martes, 24 de noviembre de 2015

La rígida regla fiscal Por: Jairo Parada

Parada no está de acuerdo...

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@radareconomico1

La rígida regla fiscal

Por: Jairo Parada

La Regla Fiscal, aprobada en nuestra Constitución mediante el Acto Legislativo 03 del 2011, y desarrollada por la Ley 1473 de julio 5/11, constituyó uno de los mayores triunfos de la ortodoxia económica del país, sin mayor debate. Ni los republicanos en Estados Unidos, que cada año amenazan con “cerrar” el gobierno de Obama, han alcanzado semejantes logros.
El argumento suena lógico: hay que meter en cintura los gastos del Gobierno según los ingresos, luego el déficit no puede pasar de un porcentaje pequeño del PIB (2-3%) hasta que llegue a ser apenas el 1% en el año 2022. El gobierno sigue este razonamiento. No puede gastar más de lo que recibe, al igual que le pasa a las personas o a las empresas.

La Regla fue aprobada en época de bonanza petrolera, en medio de la felicidad del gobierno y la pasividad de los colombianos. Los parlamentarios ni se dieron cuenta de las implicaciones graves de esta política para la necesaria expansión del gasto social en un país como Colombia. A pesar de las advertencias legales, la regla fiscal se convierte en la práctica en una camisa de fuerza de la política fiscal, pues se cree solo en la efectividad de la política monetaria.
La aprobación de la regla fiscal va en contravía de las tesis keynesianas, que enseñan que en épocas de crisis y recesión, hay que ampliar el déficit fiscal a propósito. En los auges, se debe practicar el superávit fiscal. Las finanzas públicas del país (no de los departamentos y municipios) no necesariamente deben estar equilibradas, depende del ciclo económico.
 
La finalidad de las Finanzas Públicas, decía Abba Lerner a mediados del siglo pasado, es la de garantizar el pleno empleo de los recursos sin inflación. Son las Finanzas Funcionales, no las finanzas del equilibrio fiscal de los neoclásicos. Como lo demostró la Gran Recesión de 2008, el Estado, cuando tiene moneda soberana, siempre puede financiar sus déficits. El Estado es precisamente el único agente económico que puede mantener déficits en el largo plazo, pues hace uso del poder del dinero fiduciario.
 
¿Puede cualquier estado practicar esta política? Obviamente que no. Si es una economía pequeña, dolarizada o no, o con poca tributación, pues carece de soberanía monetaria. En nuestro caso, la soberanía monetaria de Colombia es parcial. Con la regla fiscal, el estado se disparó a los pies, pues en esta época de dificultades, con desaceleración económica por todos lados, los márgenes de acción se estrecharon.
La regla fiscal implica una rigidez riesgosa. Si no, que lo digan los gobernadores, que ya sufrieron para 2016 un recorte en los recursos de alimentación escolar. El gobierno ha salido a buscar $39 billones adicionales de endeudamiento, en medio de la “austeridad inteligente”. 

Cuando se piensa en el postconflicto, nadie tiene idea de dónde saldrán los recursos. Y con regla fiscal, me temo que habrá mucho ruido y pocas nueces.

*Profesor del IEEC, Uninorte.
Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen la posición de la Universidad ni de EL HERALDO.

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