jueves, 21 de marzo de 2013

Antonio Celia, le pide al presidente Santos que actúe pronto para organizar la CREG




Los dirigentes del sector del Gas Natural, no han logrado que el gobierno colombiano, que ha comentado varias veces que los apoyará siempre para desarrollar sus proyectos de gas, organicen como debe la CREG… (la Comisión de Regulación de Energía y Gas).
En varios congresos, los empresarios, el mismo gobierno, los inversionistas y los periodistas escuchamos lo mismo: “En poco tiempo se va a mejorar esa situación”.

Parece que el asunto está tan lento, que Antonio Celia, presidente de la Junta Directiva de Naturgas, no se aguantó y le dedicó un espacio al tema, hoy en Cartagena:  “Debo decir, con respeto, que, se está demorando mucho, se han dado señales ambiguas, hay muchos procesos complicados, el diálogo desprevenido y constructivo no es frecuente y percibimos mucha desconfianza hacia los agentes”. 

Ese mensaje era directo para el gobierno central y sus funcionarios, en medio del XVI Congreso, y la idea es que actúen en consecuencia…
¿Lo logrará esta vez?
El presidente Santos confía en el sector.  Sé que lo respeta, pero no ha logrado que sus colaboradores hagan lo mismo.

RADAR,luisemilioradaconrado
 En Naturgas 2013, en Cartagena
Antonio Celia, le pide al presidente Santos que actúe pronto para que la CREG apoye al sector de gas
 
Dos hechos en materia de energía han cambiado la vida de los hogares colombianos.
El primero, hace ya varias décadas, cuando llegó la luz a casi todas partes y empezamos a asomarnos a la modernidad.
Y el segundo, hace unos años cuando se decidió masificar el uso del gas natural, que ha sido toda una revolución: el 60% de los hogares lo usa, al igual que cerca de 4.500 industrias y es el gran soporte de nuestra generación eléctrica.
No hay duda de que estamos en el siglo del gas natural, somos muy afortunados en Colombia al tenerlo y hasta ahora lo hemos utilizado como debe ser: para beneficio de muchísima gente.
 
El año pasado sentimos el apoyo  del gobierno nacional, cuando el presidente Juan Manuel Santos nos comprometió a vincular al servicio a 435.000 nuevas familias y hemos cumplido: llegamos, con el esfuerzo de todos, a 450.000.
Sin embargo, para continuar aprovechando sus evidentes ventajas y para que este gobierno sea recordado por siempre como el gobierno del gas natural, se hace necesario tener en cuenta algunas consideraciones.
En este sentido, quiero hacer un corto repaso de los temas que me parece que merecen mayor atención.
Es inevitable, cuando se habla de gas y de energía, mencionar de primero a la CREG, la Comisión Regional de Energía y Gas, en Colombia, porque es la institución en la que se toman las decisiones más determinantes del sector. Y, precisamente, en ella se centran nuestras inquietudes. Debo decir, con respeto, que, se está demorando mucho, se han dado señales ambiguas, hay muchos procesos complicados, el diálogo desprevenido y constructivo no es frecuente y percibimos mucha desconfianza hacia los agentes.
La Comisión está dejando de ser esa especie de oasis en medio de un complejo  contexto, que, sin querer, hemos creado a lo largo de muchos años: leyes de coyuntura, interpretaciones cambiantes, desmesurados procedimientos y sospechas de todos por culpa de unos cuantos, han tejido una tupida maraña que dificulta que ciertos propósitos de Estado se lleven a cabo con mayor eficacia.
Por eso es que es tan importante apoyar y profundizar la tarea que este Gobierno adelanta para modernizar las instituciones, en la seguridad de que pronto se verán sus frutos.

 
Pero no podemos dejar que ese buen ejemplo institucional que ha sido la Comisión se diluya y se siga volviendo desconfiada, compleja y lenta. La reciente demora de más de 5 años para resolver las tarifas de los transportadores, forzándolos por primera vez, a interponer recursos de reposición, no se compadece con la dinámica del sector, no es muestra de eficiencia, ni es mucho menos un triunfo del regulador.
Hay que rescatar la indispensable noción de las decisiones oportunas y reivindicar el poder de lo simple.
Los ministerios e instituciones que conforman la CREG deben prestarle especial atención a su funcionamiento, para que retomen el camino y se transmitan los propósitos de este gobierno.
 
Después de este sincero preámbulo quiero compartir con todos algunas sugerencias para seguir aprovechando los beneficios del gas natural.
Aquí van, resumidas en 6 títulos:

Precios: Hay que buscar precios más homogéneos.
La diferencia entre los de La Guajira y el resto del país es muy grande y no refleja las realidades de los mercados.  Los agentes tenemos dudas de que el mecanismo propuesto de subastas sea el más idóneo para asignar el gas.  Se prefieren, en principio, las ofertas bilaterales, más acordes con las necesidades de los clientes y más útiles para la industria, cuyas quejas sobre los precios se hacen sentir, aunque en verdad no son tantas las que padecen esta situación.

Transporte: Mucho daño ha hecho la larga demora a la que me referí.  Otra decisión que no ha sido afortunada fue la de cambiar de manera brusca el modelo de estampilla por el de distancia; el resultado es que, en algunos casos, por cuenta de este innecesario acto los precios del gas suben hasta un 15%. De otra parte, la CREG debe apurar con urgencia el enredado proceso al que nos han sometido para aprobar la construcción del gasoducto que debe transportar el gas atrapado en el sur de la Costa Caribe.   Entiendan que con esto se sacaría una producción adicional de 100 MPCD, generando más competencia y consolidando la oferta que tanto necesitamos.
Distribución: Lo más importante aquí sería flexibilizar las denominadas canastas para que las distribuidoras, en su legítimo propósito comercial, puedan ofrecer opciones de acuerdo con las necesidades de los distintos consumidores.  Hay que reconocer que lo que hasta ahora ha propuesto la CREG está en la dirección correcta.
Confiabilidad: Los clientes reclaman certezas mínimas en el suministro y muchos de ellos contratos a mediano y largo plazo. Es urgente también que se definan las reglas del caso para decidir, a la mayor brevedad, la construcción y remuneración de la planta de GNL en la Costa Norte, teniendo en cuenta, desde luego, su repercusión en los precios del gas y la energía. 
No nos olvidemos, por favor, que las plantas térmicas requieren aclarar su futuro, que no es con costosos combustibles líquidos.
Recuerden que son ellas las que dan la verdadera firmeza que el sistema eléctrico necesita  y está muy próxima la subasta del cargo por confiabilidad.
Hace un año dijimos exactamente lo mismo y no hemos avanzado mucho que digamos.
Quiero destacar el muy buen trabajo que hace la UPME (Unidad de Planeación Minero Energética) identificando con rigor y buen criterio los escenarios de oferta y demanda a los que nos podríamos enfrentar.

GNV: El gas natural como combustible automotor es una excelente opción que merece mejor suerte. La meta del año no se cumplió, en gran parte, porque no se logró unificar de manera obligatoria la información de los vehículos, que es lo que permite el control y la financiación de las conversiones. 
Todavía hay un potencial estimado de 300.000 automotores por convertir, adicionales a los 400.000 que ya tenemos.
Sería muy bueno que las ampliaciones de los sistemas de transporte masivos usaran gas en vez del más contaminante y costoso diesel. 

Les anuncio una buena noticia: en cerca de año y medio, funcionará la primera mini planta de GNL cuyo mercado principal serán flotas que consumen combustibles líquidos.  Si este primer proyecto es exitoso se podría replicar para que muchos transportadores lo usen y no se alteren tanto por los precios del ACPM.

Varios: Hay una propuesta que bien vale la pena evaluar para que nuevas poblaciones cuenten con el cómodo, limpio y económico gas natural. 
Se trata de retomar el plan de gasoductos regionales, que consiste en establecer un pequeño subsidio cruzado en transporte, dándole además al gas natural una prima de preferencia frente a sustitutos, por su mejor conducta ambiental. Esto equivaldría a aplicar el concepto de tasas retributivas, que son la tendencia moderna en políticas energéticas.
Con este plan podríamos tener a más miles de colombianos contentos. 

Por último, hay que insistir en que los recursos de la cuota de fomento y otros de regalías no se sigan usando para inútiles y fracasados experimentos. Con ese dinero lo que hay que hacer es subsidiar el acceso al servicio de mucha gente pobre.

Estimado Presidente: ¡le reitero mi agradecimiento a nombre de todos ¡Usted ha dado muestras de querer liderar el gobierno del gas que es el combustible moderno que le llega a la gente.
El gas, usted bien lo sabe, ¡es equidad, alegría y prosperidad! 

Apuesto, y doy puntos, a que si estas respetuosas sugerencias son tenidas en cuenta, en un par de años tendremos: 7.300.000 usuarios residenciales, gasoductos con capacidad para mover toda la demanda y 470.000 vehículos con GNC (Gas Natural Comprimido) y GNL (Gas Natural Licuado). 
Las plantas térmicas sabrán que pueden contar con gas ante la veleidosa presencia de un Niño y la industria tendrá precios más homogéneos y contratos estables.
Yo aspiro, para ese momento, poder estar aquí y chulear con Usted todos estos logros y así todos aplaudiremos al gobierno del gas natural con todos sus méritos.

Amigas y amigos: gracias por escucharme a nombre de mis compañeros del Consejo Directivo de Naturgas y bienvenidos de nuevo a nuestra cita anual, la cita del gas natural: el combustible del futuro, la prosperidad y la paz, que se está construyendo con tino, paciencia y prudencia.

Muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario