miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Lloran de verdad los norcoreanos al morir Kim Jong II?


Esto es tenaz.
La cultura te puede cambiar los pensamientos.
En Estados Unidos, un norteamericano te permite pasar una calle y te espera para que tu caminar sea un poco lento. Él en su carro, tiene esa paciencia…
En Estambul, el turco, con un carro parecido, no te aguanta esa pendejada y te “tira el automóvil”, para que te pongas las pilas.
Son formas de mirar y vivir la vida.
Esta historia, que me encuentro en lainformación.com trato de asimilarla, para entender un poco más al ser humano. Un ser complejo que actúa por instintos. Eso dice mi mujer: “los hombres hacen el amor sin tanto protocolo… son, más bien animales, cuando se habla de sexo”.
¿Tendrá razón?
Mi hija Sandra, que es sicóloga, nos debe explicar un poco más ese comportamiento.
Un hombre puede tener dos, tres, cuatro y hasta más hembras y sentirse feliz con ellas. Y  puede hacer el amor con todas el mismo día.
¿Tendrá razón Jane, mi esposa?
Leyendo lainformación.com, entiendo un poco más a los coreanos…
…los latinos somos otra vaina. Somos menos cerebrales. Sentimos y lloramos, de verdad. Más conscientes de lo bonito que son los sentimientos y el amor…

Luisemilioradaconrado
 Mundo
¿Lloran de verdad los norcoreanos la muerte del dictador Kim Jong Il?
Bradley K. Martin, Fairbanks (Alaska) | GlobalPost

Las imágenes de muchos norcoreanos llorando con un histerismo manifiesto tras la muerte de Kim Jong Il ha sorprendido a Occidente. Hay varias explicaciones para esto, y no todas ellas entrañan un amor sincero hacia el 'Querido Líder'.

Los norcoreanos salen a las calles a llorar por la muerte de su líder Kim Jong - il

Miles de personas han salido a las calles de la capital norcoreana Pyonyang para demostrar su dolor por la muerte del su líder Kim Jong-il de 69 años.
Los norcoreanos grabados tras conocer la noticia de la muerte del gobernante Kim Jong Il parecían enloquecer de dolor. Hay varias explicaciones para esto, y no todas ellas entrañan un amor sincero hacia el dictador notoriamente centrado en sí mismo.

En primer lugar está la cultura coreana. Los coreanos se caracterizan por ser emocionalmente demostrativos en esos momentos. Es lo que hay que hacer.

Tomemos el caso del presidente surcoreano Park Chung Hee, que se resistió a la intensa presión popular para que se retirase después de 18 años siendo un dictador respaldado por los militares. En 1979, su jefe de inteligencia le disparó causándole la muerte.

Aunque Park había abusado drásticamente de su hospitalidad con el pueblo de Corea del Sur, tuvo una despedida ruidosa, llena de lágrimas. A lo largo de la ruta de la procesión de su funeral en Seúl, las mujeres especialmente se deshacían en gritos,  lamentos y agitaban sus puños al cielo.

En segundo lugar, las imágenes de los dolientes por Kim Jong Il parece que han sido grabadas principalmente o exclusivamente en Pyongyang, la capital.

Únicamente se permite vivir en Pyongyan a los que están acreditados como leales a la familia de Kim. Aquí la vivienda y el suministro de alimentos son mejores que en las provincias. En algunas de las provincias más sumidas en la ignorancia, la gente vive en condiciones paupérrimas, carencia de instalaciones para la higiene básica y sufren desnutrición, incluso inanición.

La revista de Corea del Sur Weekly Chosun informó en octubre que había obtenido una lista de los  2.108.032 residentes de Pyongyang compilados en 2005 por la Seguridad del Estado, una organización de policía secreta.

De los residentes de capital, unos 830.000 eran miembros del gobernante Partido de los Trabajadores (comunista) y la mayor parte del resto eran miembros de su familia o miembros posibles del partido, según sugirió la publicación, añadiendo que sólo hay unos dos millones de miembros del partido en todo el país.

Los habitantes de Pyongyang tienden a verse a sí mismos como teniendo un interés personal en mantener el régimen de la familia Kim. Informes de tránsfugas sugieren que muchos de ellos tenían pocas ilusiones sobre Kim Jong Il, considerándolo un líder muy inferior al de su difunto padre.

Sin embargo, podría haber sido un auténtico shock para algunos darse cuenta de que deben contemplar la vida sin Kim Jong Il, al fin y al cabo suficientemente conocido, al frente del país.  La mayoría de ellos saben muy poco sobre su hijo y heredero Kim Jong Un, de sólo unos 29 años de edad y sobre todo sin experiencia en asuntos de Estado.

El tercer factor: especialmente si continúa durante más de un día más o de dos, hay que atribuir a muchos de los que forman parte del cortejo de duelo una combinación del adoctrinamiento y de la coacción.

Oh Young Nam, un oficial de policía que desertó a Corea del Sur, describió en una entrevista no hace mucho la escena después de la muerte en 1994 del padre de Kim y predecesor como dictador. “Los medios de comunicación mostraron a los norcoreanos llorando frente a la estatua de Kim Il Sung”, dice Oh.

“Eso duró sólo tres días” realizado de forma voluntaria por parte de la gente, prosiguió Oh.  Kim Jong Il quería que continuara por lo que “hizo que cada organización enviase a un determinado número de personas a llorar todos los días delante de la estatua de Kim Il Sung”.

El difunto Hwang Jang Yop, un ex jefe de la ideología del partido que desertó a Corea del Sur en 1997, escribió que después de la muerte de Kim Il Sung “el país entero fue arrastrado por un torrente de lágrimas”.

“La mayoría de los dolientes lloraban porque les habían lavado el cerebro por el culto a la personalidad de Kim Il Sung”, según Hwang. "Pero también estaba el hecho de que no se les permitía ninguna otra cosa que no fuese el duelo”.

El partido llevó a cabo encuestas para ver quién mostraba el mayor pesar y convirtió esto en un criterio importante para  evaluar la lealtad de los miembros del partido. Los pacientes que permanecieron en los hospitales y las personas que bebían y se divertían, incluso después de escuchar la noticia de la muerte de su líder, fueron seleccionados todos para el castigo”.

Hwang en ese momento supervisaba un centro de pensamiento llamado Instituto de Ciencias Juche. Allí, dice, “el  profesor Hong Seung Hoon, el director de investigación económica, fue degradado por permanecer con los ojos secos y por estar ocupado reparando su bicicleta. Este incidente con el tiempo tuvo su efecto en la salud del Dr. Hong y le condujo a la muerte”.

En cuarto lugar, muchos de los residentes de Pyongyang doblan como actores para impresionar a los visitantes extranjeros. Ellos comienzan de niños actuando en eventos como los “juegos de masas” Arirang que han sido la atracción turística del régimen más importante de los últimos años.

Son buenos en su trabajo. Así que si a partir de ahora ves un video a la semana que muestra más llanto y a gente desgarrándose el pelo y te inclinas a pensar que los dolientes son reales y están verdaderamente rotos de dolor, es posible que quieras volver a pensártelo de nuevo.

Pd: RADAR: ¿Y ahora que vamos a hacer cuando nos toque negociar los TLCs?

luisemilioradaconrado

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