¿Qué salario mínimo se merecen los colombianos?
¿Es justo?
¿Qué decisión se tomará
en estos días, en torno a ese tema?
El país está a la
expectativa…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Proponen un salario mínimo diferencial para
disminuir el desempleo en Colombia
Una de las propuestas
que ha vuelto surgir entre los técnicos y expertos es la implementación de un
salario mínimo diferencial por regiones, con el fin de impulsar la
productividad y reducir la informalidad en distintas zonas del país.
Según los expertos,
el salario mínimo de Colombia, en comparación con el ingreso promedio que tienen
los trabajadores, es “muy alto”, lo cual afecta al desarrollo y la generación
de empleo en las regiones del país donde la productividad no es muy alta.
“En ciudades
como Bogotá, Medellín y Cali, el salario mínimo se puede pagar con facilidad,
pero en el resto del país es casi imposible pagar el mínimo. En la mayor parte
del país no hay forma de pagar un salario mínimo porque es muy alto y la productividad no es la misma”, dijo el investigador de Fedesarrollo Jairo Núñez.
Al respecto, el
director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, José Ignacio López, dijo que reducir el salario
mínimo no sería positivo, pero sí que hubiera diferentes salarios mínimos en el
país, dependiendo de las regiones.
“Tener un sistema
de salario mínimo que obligue a todo el país a crecer de manera homogénea hace
que se deje atrás a las regiones y no refleja las necesidades de estas. Hay
muchos sitios del país que tienen problemas de productividad por la falta de
capital humano e infraestructura”, dijo López.
Las propuestas de los
expertos es que el salario mínimo sea más bajo en las regiones donde hay alta
informalidad, poca productividad y además donde el costo de vida es más barato,
como Chocó, con el fin de que lleguen empresas y ayuden a desarrollar la región
por medio de inversiones y generación de empleo formal.
De otro lado, el
salario mínimo sería más alto en las ciudades más desarrolladas y productivas
como Bogotá, Cali o Medellín, donde el costo de vida es más elevado.
José Ignacio López
reiteró que la discusión del salario mínimo no debería ser un tema centralizado
en Bogotá, pues eso solo hace que la brecha entre regiones se siga ampliando.
“En últimas, terminamos negociando el salario mínimo en Bogotá y de lo que no nos damos cuenta es que hasta el 80% de la población de las regiones es informal”, dijo López.
Uno de los beneficios, según los analistas, de tener un salario mínimo diferencial, o más bajo, es que más personas podrían acceder a los beneficios de ser un empleado formal, como el pago de la seguridad social.
“Si el salario
mínimo fuera más bajo, mucha más gente podría acceder a la seguridad social.
Antes de la pandemia hablábamos de que solo el 40% del empleo estaba formalizado
y hoy en día esa cifra es mucho menor”, dijo Núñez
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