domingo, 25 de mayo de 2014

COLOMBIA. Elecciones. Seis tesis para un voto razonado, por Héctor Abad Facciolince



Es bueno leer lo que está ocurriendo en el país.
Héctor Abad, nos entrega varios datos que vale la pena tener en cuenta...

RADAR,luisemilioradaconrado
Héctor Abad Faciolince 24 Mayo 2014 - 10:00 pm

Seis tesis para un voto razonado

1. El gran argumento de la extrema derecha colombiana contra el presidente Santos consiste en decir que éste es un traidor. Si se analiza bien la historia de la relación Uribe-Santos, se verá que el primero en cometer traición en ese matrimonio fue Uribe: apoyó a Andrés Felipe Arias (Uribito) al escondido, y luego se vio obligado a respaldar a Santos sin convicción.
También Santos se apoyó en Uribe, sin duda, pero todos vivimos la sorpresa de un gobierno de talante muy distinto. “Traicioné el amiguismo con el paramilitarismo, traicioné las chuzadas”, acaba de decir Santos. Tal vez sea eso lo que no le perdonan.

2. El segundo argumento de la extrema derecha, representada por el conservador Zuluaga, es que Santos en estos cuatro años le ha entregado el país a la guerrilla y que Colombia va hacia el abismo de un régimen castro-chavista. Falso. Nunca se había negociado con la guerrilla con más rigor y seriedad. En noviembre del año 2011, cuando ya había conversaciones con las Farc, el Ejército mató a su comandante, Alfonso Cano. Entre los negociadores están el antiguo presidente del gremio de los industriales y un general de tropa. Los líderes del grupo, Jaramillo y De la Calle, son demócratas liberales muy preparados. Gracias a estos negociadores —hoy calumniados infamemente por los zorros—, Colombia está más cerca de la firma de la paz que nunca antes en estos 50 años de conflicto.


3. Las acusaciones de Uribe sobre el castro-chavismo de Santos son completamente desmentidas por la actuación y las cifras económicas del Gobierno. La política y los resultados lo dicen: la inflación del año 2013 (1,94%) fue la más baja en más de medio siglo; el PIB viene creciendo a un ritmo del 4,3%-4,5%. El ingreso per cápita (US$8.000) es más alto que en los tiempos de Uribe; la tasa de inversión (uno de sus famosos huevitos) es la más alta de la historia del país: 27,6%. Desde que existen cifras de desempleo, 1976, el año pasado tuvimos el más bajo: 10,4%. Los bonos de deuda pública colombiana se vendieron este año a una tasa más baja que nunca, 5,625% anual. Se redujo la pobreza en 4,5 puntos y el índice Gini de desigualdad mejoró algo. Muy poco, pero algo.
 

4. Si la extrema derecha acusa a Santos de chavista, la extrema izquierda lo acusa de ser un vendido al capital. Para ellos Colombia está peor en empleo que Haití (donde hay rezagos de esclavismo), peor en educación que Egipto (donde el 40% de las mujeres son analfabetas), peor en libertad de expresión que Cuba (donde no se imprime ni un periódico independiente). Y peor en salud que todos los vecinos, cuando lo cierto es que durante la gestión del ministro Gaviria se han afiliado 2,5 millones de personas nuevas al sistema de salud, de los cuales uno y medio al régimen contributivo. Si la reforma a la justicia fue una vergüenza de este gobierno, la reforma a la salud tiene aspectos valiosos. El costo de muchos medicamentos se ha controlado; la rubeola y el sarampión ya no existen aquí.

5. Con una lentitud excesiva este gobierno está aprobando al fin las licitaciones para inmensas obras de infraestructura. La demora se debió en parte a que no podían repartirse esos contratos a dedo, como quería dejarlo amarrado el gobierno de Uribe. Es de esperarse que al fin este año despeguen las Autopistas de la Prosperidad. Al frente de esta batalla hay funcionarios intachables: Federico Restrepo y Luis Fernando Andrade. Las casas y acueductos del ministro Henao les dan hoy otra vida a cientos de miles de personas.
 
6. Decía Karl Popper que unas elecciones sirven para premiar o castigar la gestión de un gobierno. La gran paradoja de Juan Manuel Santos es que Uribe ha conseguido engañar a muchos electores, al decir que un buen presidente nos está llevando al abismo y al caos. Las cifras indican todo lo contrario: el país mejora. Despacio, pero mejora. Y la bandera de la paz la tiene este gobierno, contra las balas de los zorros, que representan el pavor de la clase terrateniente, feudal y reaccionaria. Si no somos brutos, votaremos para que Santos siga ahí.

·         Héctor Abad | Elespectador.com

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