farc junto a otras personas, ya se han escrito tres libros: Cautiva, por Clara Rojas (candidata al Senado); Siete años de cautiverio, por Dario Arizmendi y Luis Eladio Pérez; y Fuera de Cautiverio, 1967 días en la selva colombiana, por Keith Stansell, Marc Gonsalves y Tom Howes. Solo en el de Pérez, la ex candidata presidencial sale bien librada.

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