Bien el perro, bien la pinta, bien el carro…
Pero..., los viejos (que nos dieron tanto…) tirados en cualquier lugar de la casa
o en el asilo...
Triste es la vida, ¿cierto?
Sobre todo, cuando llega el tiempo del
cierre.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
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