En Colombia
Las tiendas
de barrio están más vigentes que nunca
Las
predicciones que desde hace mucho tiempo se han venido haciendo sobre el futuro
y la posible desaparición de las tiendas de barrio están lejos de hacerse
realizad.
Su
importancia y permanencia no sólo radican en la influencia que tienen en el
aspecto económico, sino que también tienen un gran impacto en temas como el
cultural y social.
De hecho,
este tipo de establecimientos gana reconocimiento y participación, a la vez que
se convierten en actores fundamentales para actividades económicas como la
industria, el comercio, en general, para la sociedad.
Bajos
ingresos
Según
análisis y estudios realizados por la Federación Nacional de Comerciantes, en
lo social, en Colombia poco más de la mitad de la población recibe ingresos
superiores a los US$250 mensuales por lo que las tiendas de barrio ofrecen
alternativas para la adquisición de productos de consumo diario en gramajes
inferiores con una propuesta de valor agregada.
Como si
fuera poco, este tipo de establecimientos cuenta con un servicio personalizado,
horarios convenientes y acceso de crédito a sus clientes lo que le permite
tener una mayor cercanía en la cotidianidad de las familias colombianas.
El informe
realizado por la agremiación sobre las tiendas de barrio en las siete
principales ciudades del país, encontró que mientras 40% de estos
establecimientos se encuentra ubicado en Bogotá, las más desarrolladas se
encuentran en Barranquilla, con un alto nivel de ventas y áreas de más de 35 metros
cuadrados, dato que se ubica muy por encima del promedio nacional. El análisis
también determinó que más de la mitad de los locales consultados reportan tener
menos de cuatro años de experiencia.
Las tiendas
de líchigo, tiendas que venden alimentos preparados y tiendas que venden
verduras frutas y alimentos preparados en un solo lugar muestran la diversidad
en el canal tradicional.
Mayores
ventas
En cuanto a
las que más venden, la lista es liderada por las tiendas ubicadas en la capital
del Atlántico, las cuales registran ventas diarias por más de $200.000 diarios.
Para Fenalco
es claro que las tiendas de barrio en Colombia como canales de distribución aún
representan oportunidades de crecimiento en algunas categorías, ya que se
convirtieron en una herramienta de captación de capital, oportunidad de trabajo
y apoyo a la industria nacional, al brindar mejoras en aspectos como el acceso
de productos, asequibilidad en precios y una relación interpersonal más cercana
e íntima entre tendero y consumidor.
Este es un
aspecto que definitivamente no se evidencia en los almacenes de cadena o
mayoristas que guardan una relación más distante con el cliente a pesar de la
implementación de estrategias de fidelización que obviamente generan el regreso
del cliente a estos establecimientos.
Es un hecho
que factores estratégicos como la ubicación, la amabilidad, el crédito que
otorgan a sus clientes, la dosis precisa del producto en una presentación de
bajo desembolso, la amistad y el trato personalizado, han permitido que las
tiendas de barrio continúen manteniéndose fuertes en el mercado.
Crédito y
cercanía, factores a favor de los establecimientos
La afluencia
de las tiendas de barrio se explica por factores económicos tales como la
inflación y las tasas de desempleo que hacen que los colombianos no cuenten con
un alto volumen de recursos y que recurran a estos establecimientos para
comprar con crédito y en pequeñas cantidades. Sin embargo, las grandes
superficies también han generado crecimientos significativos en los últimos
meses.
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