martes, 1 de febrero de 2011

Hosni Mubarak, casi listo para salir del poder en Egipto



De acuerdo a lo que se conoce a nivel mundial, el reinado del presidente Hosni Mubarak, está casi terminando.
En una de las manifestaciones una chica de 30 años dijo: “no pasa del viernes”. Hoy es martes…
Son tres décadas y parece que ni siquiera el Ejército se quiere aguantar a su presidente.
Parte de la historia, la tenemos aquí en el RADAR contada por uno de los periodistas de Reuters.

LuisEmilioRadaC
Pd:


Mubarak no participará en las elecciones de noviembre, pero se mantendrá en el cargo
Reuters

El Cairo.  Pese a las manifestaciones que se levantaron desde hace ocho días pidiendo su renuncia, el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, no participará en las próximas contiendas, pero no dejará su puesto hasta ese momento.


El gobernante de 82 años, que tiene tres décadas en el poder en el país más poblado del mundo árabe, está bajo presión mientras las calles se llenaron de gente pidiendo su dimisión, en manifestaciones sin precedentes.

El canal Al Arabiya agregó que el vicepresidente Omar Suleiman había iniciado reuniones con representantes de los distintos partidos.

El despacho de Suleiman ha estado en contacto con grupos de manifestantes en la plaza Tahrir en El Cairo, el punto de concentración de las protestas.

Mientras miles de personas se sumaban a las protestas y esperaban que el mandatario se pronunciara, el mercado seguía evaluando el riesgo de que los disturbios se propaguen.

El petróleo Brent oscilaba por encima de los US$100, pero se mantenían las reservas por una posible propagación de los efectos a los demás miembros de la Opep.

Analistas y operadores coincidían en que el levantamiento popular contra el Gobierno egipcio difícilmente altere el movimiento de los tanqueros y los flujos del petróleo a lo largo del Canal de Suez y el oleoducto Sumed, pero decían que la agitación en la región apuntalará los precios.

Por ahora, en la Plaza Tahrir (Liberación), que se ha convertido en el foco del movimiento de protesta, las personas se congregaban bajo la mirada de soldados apoyados por tanques y coches blindados.

Efigies de Mubarak colgaban de los semáforos y algunos manifestantes cargaban ataúdes simulados con las palabras: "El funeral es en Tel Aviv". 

Entre los manifestantes habían abogados y otros profesionales así que como obreros y estudiantes, mostrando la amplitud de la oposición a Mubarak. Las mujeres y los hombres permanecían juntos de pie sosteniéndose las manos.

"No creo que Mubarak pase el viernes. No hay manera. Este país se está cayendo", dijo Amina Zaki, una diseñadora gráfica de 30 años.

Los manifestantes se inspiraron en una revuelta en Túnez que derrocó a su presidente Zine al-Abidine Ben Ali el 14 de enero. Pero años de represión han dejado pocos líderes civiles claros capaces de llenar cualquier vacío de poder dejado por Mubarak.

La desintegración de la estructura de poder de Mubarak marcará el comienzo de una nueva era en la historia moderna de Egipto y reconfigurará el mapa geopolítico de Oriente Medio, con enormes ramificaciones para Washington y aliados que van desde Israel hasta el gigante petrolero Arabia Saudita. 

El Ejército, una fuerza poderosa y respetada en Egipto, asestó un golpe posiblemente fatal a Mubarak, de 82 años, ayer lunes por la noche cuando dijo que los soldados no abrirán fuego contra los manifestantes y que tenían reclamos legítimos y el derecho a protestar pacíficamente.

El nuevo vicepresidente de Mubarak, Omar Suleiman, nombrado para mostrar que el Gobierno estaba dispuesto a realizar reformas, ofreció abrir un diálogo con la oposición.

Pero la medida, junto con la renovación de su gabinete y la promesa de reforma, pareció ser escasa y llegar muy tarde.

"La única cosa que aceptaremos de él es que se suba a un avión y deje el país", dijo el abogado de 45 años Ahmed Helmi, uno de los miles de egipcios que se congregaron en la Plaza Tahrir de El Cairo para pedir la renuncia de Mubarak.

El levantamiento estalló hace ocho días en medio de demandas por la corrupción, la opresión y las dificultades económicas y rápidamente escaló en una crisis sin precedentes en los 30 años de Gobierno respaldado por las implacables fuerzas de seguridad.

Estados Unidos y otros aliados occidentales observaron primero confusos cómo miles de personas demandaban la salida de un aliado incondicional que ha sido una figura clave en las acciones de paz en Oriente Medio.

A medida que la crisis aumentaba, Washington solicitó reformas y elecciones libres, pero también se mostró preocupado de que los islamistas puedan ganar poder si Mubarak fuera forzado a renunciar.

Los analistas políticos ya no hablaban sobre si Mubarak debería dimitir, sino cuándo y cómo.

"La sucesión ya está en marcha", dijo Steven Cook, del Consejo sobre Relaciones Exteriores.

"Lo importante ahora es gestionar la salida de Mubarak, que deberá ser tan digna como sea posible en este momento. Por cuestiones de honor, los generales no tendrán otro modo", agregó.

El Ejército, que ha dirigido Egipto desde que sus oficiales derrocaron a la monarquía en 1952, será un elemento clave a la hora de decidir su sucesor y podría retener una significativa cuota de poder mientras introduce las reformas necesarias para neutralizar las protestas, según analistas.

Mohamed ElBaradei, ex director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por su sigla en inglés), ofreció ser un líder de transición y preparar elecciones democráticas en Egipto. No obstante, muchos egipcios dicen tener reservas acerca de un hombre que ha pasado gran parte de su carrera fuera del país.

Entre los más organizados dentro de la oposición estaba la hasta ahora prohibida Hermandad Musulmana, que dice que quiere una democracia pluralista.

Hasta el momento se había mantenido al margen de un levantamiento liderado por jóvenes y las clases profesionales urbanas, pero el lunes dijo que llamaba a la gente a que continúe las protestas hasta que todo el liderazgo se haya ido, "incluido el presidente, su partido, sus ministros y su Parlamento".

Al menos 140 personas murieron desde que las manifestaciones comenzaron el martes pasado, en su mayoría en enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas policiales. La violencia también estalló en Suez, Alejandría y otras ciudades.

1 comentario:

  1. Me escribió unos de nuestros lectores:
    "Este es un ejemplo para Venezuela y Cuba".
    ...

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