Los dirigentes del sector del Gas Natural,
no han logrado que el gobierno colombiano, que ha comentado varias veces que los
apoyará siempre para desarrollar sus proyectos de gas, organicen como debe la
CREG… (la Comisión de Regulación de Energía y Gas).
En varios congresos, los empresarios, el
mismo gobierno, los inversionistas y los periodistas escuchamos lo mismo: “En
poco tiempo se va a mejorar esa situación”.
Parece que el asunto está tan lento, que
Antonio Celia, presidente de la Junta Directiva de Naturgas, no se aguantó y le
dedicó un espacio al tema, hoy en Cartagena: “Debo decir, con
respeto, que, se está demorando mucho, se han dado señales ambiguas, hay muchos
procesos complicados, el diálogo desprevenido y constructivo no es frecuente y
percibimos mucha desconfianza hacia los agentes”.
Ese
mensaje era directo para el gobierno central y sus funcionarios, en medio del
XVI Congreso, y la idea es que actúen en consecuencia…
¿Lo logrará esta vez?
El
presidente Santos confía en el sector. Sé
que lo respeta, pero no ha logrado que sus colaboradores hagan lo mismo.
RADAR,luisemilioradaconrado
En Naturgas 2013, en Cartagena
Antonio Celia, le pide al presidente Santos que actúe pronto para que la CREG apoye al sector de gas
Dos hechos en materia de energía han
cambiado la vida de los hogares colombianos.
El primero, hace ya varias décadas, cuando llegó
la luz a casi todas partes y empezamos a asomarnos a la modernidad.
Y el segundo, hace unos años cuando se
decidió masificar el uso del gas natural, que ha sido toda una revolución: el
60% de los hogares lo usa, al igual que cerca de 4.500 industrias y es el gran
soporte de nuestra generación eléctrica.
No hay duda de que estamos en el siglo del
gas natural, somos muy afortunados en Colombia al tenerlo y hasta ahora lo
hemos utilizado como debe ser: para beneficio de muchísima gente.
El año pasado sentimos el apoyo del gobierno nacional, cuando el presidente Juan
Manuel Santos nos comprometió a vincular al servicio a 435.000 nuevas familias
y hemos cumplido: llegamos, con el esfuerzo de todos, a 450.000.
Sin embargo, para continuar aprovechando
sus evidentes ventajas y para que este gobierno sea recordado por siempre como
el gobierno del gas natural, se hace necesario tener en cuenta algunas
consideraciones.
En este sentido, quiero hacer un corto
repaso de los temas que me parece que merecen mayor atención.
Es inevitable, cuando se habla de gas y de
energía, mencionar de primero a la CREG, la Comisión Regional de Energía y Gas,
en Colombia, porque es la institución en la que se toman las decisiones más determinantes
del sector. Y, precisamente, en ella se centran nuestras inquietudes. Debo decir, con respeto, que, se está demorando mucho, se
han dado señales ambiguas, hay muchos procesos complicados, el diálogo
desprevenido y constructivo no es frecuente y percibimos mucha desconfianza hacia
los agentes.
La
Comisión está dejando de ser esa especie de oasis en medio de un complejo contexto, que, sin querer, hemos creado a lo
largo de muchos años: leyes de coyuntura, interpretaciones cambiantes,
desmesurados procedimientos y sospechas de todos por culpa de unos cuantos, han
tejido una tupida maraña que dificulta que ciertos propósitos de Estado se
lleven a cabo con mayor eficacia.
Por eso es que es tan importante apoyar y
profundizar la tarea que este Gobierno adelanta para modernizar las
instituciones, en la seguridad de que pronto se verán sus frutos.
Pero no podemos dejar que ese buen ejemplo
institucional que ha sido la Comisión se diluya y se siga volviendo
desconfiada, compleja y lenta. La reciente demora de más de 5 años para resolver
las tarifas de los transportadores, forzándolos por primera vez, a interponer
recursos de reposición, no se compadece con la dinámica del sector, no es
muestra de eficiencia, ni es mucho menos un triunfo del regulador.
Hay que rescatar la indispensable noción de
las decisiones oportunas y reivindicar el poder de lo simple.
Los ministerios e instituciones que
conforman la CREG deben prestarle especial atención a su funcionamiento, para
que retomen el camino y se transmitan los propósitos de este gobierno.
Después de este sincero preámbulo quiero
compartir con todos algunas sugerencias para seguir aprovechando los beneficios
del gas natural.
Aquí van, resumidas en 6 títulos:
Precios:
Hay que buscar precios más homogéneos.
La diferencia entre los de La Guajira y el
resto del país es muy grande y no refleja las realidades de los mercados. Los agentes tenemos dudas de que el mecanismo
propuesto de subastas sea el más idóneo para asignar el gas. Se prefieren, en principio, las ofertas
bilaterales, más acordes con las necesidades de los clientes y más útiles para
la industria, cuyas quejas sobre los precios se hacen sentir, aunque en verdad
no son tantas las que padecen esta situación.
Transporte:
Mucho daño ha hecho la larga demora a la que me referí. Otra decisión que no ha sido afortunada fue
la de cambiar de manera brusca el modelo de estampilla por el de distancia; el
resultado es que, en algunos casos, por cuenta de este innecesario acto los
precios del gas suben hasta un 15%. De otra parte, la CREG debe apurar con
urgencia el enredado proceso al que nos han sometido para aprobar la
construcción del gasoducto que debe transportar el gas atrapado en el sur de la
Costa Caribe. Entiendan que con esto se
sacaría una producción adicional de 100 MPCD, generando más competencia y
consolidando la oferta que tanto necesitamos.
Distribución:
Lo más importante aquí sería flexibilizar las denominadas canastas para que las
distribuidoras, en su legítimo propósito comercial, puedan ofrecer opciones de
acuerdo con las necesidades de los distintos consumidores. Hay que reconocer que lo que hasta ahora ha
propuesto la CREG está en la dirección correcta.
Confiabilidad:
Los clientes reclaman certezas mínimas en el suministro y muchos de ellos
contratos a mediano y largo plazo. Es urgente también que se definan las reglas
del caso para decidir, a la mayor brevedad, la construcción y remuneración de la
planta de GNL en la Costa Norte, teniendo en cuenta, desde luego, su repercusión
en los precios del gas y la energía.
No nos olvidemos, por favor, que las
plantas térmicas requieren aclarar su futuro, que no es con costosos
combustibles líquidos.
Recuerden que son ellas las que dan la
verdadera firmeza que el sistema eléctrico necesita y está muy próxima la subasta del cargo por
confiabilidad.
Hace un año dijimos exactamente lo mismo y
no hemos avanzado mucho que digamos.
Quiero destacar el muy buen trabajo que
hace la UPME (Unidad de Planeación Minero Energética) identificando con rigor y
buen criterio los escenarios de oferta y demanda a los que nos podríamos
enfrentar.
GNV:
El gas natural como combustible automotor es una excelente opción que merece
mejor suerte. La meta del año no se cumplió, en gran parte, porque no se logró
unificar de manera obligatoria la información de los vehículos, que es lo que
permite el control y la financiación de las conversiones.
Todavía hay un potencial estimado de
300.000 automotores por convertir, adicionales a los 400.000 que ya tenemos.
Sería muy bueno que las ampliaciones de los
sistemas de transporte masivos usaran gas en vez del más contaminante y costoso
diesel.
Les anuncio una buena noticia: en cerca de
año y medio, funcionará la primera mini planta de GNL cuyo mercado principal
serán flotas que consumen combustibles líquidos. Si este primer proyecto es exitoso se podría
replicar para que muchos transportadores lo usen y no se alteren tanto por los
precios del ACPM.
Varios:
Hay una propuesta que bien vale la pena evaluar para que nuevas poblaciones
cuenten con el cómodo, limpio y económico gas natural.
Se trata de retomar el plan de gasoductos
regionales, que consiste en establecer un pequeño subsidio cruzado en
transporte, dándole además al gas natural una prima de preferencia frente a
sustitutos, por su mejor conducta ambiental. Esto equivaldría a aplicar el
concepto de tasas retributivas, que son la tendencia moderna en políticas
energéticas.
Con este plan podríamos tener a más miles
de colombianos contentos.
Por último, hay que insistir en que los
recursos de la cuota de fomento y otros de regalías no se sigan usando para
inútiles y fracasados experimentos. Con ese dinero lo que hay que hacer es
subsidiar el acceso al servicio de mucha gente pobre.
Estimado Presidente: ¡le reitero mi
agradecimiento a nombre de todos ¡Usted ha dado muestras de querer liderar el gobierno del gas que es el combustible moderno que le llega a la gente.
El gas, usted bien lo sabe, ¡es equidad, alegría y prosperidad!
Apuesto, y doy puntos, a que si estas
respetuosas sugerencias son tenidas en cuenta, en un par de años tendremos: 7.300.000 usuarios residenciales, gasoductos con
capacidad para mover toda la demanda y 470.000 vehículos con GNC (Gas Natural
Comprimido) y GNL (Gas Natural Licuado).
Las plantas térmicas sabrán que pueden
contar con gas ante la veleidosa presencia de un Niño y la industria tendrá
precios más homogéneos y contratos estables.
Yo aspiro, para ese momento, poder estar
aquí y chulear con Usted todos estos logros y así todos aplaudiremos al
gobierno del gas natural con todos sus méritos.
Amigas y amigos: gracias por escucharme a
nombre de mis compañeros del Consejo Directivo de Naturgas y bienvenidos de
nuevo a nuestra cita anual, la cita del gas natural: el combustible del futuro,
la prosperidad y la paz, que se está construyendo con tino, paciencia y
prudencia.
Muchas gracias.
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