miércoles, 19 de junio de 2013

Economía política de la corrupción y las políticas públicas, por Jairo Parada



CONTRABANDO y extorsión.

De acuerdo a las cifras que manejó en su columna, Jairo Parada, esos dos flagelos atrasan muchísimo el desarrollo de la economía colombiana.

Y el gobierno Santos ha permitido que le cojan ventaja.


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Pd: lea con tranquilidad

La economía política de la corrupción y las políticas públicas
Por Jairo Parada Corrales
En la última década, se ha observado en Colombia un ascenso en los niveles de percepción de la corrupción, manteniéndose el país en un nivel mediocre en el panorama mundial. Este flagelo se está convirtiendo en el mayor problema de la sociedad colombiana, por encima del desempleo y la violencia. Según A. Solimano, V. Tanzi y F. Del Solar, en su libro Las termitas del Estado, el fenómeno es multidimensional, y afecta el crecimiento económico y el desarrollo, sustrayendo recursos de la inversión pública y elevando los costos de transacción para la actividad empresarial. La corrupción no se limita al Estado, como lo plantean algunos autores ortodoxos, sino que se extiende al sector privado y hasta las ONG.

En Colombia, las normas para enfrentar este flagelo son débiles y carecen de dientes. Son declaraciones de buenas intenciones que nadie cumple, son normas de papel, como señala Mauricio García Villegas. En el fondo, la corrupción nace de unas conductas depredadoras, asentadas desde hace siglos en la conciencia nacional, en hábitos de pensamiento que ya se han vuelto rutinas, no sólo a una lógica de beneficio-costo.
Entre más débil sea el estado, el sistema educativo y la administración de justicia, más se imponen este tipo de conductas en la población y en los dirigentes. El efecto imitativo cunde, y si los de arriba roban, los de abajo se preguntan por qué no van ellos a hacer lo mismo. Se trata de hacer dinero en el menor tiempo posible, sin el mayor esfuerzo. Hay que ser vivos” dice la gente.

Podemos tomar por ejemplo, dos fenómenos que hoy nos afectan en todo el territorio nacional, los cuales cunden por toda la geografía, y además, dejan una percepción de la impotencia del Estado.
El primero de ellos es el contrabando. Más que los TLC, a la industria nacional la está acabando el contrabando descarado. El llamado contrabando técnico, donde se importan zapatos de China a 60 centavos de dólar, refleja esta tragedia. Este costo es un imposible económico, pero la Dian solo revisa apenas el 10% de la carga de importación.
No tenemos ni el equipo ni las personas para mejorar los niveles de fiscalización. Adicionalmente, sus funcionarios están siendo asesinados en toda la geografía nacional, con 29 de ellos amenazados, revelando poderosas mafias detrás del lavado de dólares y las exportaciones ficticias.
 
Uno ve al director, solitario, dando gritos desesperado, pero mientras tanto, solo hablamos de ingresar a la OCDE, de la cual 
estamos muy lejos por el benchmark que exige.

Vivimos en un país de apariencias, de buenas noticias virtuales, pero frente a una realidad bien sórdida. Se dice que el contrabando mueve más de $10,000 millones de dólares, superando incluso al narcotráfico, destruyendo empleos e industria en todo el país, y alimentando la economía informal.
En las noticias CM&, en los especiales de Mauricio Gómez, el periodista afirma que 75 caravanas bajan directamente de La Guajira diariamente cargadas de gasolina, armas y mercancías, sin que las autoridades hagan mayor cosa. La impresión que se lleva uno es que esos territorios enfrentan un estado fallido, encontrándose en manos de estos carteles.
El segundo flagelo es el de la extorsión. Cualquier grupo se pone un rótulo criminal, y se dedica a capturar rentas a como dé lugar. No hay que trabajar ni estudiar. Solo hay que matar. Ya en Barranquilla, capital del TLC, vemos impotentes, el crecimiento de este fenómeno perturbando el transporte público.
Sin duda, esta variable va a entrar en la agenda pública de las próximas elecciones, pues todavía no se ven resultados sólidos de la acción estatal, solo balbuceos y lamentos.
 
Jairo J. Parada Corrales
Economista, PhD.
Barranquilla-Colombia
Celular 311-650-0550
Phone and fax: 57-5-3557657

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