jueves, 20 de septiembre de 2012

La exigente agenda de Telecaribe. Editorial de El Heraldo



Editorial de EL HERALDO

La exigente agenda de Telecaribe

Telecaribe se ha planteado ingresar a otra fase con su sede en construcción, acomodarse a las tecnologías de vanguardia, aumentar su cobertura, adecuar su oferta a las nuevas demandas teniendo como referencia un mundo globalizado al cual ya tiene acceso, y escoger un gerente, tras la renuncia de Iván Barrios.
Son todos ellos retos para sus directivos, que son, en primer lugar, los siete gobernadores de los departamentos del Caribe colombiano, la Alcaldesa de Barranquilla, los rectores de dos universidades públicas (Cartagena y Magdalena), y un delegado de la autoridad nacional de televisión. Suelen ellos delegar su representación, pero no su responsabilidad.

Nos sumamos al llamado que crece en todo el Caribe para que haya buen tino en las decisiones que vienen. Por ejemplo, sería de insensatos ignorar que en los últimos años, y en parte por la escogencia por méritos de sus dos últimos gerentes, se han dado mejoras en la administración y los contenidos del canal, en medio de las turbulencias de la industria. Son turbulencias en un mundo competitivo, más en las comunicaciones que lleva a rastras a aquellas empresas que tienen una misión de desarrollo y entretenimiento sano.
 
Telecaribe se inició y siempre ha sido, unas veces más otras menos, herramienta de la integración regional cultural y símbolo costeño de un destino común. Hay un patrimonio que conservar. Ha sido propiciador de oportunidades para nuestros talentos en el arte y la comunicación. Palanca en nuestras campañas más aglutinantes. En fin, medio de comunicación televisivo por excelencia para impulsar la autoestima de la gente caribe.
Los objetivos señalados arriba requieren ahora más gestión para garantizar la sostenibilidad y desarrollo del canal. De ahí que no hay cabida para acciones irresponsables desde su Junta, como construir ventanas por donde se cuelen de nuevo la politiquería, la ineficiencia en la planeación y la gestión, y el deterioro de las finanzas. Todo esto se ha superado en parte, así como la desconfianza de proveedores y usuarios.
El gerente Barrios se retiró después de 14 años de trabajo en el canal, dos como gerente, para buscar nuevas alternativas personales de desarrollo profesional. Deja huella reconocible en los aspectos administrativos y fiscales. También en la producción.
Avanzó en la construcción de la sede. Deja sentadas unas bases para seguir creciendo. Algo similar puede decirse de su antecesor, Édgar Rey, quien asumió la gerencia del canal en 2003 cuando parecía irse todo a pique por sucesivas gestiones altamente politizadas.
No se deben perder las oportunidades. El traslado a la nueva sede, que ya está en un 80% de avance, no puede ser un simple trasteo.
La oportunidad de la escogencia de un nuevo gerente con el sistema actualmente vigente en los estatutos –el concurso de méritos– permite no solo escoger una buena opción por los atributos de los candidatos, sino también un plan o ruta de trabajo para que se cumplan los objetivos que la Región demanda en torno a los servicios que Telecaribe le presta.
Telecaribe no puede dar marcha atrás. Tiene una exigente agenda por cumplir.

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