jueves, 8 de marzo de 2012

El Río Magdalena y una política de Estado, por Jairo Parada

Columna El Heraldo Marzo 5 de 2012
Economía política del Río Magdalena y una política de Estado
Jairo Parada
En el reciente Foro sobre la Navegabilidad del Río Magdalena, excelente iniciativa liderada por el Museo del Caribe, EL HERALDO y otras entidades, Ernesto Guhl decía con razón que Colombia era una especie de Arabia Saudita del agua, con un 22.5% de superficie con cuencas hídricas. La economía y la población del país se mueve alrededor de las cuencas del Río Magdalena y Cauca, y sin embargo, el Río dejó de ser la arteria de comunicación esencial del país y se convirtió en el gran canal de drenaje del país, siendo el primer contaminante del Mar Caribe.

Con un modelo sustitutivo protegido por altos aranceles, con una base industrial muy difusa en pequeñas y medianas industrias, el país optó en los años 50 del siglo pasado por privilegiar el sistema de vías para llevar su carga a los puertos, desdeñando la arteria fluvial. Múltiples intereses ligados al transporte de carga terrestre presionaron por esta única solución, lo cual funcionó a medias mientras la economía colombiana no se globalizaba.

Hoy, claramente la infraestructura vial es insuficiente e ineficiente, convirtiéndonos en el Haití de América Latina en estos temas. Pero con la llegada de la gran minería del carbón y el petróleo, la irracionalidad de querer seguir basándose en vías terrestres se hizo más evidente: las tractomulas de carbón y los camiones tanque han terminado por destruir la red vial. Ello exige un gran viraje: mientras los países desarrollados mueven el 30% de su carga por vía fluvial, Colombia –gracias a Ecopetrol- apenas mueve el 5% de su carga por estos medios.

Desde la Región Caribe hemos pugnado desde hace décadas por rescatar el Río para la otrora pujante navegación fluvial. La economía del transporte – disciplina que ha tenido grandes desarrollos desde hace décadas – ha dejado claro que hay un tipo de carga que por distancia, volumen y peso, se debe transportar por vía fluvial, sobre todo para grandes distancias.

Pretender transportar carbón, petróleo, gas, materias primas y determinada carga de containers por camión es un sin sentido, y ya se sabe que un container cuesta casi el doble llevarlo de Cartagena a Bogotá, que de Shangai o New Orleans a puertos del Caribe. Paras otras distancias y tramos más cortos, el transporte por ferrocarril es el más económico, y de ultimo, el transporte por carretera.

El ingeniero Jorge Sáenz demolió los mitos que se han tejido desde el centralismo oficial sobre el Río Magdalena: Que no hay navegación porque no hay carga, que el Río es variable y que no se puede tener un canal estable, que la flota naviera fluvial es vieja, que los problemas del calado, etc. Se olvida que todo río y puerto de este tipo, necesita siempre un mantenimiento, y que dragar es una actividad de rutina en todos los ríos del mundo. Una barcaza de 1.200 toneladas reemplaza a 40 tractomulas y a un tren de 35 vagones.

El director de Cormagdalena, Augusto García, dejó claro que para adecuar todo el Río solo se necesitan US $800 millones. Una pifia comparada con la autopista de la montaña de los paisas. Es imposible hacerlo con concesiones y peajes. Solo queda que las promesas del Presidente en el reciente Acuerdo de Prosperidad en Barranquilla no se quede en palabras, y se vuelva realidad. ¡Algo que este Gobierno de mucha retórica necesita!
 
Jairo J. Parada Corrales
Economista, PhD.
Barranquilla-Colombia
Celular 311-650-0550
Phone and fax: 57-5-3557657

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