martes, 24 de noviembre de 2015

Intervenga, señor Presidente Por: Alberto Martínez

Me gusta este pedazo de la columna: "No hay ninguna razón, distinta de la terquedad que perfila ignorancia en los que la sostienen, para mantener los argumentos que, a estas alturas, resultan inexplicables y absurdos. Lo primero que deberían hacer esos señores es tratar de comprenderse a sí mismos. Y que nos avisen cuando lo logren".
Y también el llamado al presidente Juan Manuel Santos. El mandatario debe actuar, para evitar el desastre, la injusticia y la molestia que caerá sobre la región Caribe.
El vicepresidente, también debe actuar...
Bien por Alberto.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

Intervenga, señor Presidente

Por: Alberto Martínez
Uno puede hacer todos los reparos sobre las fórmulas técnicas del gas. Y, en ese contexto, armar los debates que, con toda razón, están propiciando los dirigentes gremiales y senadores costeños.

Preguntarse, en ese contexto: ¿Por qué los precios del gas no están atados a la cotización WTI, que sirve de referente al petróleo colombiano? ¿Por qué los costeños tenemos que pagar más que en el interior, si tenemos en frente un mar que en ocasiones parece más de gas que de agua?
 
Las inquietudes toman más fuerza cuando hacen referencia a la regulación y, particularmente, a las fórmulas que establecieron las tarifas que hoy pagan familias y empresarios. Y, más aún, cuando indagan por la claridad que dicen tener los funcionarios de la Comisión Reguladora de Energía y Gas para calcular los nuevos valores que nosotros debemos cancelar próximamente.
Pero la verdad es que lo técnico no aguanta una discusión. Cuando uno repara las más de 20 modificaciones que ha hecho en los últimos años la tecnoburocracia del centro del país, lo que encuentra son más preguntas.

No hay ninguna razón, distinta de la terquedad que perfila ignorancia en los que la sostienen, para mantener los argumentos que, a estas alturas, resultan inexplicables y absurdos. Lo primero que deberían hacer esos señores es tratar de comprenderse a sí mismos. Y que nos avisen cuando lo logren.
Mientras ello ocurre, hablemos en el único lenguaje que parece coherente por estos días: el político.
Por encima de cualquier cosa, la Costa Caribe ha sido el sostén de la industria y del sistema eléctrico colombiano, a través de la producción de las plantas térmicas que no dependen de los ciclos climáticos que sí padecen las centrales hidroeléctricas.  Después hablaremos del cargo por confiabilidad que debió evitar la crisis y que extrañamente no ha podido.
 
Por su parte, los yacimientos de gas de Chuchupa y Ballenas, en La Guajira, no solo tuvieron reservas suficientes para atender la demanda de las ciudades del área andina sino que dieron hasta para exportar a Venezuela por cuenta de los convenios que celebró la nación como esa república. Pero hoy que la Costa aparentemente necesita de gas, los yacimientos del interior no pueden apoyarnos, porque al gasoducto de 500 millones de dólares que construyeron para interconectar las dos regiones, no le instalaron el dispositivo tecnológico de 20 millones de dólares que permitiría el retorno.

La rabia se incrementa cuando, ahora, agregan a la incertidumbre el factor precio. Si se aplican las tarifas previstas, la Costa pagaría alrededor de 1,1 billones.


Señor presidente Juan Manuel Santos: es hora de que intervenga. No acoja las confusas explicaciones de sus funcionarios sobre el precio del gas para la Costa porque, entonces, a usted tampoco lo entenderíamos.

Señor vicepresidente Germán Vargas Lleras: esté alerta. A juzgar por los comentarios que han hecho los parlamentarios que lo acompañaron en las pasadas elecciones regionales, los casi 5 millones de votos que obtuvo en la región pueden volverse tan volátiles como el energético que convoca la polémica.

amartinez@uninorte.edu.co - @AlbertoMartinezM

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