miércoles, 21 de mayo de 2014

COLOMBIA. ELECCIONES. Renuncie, señor Zuluaga, por Andrés Hoyos

Se sigue complicando el panorama de Óscar Iván Zuluaga. El columnista de El Espectador, Andrés Hoyos, le pide que renuncie. Aquí está su pensamiento y ustedes definen lo que deben hacer este domingo…
 
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20 Mayo 2014 - 11:26 pm

Renuncie, señor Zuluaga

Uribe, Granados, Lombana y Óscar Iván Zuluaga creen que los colombianos somos imbéciles. ¿Lo somos? Este domingo sabremos en qué medida. 
Por: Andrés Hoyos
¿Qué clase de campaña es una que de repente pasa a manos de dos abogados penalistas sin hígados? Porque eso más o menos fue lo que decidió Zuluaga: “Ahí les dejo esa papa caliente, doctores Granados y Lombana. Yo me voy a descansar a mi casa”. Luego, bien aleccionado por ellos, Zuluaga regresó y dijo sin inmutarse que el tráfico de información privilegiada y secreta es un juego de niños. Niéguelo todo, jure por lo más sagrado, candidato, que de la negación algo queda. Si los tramposos son víctimas, ¿los demás somos victimarios?
Es inevitable experimentar una sensación de suciedad con esta rauda seguidilla de episodios sórdidos. Degradan nuestra vida política, se burlan de nuestra inteligencia, no nos piden excusas por mentir, por chuzar, por tergiversar, por acusar sin pruebas; antes nos dicen que se trata de actos de pulcritud y buena fe. La cochinada nos invade. Es esencial que el señor Zuluaga se retire de la campaña electoral a ver si recobramos un mínimo de dignidad y podemos elegir entre el resto de candidatos, que distan mucho de ser ideales pero que por lo menos no recurren a métodos tan degradados.
 
Otra pregunta pertinente es: ¿qué les inyecta Uribe a sus subalternos que los malea? ¿Mala fe, arrogancia injerta con ignorancia, odio reconcentrado, cinismo destilado, qué es? Debo decir que ciertos furibistas convencidos hoy me dan un poco de lástima. Fueron los primeros de los que Uribe se burló. Ellos sí creyeron que su problema era con las imperfecciones y avatares del proceso de paz, ellos sí creyeron que Uribe tenía pruebas de que a la campaña de 2010 habían entrado dos millones de dólares de dinero sucio. 
Ahora no les queda, supongo, más remedio que creer que los videos que salieron y siguen saliendo en los medios son un montaje. Ya varios cineastas le pidieron a Zuluaga los datos del autor del “montaje”, porque tiene que ser un genio de la cinematografía mundial. Los uribistas convencidos no se atreven a pensar que lo que mueve al hoy senador electo sea el odio personal, la manipulación, el chisme macabro, la calumnia y la mentira. Uribe se ganó, por sus furores, un tremendo lío judicial. Nunca pensé que seguiría los pasos de Fujimori.
Y lo peor es que en su caída arrastra a mucha gente que no tenía por qué caer tan bajo, incluido Zuluaga, apenas un político de provincia débil y maleable. Ha de estar con el remordimiento en carne viva, pues involucró a su hijo en el desaguisado.
El daño, en todo caso, está hecho. Nos dejan unas instituciones maltrechas, con la legitimidad por el suelo. Si todo un expresidente dice que la Fiscalía no da garantías, ¿por qué no va a argumentar lo mismo cualquier delincuente común? Si todo un candidato a la Presidencia con posibilidades de triunfo dice que lo blanco es negro y ni siquiera se despeina, ¿con qué argumentos le vamos a decir a la gente del común que las normas hay que respetarlas y que la ética es socialmente necesaria?


Por último, las posibilidades de la paz se deterioran con este cúmulo de insucesos. Atacarla a mansalva se ha vuelto un estribillo defensivo de quienes quieren tapar sus actos incalificables a como dé lugar. La respuesta, estimado lector, es sencilla: votar. El domingo yo lo haré por Enrique Peñalosa. Le propongo que piense muy bien por quién va a hacerlo usted.

·         andreshoyos@elmalpensante.com| Elespectador.co

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