Fabio Osorio, gran
amigo y uno de los periodistas que más se la ha jugado por el carnaval de
Barranquilla.
Nos envió esta colaboración carnavalera que le agradezco mucho.
¡Aquí va!
A leerla con ritmo… y ponerse casi, casi…
el disfraz.
“Toro
Cimarrón” poniendo en
alto
a Rebolo en el Carnaval
Por Fabio Osorio
Fotos: Fabio Osorio Jr.
La danza de congos “El Toro Cimarrón de Rebolo”
quiere coronar sus once años de
existencia ganando el máximo trofeo para un grupo de su modalidad en el Carnaval
2013. “El Cimarrón de Rebolo” es una
danza joven comparada con otras agrupaciones de congos que pasan del centenar
de años o -al menos-, están cercanas a los veinticinco.
Su director Carlos Maestre Benítez, es
un veterano con más de 50 años de estar vinculado a la “Fiesta de
Barranquilla”, haciendo parte de grupos de congos como “El Torito Ribeño” y “El
Toro Grande de Rebolo” o caracterizando a “King Kong”, como disfraz individual.
Para los Carnavales de 2013, los Carnavales del
Bicentenario, “El Toro Cimarrón” saldrá con 110 integrantes, entre “negros congos”, mujeres y disfrazados de
animales.
Congos
y champeta. Desde
mucho antes del Sábado de Carnaval, la carnestolenda se siente en las arenosas
y ardientes calles de Rebolo: mientras los integrantes del “Toro Cimarrón”
ensayan en plena vía, en la calle 23 con la carrera 21, frente a la sede de la
danza, la propia residencia del director
Carlos Maestre, adornada con motivos carnavaleros; muy cerca de allí el poderoso picó “El Gran
Ranger Megawatts” bota grandes bocanadas
de champeta criolla. Maestre, regaña a
un joven congo que se distrae con el sonido de la champeta y no le presta la
debida atención al recorrido guerrero de
la “cuadrilla” del Toro Cimarrón.
Por
el Congo de Oro. El
veterano director Maestre considera que el año pasado “le robaron el Congo de
Oro al Cimarrón”, pues en la Tarde de Danzas, que es un preámbulo de la Gran
Parada del Domingo de Carnaval, “El Toro Cimarrón” alcanzó los suficientes
puntos para alzarse con el primer puesto, pero eso no fue así: “Parece que en
la Gran Parada el jurado no nos vio”, dice Maestre poniéndole un toque de
ironía a sus palabras y a la expresión de su rostro rechocho.
Pero ese fugaz momento de
amargura de Maestre es borrado por el sonido de la música del grupo y los
gritos de uno de “los negros congos”: “¡Viva Rebolo! “ “¡Viva El Toro Cimarrón!”
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