lunes, 17 de febrero de 2014

Economía urbana en el debate: el POT Por: Jairo Parada



RADAR: a mí me parece que ese debate todavía está crudo… 

¿Qué vamos a hacer con las vías?

¿Qué haremos cuando empiecen a transitar los vehículos que van a comprar, o ya compraron los ciudadanos que habitarán los apartamentos que apenas están construyendo?

¿Vamos a lograr construir los puentes que requiere Barranquilla?

¿Qué decisión se tomará, cuando se apruebe en la ciudad, que va a tener cables de la energía encapsulados?
Teniendo en cuenta que una cosa es tener los cables arriba que subterráneos…

…en fin. Lo que hay son cosas pendientes…

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Economía urbana en el debate: el POT
Por: Jairo Parada

Muy sensato me pareció el llamado que el editorial de EL HERALDO del pasado viernes 14 de febrero le hizo al Concejo de la ciudad para abordar con una discusión bien argumentada los temas planteados en el POT. 

No se puede negar que el tema ha sido ampliamente discutido desde 2011 cuando se empezó a diseñar una visión de ciudad y se ha pasado por numerosos foros y debates, mas el tránsito normal de los organismos de ley. La democracia moderna señala que la discusión final se debe dar en el recinto del Concejo, aspirando que en lo posible se lleguen a criterios de racionalidad colectiva, que preserven el interés general de los barranquilleros. El Concejo perdió un tiempo valioso en Diciembre cuando aplazó el proceso para 2014, lo cual también fue creando cansancio en los interlocutores. Razón tenía el Concejo que no se podía aprobar de golpe. 

Debe hacerse por tanto un examen cuidadoso.
En sus miles de páginas, normas y mapas, hay temas claves de la ciudad. No se puede correr el riesgo que tenga que ser expedido por Decreto de la Alcaldía y se agoten los tiempos, dado que lo ideal es ir generando consensos o mayorías sensatas en torno a ciertos temas. La Universidad del Norte generó un documento serio de análisis y el Consejo  Territorial de Planeación produjo su concepto. Otros sectores han hecho lo mismo.

El Concejo puede tomar decisiones por ejemplo, en torno a puntos clave, por ejemplo el horizonte temporal. La administración quiere 20 años, otros hemos planteado que no debe pasar de las tres administraciones, para evitar una camisa de fuerza tan larga, y evaluar en doce o catorce años. Se ha criticado la propuesta que trajo el POT sobre la fase II de Transmetro, y se ha pedido que se respeten los diseños originales para no entorpecer un proyecto clave para la supervivencia del mismo.  La ciudad tiene que apuntarle al transporte masivo y no a  autopistas urbanas. El debate sobre la isla La Loma es clave, pues muchos han pedido un parque ambiental. Sin embargo, hay que oír las voces de la racionalidad económica que impone una ciudad con una fiscalidad baja. Debe evitarse caer en posiciones utópicas que después se traducen dolores de cabeza en un área tan sensible.
Se debe ordenar en el POT el fortalecimiento de la  Secretaria de Planeación Distrital para que después lo pueda implementar, así como la creación de una  Secretaría de Riesgos y Amenazas que evite  o mitigue los desastres ambientales generados por el cambio climático.  También hay que examinar las proyecciones financieras. Se ha vuelto una versión común en la ciudad descargar la financiación de los nuevos proyectos en el recaudo de la plusvalía. Ello no tiene ningún asidero si se mira la experiencia de Bogotá, Medellín y Pereira.  Es un recaudo que no pasa del 5% de los ingresos tributarios de estas ciudades. Tampoco se pueden hacer proyecciones con recaudos prediales creciendo al 10% anual, pues los barranquilleros ya hemos sufrido dos actualizaciones de catastro en las dos últimas administraciones.

El Concejo debe también definir si le apuesta a una ciudad densificada, donde el capital constructor le compense a la ciudad por el uso que hace de las alturas. No puede ser que ello sólo se traduzca en beneficios exorbitantes  y encarecimientos rápidos de los precios del metro cuadrado de construcción.  Ya  hay situaciones graves de tráfico en muchos sectores de la ciudad por ello. El nuevo POT trae estos mecanismos que ya se usan en otras ciudades del país.
En torno a los equipamientos sociales, la ciudad puede plantearse la eliminación de su déficit de vivienda en los períodos venideros, para no mandar a los barranquilleros a vivir a Soledad o Malambo. Por ello, el Concejo le debe cumplir a la ciudad y generar un resultado basado en una discusión racional. Es lo que se espera del mismo.

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