martes, 3 de abril de 2012

La Libertad sin Libertad de Prensa no es Libertad


Cartagena y su alcalde comunicador…
¿Está realizando una buena labor el locutor que llegó al poder con el respaldo de los cartageneros?
¿Es consciente el alcalde Campo Elías Terán Dix de la responsabilidad que tiene frente a su pueblo?
Dos colegas, Luis Roncallo Fandiño y Rebesa González de León, están atentos a su desempeño.

Luisemilioradaconrado
La LIBERTAD sin LIBERTAD de PRENSA NO es LIBERTAD.
Por Luis Roncallo Fandiño

Muchos de los sinsabores que hemos tenido en la vida se deben a que en Colombia, la Libertad de prensa está censurada desde la misma propiedad de los medios, por obvias razones de solidaridad de clase y de poder.
Colombia calla, omite, publica a medias, censura abiertamente y los bandidos andan en procura de leyes anti libertad de prensa porque ante la falta de justicia lo único que le queda a la libertad es la libertad de prensa, aun cuando en nuestro país el derecho a disentir se muere frente al derecho a disparar, herir y matar.
Rebeca González de León, del periódico El Universal de Cartagena, bajo el titulo “¿Hay campo para la censura?”, ha puesto sobre el tapete la denuncia pública que ha hecho la periodista del Canal Cartagena, Ana María Cuesta, acerca de la censura que se ha ejercido contra ella desde el palacio de la Aduana, por parte del mismo mandatario Campo Elías Terán Dix, a quien se ha considerado un periodista que cumplía con los nobles propósitos de esta profesión.
Conozco a Ana María cuesta, una muy bella e inteligente y valerosa periodista, a quien he seguido sus escritos desde cuando era una estudiante y ya mostraba la madera de la que está hecha. Muchas veces he elogiado sus trabajos porque habla como se debe, llamando pan al pan y al vino vino, pero sin desbordarse contra nadie y sin asumir esquinismos innecesarios. Es una especie de Oriana Fallaci criolla y bien por ella.
Entre dos fuegos
Así que la ciudad y los periodistas de la ciudad estamos entre dos fuegos, la lealtad a Cartagena o la lealtad al colega que la gobierna. Que por ser periodista reclama, tal vez, una solidaridad gremial no muy bien entendida. Porque el periodista solo se debe a la verdad. Si el actúa bien y los hechos de gobierno son buenos, publicarlo y si por el contrario son erróneos, también publicarlo.
Decía Simón Bolívar, que sólo ama al gobernante y procura su bien, aquel que se atreve a decirle la verdad.
El mundo de la imagen no acepta otra verdad que la mediática, la del superhombre, la del superhéroe, la del uribito que aun cuando la cosa sea mala, sale diciendo que “eso es una bobadita”.
La censura a un periodista o a un medio es lo peor que existe para nosotros los defensores de la Libertad de Prensa. El que nada debe nada teme. Y es doble error que sea un periodista gobernante quien asuma esa actitud censurable. Estoy de acuerdo con el ex presidente Belisario Betancur Cuartas, cuando decía que es preferible una prensa desbordada a una prensa censurada.
Creo que el alcalde necesita reposarse, tener una relajación profunda y aminorar las pasiones o será, como dice una común amiga y colega que lo defiende desde ultramar, que ¿el alcalde está muy mal rodeado y muy mal aconsejado? Esta es la semana de las reflexiones.
Yo también reflexionaré como me pidió mi amiga de ultramar pues los adjetivos acuden muy fuertes en mis escritos.

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