sábado, 26 de agosto de 2023

GRAFOS VIVOS. Por JULIO CÉSAR HENRÍQUEZ

Buenos líderes son oro puro cómo expresión de la nobleza de su gente. ¿Cómo identificarlos? Existen cuatro cualidades fundacionales del arte en la política: 1. Coherencia. 2. Confianza. 3. Valores. 4. Soluciones. En una frase: El buen líder le da valor a la palabra, se gana el respeto de sus seguidores, da buen ejemplo y resuelve problemas. Lo demás es ruido.

Eso lo encontramos en una de las columnas de Julio César...

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GRAFOS VIVOS

La política tiene escenarios propicios para motivar los electores si la elocuencia es parte de la honorabilidad y el buen criterio del liderazgo. Por JULIO CÉSAR HENRÍQUEZ


“Ese señor si habla barro. Cada vez que abre la boca parece que se hunde”. Le dijo un joven a su papá, quién estaba iniciando actos proselitistas en medio del agitado debate electoral en el que habitualmente se encuentra la humanidad: Campañas con mucha bulla y pocas ideas. Su padre con una sonrisa replicó: “No importa si habla bonito o sabe mucho lo importante es que nos ayude y cumpla”.

Al escucharlos le pregunté a una eminente politóloga, con la que casualmente me encontraba, si realmente el contenido había sido vencido por el beneficio. Y si el costo era indiferente frente a la ganancia. ¿Todo parece ser mercantilismo burocrático? ¿La apuesta es ganar como sea? Ella con su acento extranjero me dijo: “Pensé que eso era en mi país. Aquí descubro que es un asunto global. Yo creo que el mejor contenido siempre triunfa. El problema es que ya no existen buenos argumentos. Todo es superficial”.

La letra muerta abunda en medio de la incertidumbre, la resignación, la insatisfacción y el sentimiento encontrado de frustración. Se apela a la indignación. No a la proposición. Criticar sin ofrecer soluciones se ha vuelto costumbre. Los hábitos y las preferencias no escuchan razones, se dejan llevar por emociones. Triunfa la agitación, el espectáculo y la gritería. Ese no es el problema. Un buen candidato debe tocar fibra. Emocionar es la cuestión. El tema preocupante es que la emoción olvide las razones de la política. 

La política tiene escenarios propicios para motivar los electores si la elocuencia es parte de la honorabilidad y el buen criterio del liderazgo. Esa no es la utopía de sociedades que creen que tienen los líderes que se merecen. Por muy burda que sea la masa el liderazgo debe ser la filigrana de la nación, el país y la comunidad.

No es un asunto de apariencia. Es la precisa formulación de la existencia. 

Buenos líderes son oro puro cómo expresión de la nobleza de su gente. ¿Cómo identificarlos? Existen cuatro cualidades fundacionales del arte en la política: 1. Coherencia. 2. Confianza. 3. Valores. 4. Soluciones. En una frase: El buen líder le da valor a la palabra, se gana el respeto de sus seguidores, da buen ejemplo y resuelve problemas. Lo demás es ruido. 

El lenguaje es la estética del pensamiento. Así como hablamos, pensamos. Como escribimos vivimos y como leemos soñamos. Los discursos carecen de formulaciones específicas porque a la gente no pareciera importarle el cómo, ni el cuándo. Ha triunfado el cuánto. Los grafos vivos son señales, signos, sentidos y significados. Líneas que unen. Números certeros. Realidades. Buenos líderes. 

Elige grafos vivos. No letras muertas.

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