miércoles, 26 de agosto de 2015

El Atlántico en buenas manos Por Jairo Parada

En buenas manos… eso le pareció a Jairo Parada y lo expresó en esta columna que circuló por el diario El Heraldo y que estamos socializando por aquí por el RADAR, con mucho gusto: El Atlántico, en buenas manos.
La labor del gobernador, José Antonio Segebre…

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El Atlántico en buenas manos
Por Jairo Parada

Un colega, siempre que me veía, me preguntaba: ¿Ya se posesionó el gobernador Segebre? Su broma revelaba su inquietud por no ver que el gobernador estuviese haciendo obras de impacto. A mí, personalmente, me preocupaba que su tremenda humildad y sencillez se manifestaba en no hacer propaganda de lo que hacía, ni gastar cuñas televisivas y videos en aviones, convenciéndonos de que el Atlántico sería, haciendo el parangón, el territorio del TLC.

También me preocupaba su lema “La revolución de las cosas pequeñas”, que en materia de inversión pública le enseña a uno que dicha estrategia conlleva a una dispersión tal, que al final no deja resultados tangibles. En la Comisión Regional de Competitividad le discutí a sus voceros mis dudas sobre el programa silvopastoril en el Sur, para rescatar a los campesinos que todo lo perdieron con las inundaciones, el cual corría el riesgo de caer en el puro asistencialismo.
Por lo anterior, cuando el gobernador Segebre me invitó a hacer un recorrido parcial de sus obras en el Sur, me pareció sano ir y observar por mi mismo. Ya Horacio Brieva hizo un recuento de lo que vimos en el Sur y en Juan de Acosta, en su  excelente crónica “Once horas con el gobernador” (agosto 19/15). En mi caso, deseo destacar otros aspectos que me llamaron la atención. En primer lugar, la gran acogida que el gobernador tiene en los municipios. Muchos decían que no iban a aceptar a un gobernador encerrado en Barranquilla. En segundo lugar, su capacidad de conciliar, coordinar e impulsar proyectos con alcaldes de otras corrientes políticas adversas a la de él. El caso de Suan llama la atención, pues no importa  quién sea el que controle la Alcaldía, todos quieren hacer obras cuando llegan al cargo. Las obras que se hacen en Suan –como las 300 viviendas, el Centro Comunitario, el Colegio, el Centro de Desarrollo Infantil y la Universidad– indican una sinergia positiva con el alcalde de Suan, Rafael Molinares, por encima de las diferencias políticas. Podría ser un caso progresivo de la descentralización, como ya lo es Usiacurí. El gobernador impulsa 32 Centros de Desarrollo Infantil en todo el Departamento, con recursos de regalías. No son “pequeñas cosas”.
 
En tercer lugar, la limpieza que se hizo del canal de drenaje hasta casi llegar a Boquitas, en ausencia de quien debería hacerlo, como es el lejano Incoder, a costos muy bajos con el Batallón de Ingenieros Militares y las comunidades, nos indica que hay otra forma de contratar obras públicas lejos de las costosas licitaciones.
Se observa una cooperación del sector privado en materia de lotes para construcción de viviendas, y prácticamente el Sur está recuperado, quedando pendientes algunas obras antes de diciembre del 2015. El gobernador Segebre ha desplegado su iniciativa, sin esperar al Fondo de Adaptación, que se ha vuelto más lento que antes, desde que salió Carmen Arévalo. Las 120 casas y el parque Mirador en Juan de Acosta, frente a Comfamiliar, nos muestran que se puede hacer vivienda popular digna y de buena calidad.
 
Por último, haber corregido el rumbo en Uniatlántico, fijar su posición frente a las presiones sobre la estampilla Pro-Hospitales, y apoyar el trabajo excelente de la Secretaría de la Mujer nos indica que el Atlántico está en buenas manos, a pesar de nuestras críticas. Como ya las elecciones se nos vienen, procuremos que el Atlántico siga así: ¡en buenas manos!

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