domingo, 20 de junio de 2010

Juan Manuel Santos es el nuevo presidente de Colombia


Ganó Santos.
Obtuvo más votos que todos los otros presidentes que haya tenido Colombia.

Tiene un reto impresionante y eso lo tiene claro.

Dijo hoy un su discurso: “Colombianos, no los defraudaré”. Y eso lo esperamos todos.
Invitó a todos a la unión.
Fue un caballero con Antanas Mockus, Sergio Fajardo y con todo su equipo y sus seguidores.

El reto de Juan Manuel Santos es grande, como lo dice César Paredes, en este escrito que circula por Semana.

LuisEmilioRadaC

Pd:


Junio 20 de 2010
¿Cuáles son los retos de Santos?
Por César Paredes, periodista de Semana.com


Juan Manuel Santos recibe un país más seguro, pero con graves problemas de desiguladad y desempleo.
Terminan ocho años de gobierno de Álvaro Uribe, el Presidente más popular en la historia reciente del país. El próximo 7 de agosto llega a la Casa de Nariño un nuevo equipo de asesores, un nuevo gabinete y un nuevo Jefe de Estado.


Juan Manuel Santos, el mandatario electo, proviene del oficialismo. No obstante, líderes políticos y analistas esperan que el Gobierno entrante le dé un nuevo aire a la democracia.

El nuevo mandatario no sólo hereda los éxitos del Gobierno saliente, sino también sus errores y su falta de resultados. Santos recibe un país más seguro del que tuvo que gobernar Uribe, debido a los golpes dados a las Farc. También recibe un país con mayores expectativas de crecimiento económico, pero con un índice alto de desempleo y de pobreza.


Así mismo, tiene un enorme reto en materia de restauración de las relaciones exteriores, disminución de los índices de violación a los derechos humanos, combate a la corrupción y el restablecimiento del funcionamiento armónico de las ramas del poder, temas en los que Uribe deja una complicada herencia.

1- Desempleo y pobreza

Según la más reciente encuesta bimestral publicada por Invamer Gallup, el 42 por ciento de los encuestados cree que el principal problema que el Gobierno debe atender es la capacidad adquisitiva de los colombianos.


El DANE le da la razón: en abril, la tasa de desempleo llegó al 12,2 por ciento, la más alta para ese mes desde 2004. Esto significa que hay 2.668.000 personas que están buscando trabajo y no lo encuentran.

Según el informe de la Misión de Empleo, Desigualdad y Pobreza en Colombia, el 45,5 por ciento de los colombianos vive en la pobreza y el 16,4 en la pobreza extrema. Es decir, Colombia continúa en el club de los pobres.

Santos se ha comprometido a crear más de 2,5 millones de empleos y formalizar otro millón. Para esto, según lo ha dicho, continuará con la política de subsidios y exenciones tributarias para los empresarios. En su criterio, esa es la única vía para disminuir la pobreza.

2- Seguridad

Para el ex vice ministro de Justicia Rafael Nieto, el Gobierno entrante tendrá que enfrentar tres retos importantes en materia de seguridad: la conclusión del conflicto armado, la reducción de la actividad del narcotráfico y la disminución de los índices de criminalidad urbana.


“El conflicto armado obliga la distracción de una gran parte de los recursos del Estado e implica un costo muy alto en vidas humanas. La producción de narcóticos hace un gran daño a la economía, sigue siendo el principal elemento corruptor de la política y es el motor de la violencia”, explicó Nieto.

“Las cifras de homicidios y de delitos en las ciudades estaban bajando hasta el 2008, pero desde el año pasado se revirtió la tendencia; el próximo Gobierno tiene que diseñar mecanismos de seguridad urbana efectivos”, agregó.

El director del Observatorio de Conflicto Armado, Mauricio Romero, agregó a la lista de prioridades una política de seguridad más activa para las zonas fronterizas.
“La guerrilla se desplazó a las zonas limítrofes, lo mismo hicieron estructuras que quedaron de la desmovilización de las AUC, en aras del control de la producción de la droga”, explicó Romero.


Pero, agrega el investigador, “no sólo se requiere de una política de seguridad, sino de generación de desarrollo, específica para las zonas fronterizas. También, cooperación con los gobiernos vecinos –no de confrontación–, pues sin la normalización de las relaciones es imposible resolver el problema fronterizo”.

3- Economía

En materia económica, el Gobierno también deberá hacer una reforma al sistema tributario.

Santos ha dicho que él no aumentará los impuestos
. Sin embargo, expertos y analistas argumentan que para poder hacer sostenible el sistema, es necesario recaudar más dinero.

En ese sentido hay dos propuestas de reforma: una para aumentar la base tributaria y los impuestos, y otra, que es por la que se inclina el Presidente electo: hacer más efectivo y claro el sistema de recaudo.


Además, el Gobierno deberá reformar el régimen de regalías, o sea a la ley que regula la repartición de los recursos a los departamentos por concepto de explotación del subsuelo, pues se prevé que aumente la inversión en el sector minero. Primero, para que se reduzca la corrupción, y segundo, para evitar lo que los expertos llaman la “enfermedad holandesa”.

Esta expresión se refiere al efecto que produce la entrada de divisas cuando un país obtiene rentas de exportación altas por la explotación de algunos recursos. Una de las consecuencias de este fenómeno es la revaluación de la moneda, lo que podría afectar a los exportadores y el sector manufacturero.

4- Relaciones exteriores

El problema de seguridad también pasa por las relaciones con los países vecinos. En ese aspecto, el Gobierno tiene una gran tarea.

Horacio Godoy, coordinador de la Maestría en Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte
, aduce que la recomposición de las relaciones con Venezuela y Ecuador va a ser difícil. No obstante, es necesaria para el desarrollo del comercio y de la seguridad regional.

“El Gobierno que sale no tuvo suficiente cuidado política exterior. Los cancilleres fueron débiles, los embajadores fueron nombrados por política y, en general, no hubo diplomacia ni capacidad para hacerse oír”, argumentó Godoy.


El académico, sin embargo, cree que la trayectoria de Santos da cuenta de que le gusta rodearse de personal especializado, lo cual supone una garantía de que su equipo diplomático será más técnico y menos político.

Nieto es pesimista frente a las relaciones con Venezuela. En su criterio, el mandatario venezolano, Hugo Chávez, no va a normalizar las relaciones con Colombia, independientemente de quién sea el gobernante.

“Chávez necesita tener un contradictor. Colombia deberá agotar los instrumentos diplomáticos para morigerar la relación con Venezuela, pero hay que estar preparados para que los resultados no sean buenos”, dijo Nieto.


Por esta razón el ex viceministro argumentó que Colombia debería tener la capacidad de disuadir la amenaza de cualquier agresión extranjera. Pero, advirtió, no se trata de entrar en una carrera armamentística, sino de profundizar el apoyo militar de otros gobiernos.
Por el contrario, Godoy argumentó que “Colombia no puede seguir creyendo que las relaciones diplomáticas son para tratar de solucionar sus problemas internos, sino que debe recomponer su política exterior para que sea más propositiva”.

Los analistas coincidieron en que la actividad diplomática del nuevo Gobierno debe ser mucho más activa. Sugirieron que las relaciones con Brasil, país que se consolida como un líder regional, debería ser más estrecha. Así mismo, su participación en los organismos multilaterales deberá ser más visible.

En materia de comercio exterior, el nuevo Gobierno colombiano tiene el reto de lograr la ratificación de los TLC suscritos con Estados Unidos y la Unión Europea. A pesar de que esa ratificación no depende directamente del Gobierno, sino de los Congresos respectivos, la nueva administración deberá dar resultados en reducción de violación de derechos humanos y protección a los sindicalistas.

5- Derechos Humanos

La Corte Constitucional ha dictado varias sentencias en las que advierte el enorme vacío de las políticas gubernamentales para atender a los desplazados. En varias ocasiones ha reiterado que este grupo de la población sufre un “estado de cosas inconstitucional”. Es decir, no se le han restituido sus derechos.


Gustavo Valdivieso, jefe de la oficina de información del Representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Colombia, aduce que la cifra es superior a 3.300.000, basado en las cifras oficiales de Acción Social (organismo adscrito al Gobierno). Es decir, Colombia, después de Sudán, es el país con más desplazados.

Por esta razón urgen medidas para resolver la situación de este sector de la población.
También en el tema de derechos humanos, varios organismos internacionales han señalado la importancia de reducir las violaciones a ellos. El más reciente informe de Philip Alston, relator Especial de las Naciones Unidas para las ejecuciones arbitrarias, señaló que en Colombia persisten las ejecuciones extrajudiciales, llamadas eufemísticamente “falsos positivos”.

Alston, a pesar de que destacó algunas medidas adoptadas por el Gobierno, indicó que el grado de impunidad es altísimo. El experto señaló que la rendición de cuentas de los paramilitares desmovilizados no ha sido satisfactoria. “Hoy, el fracaso del proceso de rendición de cuentas es claro ante el dramático aumento de los asesinatos por parte de grupos armados ilegales compuestos en su mayoría por antiguos paramilitares”.

Igualmente, el Gobierno saliente ordenó el hundimiento de una ley de víctimas que buscaba garantizar la reparación integral y la restitución de los derechos de quienes han sufrido a causa del conflicto armado. Falta ver si el Gobierno entrante sí se decide a aprobarla.

6- Justicia

Uno de los problemas que hereda el nuevo gobierno es el de la congestión judicial. Los juzgados están atiborrados de procesos y por esa razón el índice de impunidad es altísimo.

Analistas han propuesto reformas en varios sentidos. Algunas contemplan la reforma a los mecanismos de elección de los magistrados y del Fiscal. También la resurrección del ministerio de la Justicia y una reforma a la tutela para evitar los choques de trenes entre las Altas Cortes.

Sin embargo, según señala Nieto, “el problema hay que resolverlo sin afectar la autonomía de la rama judicial”.

Para Gabriel Bustamante, asesor jurídico de la Corporación Viva la Ciudadanía, “hay una gran incertidumbre sobre la actitud que tendrá el Gobierno para conservar la independencia judicial”.

En su criterio, “funcionarios del gobierno saliente están en líos y no se sabe si la actitud de Santos será la de respetar las decisiones de los jueces o la de atacar a las Cortes como lo hizo Uribe”.

No hay que olvidar que magistrados de los tribunales han sido espiados por el DAS y por la Uiaf, organismos adscritos a la Presidencia.

Santos ha dicho que lo primero que hará es reunirse con las cortes para tratar de morigerar las tensiones, como parte de una clara decisión de respetar la independencia de los poderes.

A la incertidumbre de cómo será el trato del Gobierno con el poder judicial se suma la reciente propuesta del Gobierno de reformar el fuero y la justicia militar. Hay quienes aducen que esta propuesta tiene el objeto de evitar que los militares sean juzgados en razón del cumplimiento de órdenes. El Gobierno y el propio Santos han argumentado que el objetivo de la reforma es garantizar el debido proceso de los aforados.

7- Corrupción

A pesar de que el ganador de la contienda fue Santos, no hay que olvidar que su contendor más importante encarnó un sentimiento de rechazo a la corrupción. La principal bandera de Mockus fue la transparencia y el apego a la Ley. Sus más de 3 millones de votos en la primera vuelta y en la segunda son un mandato que no se puede desconocer.

De esta manera los votantes de Mockus expresaron su hastío con la parapolítica, la yidispolítica, la feria de las notarias, las ‘chuzadas’, entre otros escándalos de corrupción.
A estos escándalos se sumaron las denuncias sobre participación de narcotráfico y uso de políticas públicas en la elección del Congreso el pasado 14 de marzo, entre otras irregularidades.

El gobierno de Santos tiene la responsabilidad de crear mecanismos de rendición de cuentas y escrutinio ciudadano que blinde sus decisiones. Durante la campaña, el Presidente electo expresó su voluntad de tomar las medidas necesarias, con lo cual aceptó tácitamente la responsabilidad del gobierno saliente en esa materia.

8- Política social


Por último, pero no menos importante, el Gobierno entrante deberá garantizar no sólo la cobertura de los servicios de salud y educación, como lo establece la Constitución, sino mejorar la calidad de éstos.

En ese sentido, la Corte Constitucional también ha puesto el dedo en la llaga. El Alto Tribunal ha ordenado que la salud tenga cobertura universal y que el servicio sea igual para los los Planes Obligatorios de Salud (POS), subsidiado y contributivo.

Para esto, el Gobierno deberá hacer una reforma al régimen de salud, pues con el recaudo de dineros de la reforma tributaria recién aprobada no es suficiente, según han explicado algunos economistas.

El pasado 19 de mayo, el Alto Tribunal también se pronunció sobre la Ley General de Educación. Ratificó que la educación básica primaria debe ser gratuita y obligatoria. Así echó para atrás el artículo que facultaba al Gobierno para cobrar las tarifas en establecimientos estatales.

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