jueves, 14 de enero de 2016

Lo que se espera de Santos



Todos los ojos puestos en el presidente Juan Manuel Santos. Todos pendientes de las decisiones que se tomarán hoy en Barranquilla en torno al sector energético de la región Caribe.
 
Lo que sienten y piensan los costeños, es que Santos le debe a esta parte del país su reelección. Y que sin los votos de los habitantes de esta parte del territorio colombiano el mandatario no fuera el presidente.
Y se atreven a exigirle que cumpla con las promesas de campaña.
Hay que decir que no ha cumplido. Y que la CREG se cree y pareciera que no le interesa mucho el sentir costeño.

Sería una jornada interesante.
Esperemos que se tomen decisiones sabias…

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Pd: Editorial del diario El Heraldo de hoy

Lo que se espera de Santos
Editorial | 2016-01-14

Por: Redacción
La cumbre que se celebra hoy en Barranquilla para debatir los problemas del sector energético en la Región Caribe no puede, de ninguna manera, terminar como un capítulo más en el juego del gato y el ratón que vienen protagonizando desde hace ya demasiado tiempo el Gobierno central y los empresarios y políticos costeños.
La decisión del presidente Santos de acudir a la cita merece ser valorada de manera positiva. Sobre todo si se considera que el mandatario no acude a un  encuentro confortable, sino a un cónclave en el que previsiblemente tendrá que escuchar muchas quejas por el malestar creciente que existe en la región por la escalada tarifaria en el sector energético y, además, por las deficiencias en la prestación del servicio eléctrico. La presencia del jefe de Estado le confiere a la reunión una mayor solemnidad, lo que  contribuye, obviamente, a aumentar las expectativas que existen en torno a la cita.
Desde que EL HERALDO desvelara, en diciembre de 2014, la aprobación de una fórmula de indexación de la tarifa del gas que resultaba discriminatoria para la Costa, se ha desatado un tira y afloja entre el Ministerio de Minas y la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), por un lado, y la clase empresarial y política costeña, por la otra, que ha abarcado a todo el panorama energético. Desde entonces se han producido ciertos avances –modificación de la fórmula del gas, plan de inversiones en el sector eléctrico–, pero estos resultan insuficientes para los intereses de la Costa.

El anterior encuentro entre las partes concluyó con un acuerdo que supuestamente satisfacía a nuestra región. Pero, tras el inicial júbilo, trascendió que dicho acuerdo no era obligante (lo que ha permitido a Chevron  ignorarlo, con el  efecto de que la rebaja tarifaria anunciada ha sido sustancialmente menor en la práctica) y que solo abarcaba a la gran industria, no al consumidor doméstico y comercial.
 
El argumento esgrimido desde Bogotá  de que los usuarios costeños pagan el gas a un precio similar al resto del país es engañoso. Lo que aquí se discute no es la factura que llega al consumidor, sino el precio a boca de pozo, que en la Costa es mucho más elevado. Si fuera similar al resto del país, los costeños se beneficiarían de facturas finales mucho más bajas, pues el transporte y distribución del gas son acá más baratos. Y ello es importante para una región especialmente castigada por la inflación, como recoge un informe que publicamos en esta edición.
El presidente Santos tendrá hoy la oportunidad de subsanar estos vacíos y, también, de lanzar mensajes tranquilizadores concretos, no retóricos, en el tema eléctrico. Es lo que espera la Costa, que depositó su confianza en el mandatario y resultó esencial para su reelección.

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