domingo, 30 de abril de 2017

Murió Miguel Ángel Bastenier Por Raimundo Alvarado

Se fue Miguel Ángel Bastenier.
El periodista alcanzó a tener muchos amigos y alumnos.

Dentro de ellos, Jaime Abello Banfi y Raimundo Alvarado, quienes están sintiendo esa muerte...

Ahí es donde uno va entendiendo que estamos de paso...

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
BASTENIER


Murió Miguel Ángel Bastenier
Por Raimundo Alvarado
Tengo motivos íntimos para sentir como pérdida personal la partida del periodista español colombiano Miguel Ángel Bastenier, porque fue bastante generoso conmigo desde hace quince años cuando fue nuestro maestro durante veinte días enseñándonos como se hace un periódico y hacia donde iba el periodismo en el mundo.

Somos unos doscientos periodistas latinoamericanos los alumnos de Miguel Angel, que seguimos sus textos y sus libros, como en vida seguimos sus conferencias o debates, algo que hacia una vez al años desde 2002.
 

Sus frases rotundas son inolvidables.
Igual su memoria prodigiosa. 
Su cultura forjada con lecturas en varios idiomas, entre otras, de la historia universal, especialmente del Medio Oriente y América Latina. 
Todo eso hacían del maestro una vigorosa fuente de información.
Sé que Jaime Abello Banfi entra de nuevo a fase de duelo por esta nueva perdida de uno de los maestros de su escuela. 

La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, -FNPI- fue la casa de Bastenier en la temporada de "vacaciones" suyas cuando era alto directivo de El Pais, de España, y luego de su retiro de la planta.
 

Que triste es saber que ya no será posible volver a ver a Miguel Angel Bastenier y sentir su afecto...
El veterano experto en política internacional había sido subdirector de EL PAÍS
elpais.com
 
Alfredo Jose Villalobos Martinez Tuve la fortuna de conocerle y ser alumno suyo en un curso que nos dictó en el diario La Verdad de Maracaibo (Venezuela), su visión del periodismo no sólo regional sino mundial nos abrió los ojos y la mente, terrible pérdida...
Raimundo Alvarado
Raimundo Alvarado A las clases llevaba varias cajetillas de cigarrillos y durante toda la mañana tosía. Maravillaba por su versatilidad y capacidad para medir a las personas, ubicar su condición socio económica y decirle con respeto que debería mejorar. Eso lo hacia un gran maestro. Al principio, en julio de 2002, sentí que era duro conmigo pero con el tiempo supe que era una forma de medirme para la tarea que me tocaría asumir posteriormente como moderador de redes virtuales de periodistas, lo cual hice desde 2004. Cuando pasé la prueba empezaron los días para mi inolvidables de aprendizaje con el amigo. Del trato con rigor pasó a la generosidad que me tienen de duelo. La última vez que estuvimos en una mesa me dijo cosas muy gratas para mi vanidad. Por fortuna su pensamiento está escrito y se puede releer.

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