lunes, 8 de abril de 2013

Costo de vivienda crece a ritmo desmesurado. Sin embargo...



Tremendo rollo el que se va a presentar esta semana, en la ciudad de Barranquilla por este titular.
Y no tanto eso, sino porque los inmobiliarios, constructores y otros sectores, NO están de acuerdo con ese planteamiento.
Es la academia y los actores del mercado: vendedores, compradores, negociantes de la tierra. Arrendadores y planificadores del mercado colombiano y en este caso, el mercado barranquillero, quienes sienten que no está pasando eso: “Costo de vivienda crece a ritmo desmesurado”.

¿Quién tiene la razón?
Me han comentado que esta misma semana, se realizará una rueda de prensa, donde los mismos actores hablarán del tema. Serán ellos mismos, los que han estado en el mercado vendiendo la vivienda, arrendándola, negociándola con una experiencia de más de 50 años… los que hablarán del asunto...

Estaremos en primera fila, para contarles después a ustedes, esa realidad.

RADAR,luisemilioradaconrado
 

Costo de vivienda crece a ritmo desmesurado 

El incremento de los costos de vivienda en los últimos años, en muchos casos exagerados, ha dado paso para que en el país se empiece a especular con lo que algunos consideran una burbuja hipotecaria. Sólo durante 2012, el precio del metro cuadrado aumentó 11,33% a nivel nacional (11,26% en Barranquilla), que en comparación con un crecimiento del PIB del 4% genera dudas acerca de si esta alza es coherente con la realidad económica del país.

La información publicada por el Dane prendió las alarmas en el Banco de la República, que si bien redujo las tasas de interés para contrarrestar la desaceleración económica, advirtió que el alza en el precio de la vivienda podía ser producto de la especulación y no de la dinámica real del país. 
 
Por su parte la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), afirma que el precio es producto de la dinámica natural del mercado.

De acuerdo con Jairo Parada, profesor del IEEC de Uninorte, el escenario actual en el sector inmobiliario se caracteriza por el incremento desmesurado y fuera de lo normal del precio de la vivienda, lo cual está poco conectado con la realidad económica del país. El alza en los precios produce el riego de que haya dependencia de la economía hacia el sector de la construcción.

Para Dann Payares, profesor del IEEC de Uninorte, la construcción es fundamental para el crecimiento porque presenta importantes eslabonamientos productivos hacia atrás, con el sector industrial como productor de materiales (cemento, acero, acabados, línea blanca, entre otros), y con el sector terciario en la comercialización como proveedor del sector; y hacia delante en la provisión de infraestructura básica y servicios (compras, ventas, arriendos, financiamiento) asociados que potencian el resto de los sectores productivos.
Si la dinámica en el comportamiento del sector constructor se revierte, la economía siente inmediatamente fuertes efectos en la reducción del empleo y la caída en producción industrial.
 
¿Por qué se dio este escenario?
Debido a que las oportunidades de inversión son limitadas para el común de la gente, por la baja rentabilidad de los CDT y los riesgos del mercado accionario (a raíz de su reducido tamaño y por el caso Interbolsa), la propensión es a pensar que la inversión en vivienda es la de mayor garantía.
Para Parada esta tendencia es riesgosa, pues se va dando un circuito de retroalimentación en las expectativas del precio de la vivienda, generando las llamadas profecías autocumplidas. Los agentes desean comprar por la expectativa de al alza; siendo este mismo aumento en la demanda lo que hace que el precio suba; de ahí su nombre.
 
Los agentes económicos, tanto compradores como constructores, observan la tendencia al alza y tratan de lucrarse de ella.
Actualmente en Barranquilla hay proyectos que se están vendiendo hasta 3 y 4 veces antes de finalizado; una situación puramente especulativa, pues los compradores no toman la inversión con el ánimo de utilizar residencial o comercialmente el inmueble sino para aprovechar el aumento de precios y así obtener beneficios en el corto plazo.
 
Hay que señalar que la innovación financiera de la preventa ha evitado que el sector no se desboque como lo hizo a finales de los años noventa, puesto que un proyecto no inicia obras hasta que haya alcanzado el punto de equilibrio. De no haberse adoptado esta medida hoy el escenario sería otro.
En la prensa nacional muchos abogan por la intervención estatal, a lo que el profesor Parada responde que el mercado es el único que lo puede corregir, en últimas esto es una equivocación de los agentes privados. “Si el Estado decidiera intervenir, tendría que hacerlo con un alza en las tasas de interés, política monetaria contractiva, lo cual va en contravía de sus objetivos macroeconómicos”.
Si la tendencia económica se mantiene en una desaceleración del crecimiento, el sector inmobiliario verá las señales de que debe frenar su alza de precios.

Incitan arribo de capitales
Es común que los expertos recomienden penalizar el movimiento de capitales, un fenómeno altamente especulativo que no garantiza efectos sobre el crecimiento económico. Pero la Reforma actual opta por promoverlo, lo que indirectamente puede ocasionar alzas en los precios de la vivienda.
El artículo 125 de la ley —que determina el impuesto sobre la renta derivado de las utilidades por inversiones de capital extranjero— baja la tasa impositiva sobre los rendimientos de portafolio de inversión extranjera del 33% al 14%.
Esta decisión fortalecerá los llamados Fondos Inmobiliarios, que son inversiones de corto plazo y altamente especulativas. El problema es que el mercado termina dependiendo en gran medida de estos recursos, por lo que cuando se desaceleran impactan a toda la economía.

 
Situación aún es manejable


En la ciudad todavía no se han presentado alzas desbordadas como las registradas en Bogotá. Barranquilla aún tiene un mercado de suelo que le permite aliviar la presión.
Las expectativas que los tratados de libre comercio despiertan en la economía barranquillera explican la demanda por el suelo de la ciudad. Sin embargo, la situación es moderada debido a que el dinamismo portuario e industrial no es el proyectado hace unos años. Esto obliga a que se replantee el sector en un marco macroeconómico diferente al anticipado.

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