jueves, 21 de enero de 2021

Aunque haya empezado la vacunación, medidas de salud pública son necesarias para reducir factores de riesgo

 - Grupo Independiente de preparación y respuesta frente a las pandemias para la OMS entregó informe

- Países pobres necesitan solidaridad y apoyo para que la vacunación llegue a toda la población


Ellen Johnson Sirleaf, expresidente de Liberia
Sin el ánimo de crear más tensión de la que ya experimenta el mundo entero, hay que mantenerse alerta, porque lo peor de la pandemia y sus consecuencias está por llegar.

Así lo asegura un informe divulgado por el Grupo Independiente de preparación y respuesta frente a las pandemias para el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que presiden Ellen Johnson Sirleaf, economista expresidente de Liberia y Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelandia.

Este Grupo evalúa la situación mundial para determinar qué ha salido mal, qué enseñanzas quedan del manejo de la pandemia y qué se puede hacer mejor en el futuro, porque las inequidades sanitarias entre los países quedaron expuestas al máximo y la amenaza de otras pandemias es bastante alta.

Además del estancamiento, y hasta retroceso, para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ocasionado por el Coronavirus, el informe señala que ha faltado capacidad colectiva para “unirnos solidariamente y crear una red protectora de seguridad al servicio de la humanidad”.



La cruda realidad de las vacunas

La llegada de las vacunas, trajo esperanza al mundo entero, pero la gente no terminaba de celebrar el trabajo de los científicos, cuando apareció el gran problema de distribución y administración del medicamento… porque algunos países garantizan el acceso a la vacuna para toda su población, pero muchos otros, solo alcanzan a vacunar al 20%.

Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelandia
La COVID-19 no comenzó en los países más pobres, pero estos sufren enormes daños colaterales y necesitan más solidaridad y apoyo de la comunidad internacional.

El reporte del Grupo Independiente de preparación y respuesta frente a las pandemias para el Consejo Ejecutivo de la OMS dice que “solo la aplicación de principios de universalidad y equidad podrá hacer que el mundo salga unido de esta crisis”.

Cómo responder a futuras pandemias

El informe del Grupo dice que sí es posible tomar medidas más decisivas y eficaces, de manera inmediata para salvar vidas y reducir los daños causados a nivel mundial, pero para ello es necesario hacer cambios de gran alcance de cara al futuro.

Recomiendan aplicar de modo integral las medidas de salud pública que frenarían la pandemia: Detección temprana de casos, rastreo y aislamiento de contactos, distanciamiento físico, imposición de limitaciones a los viajes y a las reuniones de personas y el uso de tapabocas.


Aclaran que esas medidas son necesarias aunque se aplique la vacuna, pues reducirán los factores de riesgo.

El Grupo también hace énfasis en que los procedimientos y protocolos que llevan a declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional deben incorporarse a la era digital, para reaccionar con la celeridad necesaria y afrontar el riesgo de una epidemia en días y no en semanas: “Se requiere un sistema de información distribuida, alimentado por personal de laboratorios y dispensarios locales y apoyado por herramientas de obtención instantánea de datos y de adopción de decisiones”.


La experiencia de esta crisis, que ha tenido graves repercusiones sanitarias, sociales y económicas, demuestra la rapidez con la que un virus puede arruinar décadas de progreso y de inversiones de futuro. Ante esa realidad, el Grupo considera que sería inconcebible que la comunidad internacional volviera a fallar y desoyera una vez más los llamamientos que la instan a preparar contra la amenaza pandémica.


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