POR DECRETO ORDENAN
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QUE BAJE EL RIO
EL NERVIOSISMO SUBSISTE
Por: Amado de J. Ucros
Un decreto para detener la creciente arremetida y desbordamiento del Rio Magdalena, así como la orinadera de la niña, ronda desde finales de diciembre del año pasado en la cabeza del señor Gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa.
Efectivamente la respuesta del mandatario surgió a preguntas necias de periodistas que recogen el clamor de las gentes del común, comerciantes, ganaderos, agricultores etc., que están con el credo en la boca que el sur del Atlántico pueda volverse a inundar.
I. Al mandatario se le formuló una pregunta relacionada con la preocupación del sector ganadero, “los que no aguantarían una inundación más, debido a que todavía hay tierras anegadas por el invierno anterior”. El mandatario guardó silencio, se rió y varió la conversación.
Ante la insistencia sobre el tema, ahora no de uno, sino de dos periodistas. El gobernador, echó mano de su buen humor y respondió: “No, es que yo para evitar que el río se desborde, a finales de diciembre del año pasado expedí un decreto ordenando al río que bajara”. La expresión del gobernador causó hilaridad ante los periodistas cercanos y rompió la tensión por la expectativa existente por posible desbordamiento.
Este decreto que anda rondando en la cabeza del mandatario nos hizo recordar otra de sus salidas espectaculares, cuando en una gira estando en construcción el boquete dijo: “Hubo un día en que pusieron uno de esos tubos, y que día, la corriente lo reventó como si fuera un palillo de diente en la boca de un corroncho”.
Recién y antes de acompañar a la gira al señor Gobernador, el presidente del Consejo Directivo de “Coolechera” José de Silvestri nos había declarado entre otras cosas lo siguiente. “La ola invernal golpeó mucho al sector ganadero, así como a las empresas procesadora de los productos lácteos”.
Agregó: “En el Atlántico se perdieron 70 mil litros de leche que no se han recuperado. En la rivera del Magdalena se perdieron 80 mil litros y solo se recuperaron el 30%. Todo esto en perjuicio para este sector. Muchas de sus tierras siguen inundadas y otras desforestadas. La cota del río hoy está a 30 centímetros de desbordarse y es probable que para finales de junio estemos inundados, sino hay la prevención del caso, según las declaraciones del dirigente agropecuario.
El día del recorrido la cota estaba en 7.60 y, “va a seguir aumentando. Vamos a tener una especie de gran inundación nuevamente. Esperemos que el río llegue a unos niveles normales que podamos manejar para poder hacer todas las reconstrucciones que tengamos que hacer. Estamos ante una niña que no ha terminado. Puede durar uno ó dos meses más”, dijo el mandatario de los Atlanticenses. Ojalá que no!.
Hoy precisamente en momentos que escribimos esto, nos llega la noticia del IDEAM. “El fenómeno de la niña, su incidencia en el territorio nacional ha finalizado”. Qué gran noticia!.
El mismo boletín recomienda no bajar la guardia dado que la presencia de lluvias en la región andina persistirá hasta mediados de junio.
También dice el Ideam: “En cuanto a las inundaciones, las cuencas bajas del río Magdalena y Cauca seguirán en alerta roja, debido a que todavía mantienen niveles altos por encima de la cota de afectación”. Leído este párrafo, ya no es gran noticia. El riesgo continúa.
Sin embargo somos optimistas, en la medida que el mismo anuncio del Ideam, dice:” Aprovechar la temporada seca que se avecina de casi (3) meses, para realizar obras y medidas necesarias de recuperación de carreteras, puentes, acueductos, aeropuertos, tierras y cultivos y en general reducir la vulnerabilidad del país”. No quedo conforme, ¿por qué ?.
Sencillamente, porque las obras deben quedar bien hechas. Quedan solo tres meses, ya que el nuevo diluvio comienza en septiembre y termina en diciembre. Hay gente que no le cree al Ideam. Yo todavía le creo, pero no estoy seguro.
Sin embargo, ante lo insistente que somos preguntamos al señor Gobernador. ¿Qué le recomienda a los campesinos y gentes de todas las capas sociales de estos pueblos del Departamento? Dijo: “No podrán estar en los sitios que les corresponden al rio. Continuó. El rio tradicionalmente ha inundado lo que son las playas que hoy son ciénagas del rio, que son humedales del rio. El rio se los va a tomar. No podemos quitarle al rio sus espacios. Son zonas de inundación que tradicionalmente toma el rio en su proceso de crecimiento.
El gobernador recomendó a los habitantes de los pueblos susceptibles de inundación tratar de ubicarse en sitios que tradicionalmente no ocupa el río. Es la única medida que hay que tomar. Mejor dicho, buscar tierra alta como la tanga.
Este recorrido en el que precisamente estuvimos acompañados por el director del proyecto Ruta Caribe Ernesto J. Carvajal y su Representante Legal Menzel Amín, el señor Gobernador dijo: que estaban garantizados 1.700 millones de pesos para la construcción de un tramo de 14 kilómetros que hacen falta de la vía Malambo – Caracolí.-
Mientras el señor Menzel Amín se comprometió a que la reconstrucción de las calzadas de la ruta Caribe que son 120 kilómetros en el Atlántico, que consiste en la reconstrucción de las vías existentes, tanto de la estructura de pavimento, como el pavimento y la rodadura serían entregadas en julio. Precisamente en estos días que ha estado lloviendo nos hemos acordado del señor Menzel. Nos preguntamos, cuanto, se atrasan las obras y cuanto material se pierde, cada que llueve. Ah!
Según el señor Menzel y el Gobernador Verano, una de las mayores dificultades que han tenido las obras que se construyen en la Ruta Caribe, son la “adquisición de predios”. Si la entrega de los predios se acelera, es posible que el tramo Barranquilla – Galapa se entregue este año, según Menzel.
Según el Gobernador Verano de la Rosa, el proceso de expropiación dura entre, 3,7 y 9 meses, y ya se está en ese proceso para que los predios que faltan de la ruta Caribe sea una realidad. Sin dilación ahora en Junio con todo, vamos con la expropiación puntualizó el mandatario. Cómo quien dice, en 72 horas.
Para no ser tan pesimista, pero sí, para resaltar y reconocer que ante esta catástrofe del invierno cualquiera se vuelve loco. Miren estas cifras: “29 de las 32 Departamentos de Colombia, hubo incremento de la lluvias incluido Bogotá. 109 muertos y 109 heridos y 13 desaparecidos en el país. 578.336 personas afectadas, 126. 346 familias, 1.196 viviendas destruidas y 101.109 viviendas afectadas”.
Hay más. 40 avalanchas, 907 deslizamientos, 5 erosiones, 6 granizadas, 1.682 inundaciones, 11 tormentas eléctricas y un tornado, 275 vendavales. Total 2927 emergencias. Todo por la niña, solo en un mes y 23 días. Todo lo anterior, según la dirección de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior y de Justicia, un ente que nos merece crédito.
Con todo este panorama desolador y todo lo que hemos sufrido en el Atlántico, y ante preguntas necias, es apenas lógico que al señor Gobernador haya echado mano a su vena humorística para expedir en teoría un Decreto, ordenando al río bajar sus caudales y raudales para que no vuelva a inundarnos.
Es probable que otros Gobernadores, y Alcaldes del país estén pensando lo mismo, si las aguas no se retiran. Que se vayan ya.
HAY MÁS.-
Este artículo lo iniciamos como una aparente noticia, se fue convirtiendo en especie de crónica y al final de comentario. No son ninguno de los tres. Son todos al mismo tiempo.
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