domingo, 31 de mayo de 2009

El Periódico El Sol, de Luis Roncallo Fandiño.

Lo que escribió el colega Luis Roncallo Fandiño, el día que salió Javier Darío Restrepo de el periódico El Colombiano.
Estaba en mora de entregarles esta nota.
Con Luis tenemos una amistad de muchos años y que se ha mantenido porque hemos estado en el trajín periodístico todo el tiempo. Me alegra que le esté apostando al periodismo virtual y lo está haciendo, como lo sabe hacer: con grandeza y con estrategia de negocios. La idea es que medios como el Periódico El Sol, que él dirige, se mantenga en el tiempo.

Lo que escribió Roncallo, de inmediato.

Luis Emilio Rada C.

Pd:

Bienvenido al Caribe maestro Javier Darío Restrepo
El Caribe es la verdadera patria de todos los colombianos. Cada vez que alguien es maltratado en el resto del país, aquí lo acogemos con fraternidad y cariño. Apegado a esta tradición centenaria y quizá milenaria, Gustavo Bell Lemus, hizo sonar las campanas de la solidaridad con el colega, Javier Darío Restrepo, a quien le sellaron la columna en El Colombiano pretendiendo callarlo porque su voz disentía de la de los dueños y directivos de El Colombiano. Que debería traducirse Colombia NO.
Al igual que hacen los violentos de blandir la motosierra y el machete contra sus víctimas, al colega y maestro Javier Darío Restrepo se le ha cercenado el derecho a la opinión libre, de un machetazo antiperiodístico. Esto es grave de que después de 17 años se tome una decisión tan ramplona contra un periodista que como Javier Darío Restrepo es honra y prez de la nación.
No es Juan perico de los palotes
Javier Darío Restrepo no es Juan perico de los palotes, es un maestro con más de 45 años de respetable ejercicio del periodismo. El, dirige los talleres de Ética en la "Fundación para el Nuevo Periodismo en toda América Latina", del que Gabriel García Márquez es el principal mentor. Fue Defensor del lector de El Tiempo y de El Colombiano de Medellín. Se trata de un profesional de amplia y limpia trayectoria, demostrada en sus labores en prensa escrita (40 años) y televisión (25 años); experto en ética periodística, catedrático de las universidades Javeriana y de los Andes, y conferencista en temas de comunicación social. Fue miembro fundador de la Comisión de Etica del Círculo de Periodistas de Bogotá y del Instituto de Estudios sobre Comunicación y Cultura -IECO-. Es columnista de El Espectador de Bogotá.
Entre otros reconocimientos, se le han otorgado el premio Nacional del periodismo Simón Bolívar, en dos ocasiones (1985 y 1986) El premio Editorial Planeta (1995) para libro periodístico. En 1997, durante el I Congreso Latinoamericano de Periodismo, recibió el premio latinoamericano a la ética periodística otorgado por el Centro Latinoamericano de Periodismo -CELAP-, auspiciado por la Universidad Internacional de la Florida. Es autor de varios libros que recopilan sus trabajos periodísticos y su labor como pedagogo de un periodismo ético, lo que le ha dado el mejor capital de que pueda gozar un periodista que es la alta credibilidad que posee.
Cada quien hace de su capa un sayo y de su vida una ruana, pero un periódico no debe ser el escudo de los yerros gubernamentales o de las prepotencias de los gobernantes pues termina siendo víctima toda la nación e incluso ese periódico de esas bajadas de cervíz y esos arrodillamientos frente a los poderosos.
La salida obligada del maestro Javier Darío Restrepo le quita respetabilidad al diario ‘El Colombiano’, de Medellín y realza el talante de este prestigioso periodista, al tiempo que desdice de un gobierno que cuando no puede por las buenas busca los caminos de las malas para conseguir su objetivo. El Colombiano y el gobierno de Uribe se desprestigian con la abrupta y torpe salida del maestro Javier Darío Restrepo, quien ha sido llamado a El Heraldo, periódico colega del que esperamos nos permita reproducir las columnas del maestro como señal de solidaridad de nuestro incipiente medio de comunicación con uno de los más grandes del periodismo latinoamericano como lo es Javier Darío Restrepo.
Estamos seguros que El Heraldo ha tomado la mejor decisión con respecto a este maestro periodístico y en cuanto a sus lectores, pues estos últimos, entre quienes nos contamos nos beneficiamos de contar con una pluma reposada, equilibrada, seria, veraz, sin intereses subalternos.
Restrepo, quien es un hombre serio, ha revelado que desde hacía un tiempo venía haciendo críticas a la gestión del gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez y expresando su preocupación por la concentración de poder que implicaría una segunda reelección. Esta posición fue recogida en su penúltima columna, ‘Libertad de discrepar’: “Hizo falta proclamar que discrepar de un gobierno no convierte a una persona en terrorista, ni en cómplice de las FARC, ni en enemigo del presidente o de sus fervientes seguidores”, afirmó haciendo alusión a las celebraciones del Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Tonto quien crea lo que dijo Felipe Jaramillo, jefe de la página de Opinión de ‘El Colombiano’, en declaraciones a la Radio Nacional cuando afirmó que la salida de Javier Darío Restrepo se debió a un proceso normal de renovación de los columnistas de opinión que se viene dando desde hace tres años: ''Hace dos años cambiamos 27 columnistas; el año pasado, 21, y éste, doce''. Añadió que el periódico preserva todas las tendencias políticas, aun aquellas que están en desacuerdo con el gobierno. ¿quién le cree a este señor Jaramillo? Aquellos que saben que una mentira repetida cien veces hasta uno mismo termina por creer que es verdad y que son quienes propician todos estos ataques a los verdaderos periodistas.
Estamos con usted maestro Javier Darío Restrepo y compartimos su pensamiento sobre el gobierno de Uribe. No más. Bienvenido maestro al Caribe donde El Sol está a su disposición para que usted le agregue sus rayos de luz purificantes.

Por: Luis Roncallo Fandiño

1 comentario:

  1. Lucho esto es lo verdadero, lo esencial, si dejamos que atropellen a hombre grandes como Javier Darío que se deja para los de menor rango. Los medios de comunciación son muy culpables de lo que ha pasado en el país, pues se volvieron armas en manos de los políticos y los poderosos señores y han tapado la debacle nacional por mucho tiempo... por algo Gaitán les llamó "las máquinas de la ignominia y de la opresión de mi pueblo..."

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