martes, 27 de abril de 2010

Los jóvenes y Germán Danilo Hernández



Germán Danilo Hernández
Los JÓVENES son capaces de cambiar la HISTORIA
04/27/2010 - 00:03 — maguilera
La columna de Germán Danilo Hernández

Cuando los jóvenes se lo proponen, son capaces de cambiar la historia. Los destinos de muchos pueblos han sido tomados por estudiantes imberbes en rechazo a sistemas totalitarios.

Edgar, Jorge, Deyana
El episodio más emblemático fue el de mayo del 68, cuando las calles de Francia fueron desbordadas por miles de estudiantes, quienes sumados a las huelgas obreras, lograron transformaciones profundas del Estado y sembraron por el mundo semillas de libertad que aún germinan.


Las revoluciones armadas o pacíficas en varias naciones fueron gestadas por jóvenes, quienes también han aportado a la historia sacrificios. Siempre quedará en la memoria colectiva la masacre de Tiananmen, con la que el Ejército Popular de Liberación sofocó la revuelta de los estudiantes chinos contra el gobierno comunista.

También, en diversos momentos de la historia de Colombia, los estudiantes fueron protagonistas de la vida política, canalizando el descontento popular.
No obstante, la represión en todas sus presentaciones debilitó al movimiento estudiantil y parecía confinarlo en sus claustros.

Pero si algo resulta difícil de controlar es el ímpetu juvenil, su entusiasmo frente a anhelos y convicciones, y su rebeldía natural. Todos estos aspectos parecen haber resurgido de manera espontánea durante las últimas semanas en colegios y universidades de Colombia.



No son protestas con aerosol en las paredes, ni pedreas con la Fuerza Pública. Son manifestaciones enérgicas de sonrisas, canciones y símbolos de esperanza. Se reúnen por grupos en los pasillos de la academia, en las esquinas de los barrios, organizan caminatas, eventos culturales o deportivos, y desbordan el Internet.

Protagonizan las batallas de los girasoles, la marea verde y la revolución de los lápices. Hay una sublevación atronadora e inesperada contra los extremos, la violencia, y en defensa de la vida, como el derecho más sagrado. Los estudiantes de universidades públicas y privadas parecen estar decididos a romper con la apatía y tomar partido en una contienda electoral que antes les fastidiaba, pero decidieron hacerse sentir como electores no cautivos.

Antanas Mockus, con corbata verde
El discurso de Antanas Mockus, basado en la educación como soporte de la transformación social, protección de los recursos públicos, tolerancia, inclusión y prudencia, terminó por seducir -además de académicos e intelectuales-, a empresarios, amas de casa, obreros y desempleados, pero muy especialmente, a los estudiantes.


Parece que protagonizarán el “mayo colombiano”.
Estamos frente a una explosión del pensamiento juvenil, que se dispone a usar la democracia para dar un vuelco al status quo, y liderar una revolución verdadera sin piedras ni fusiles (ojalá sin víctimas).

Son los jóvenes de la nueva legalidad, la de: “comuníquese, explíquese, compréndase y cúmplase”. Es un ejército completo de muchachos y muchachas, convertidos en combatientes armados con lápices de futuro.

Para ellos Mercedes Sosa dejó una voz de aliento inmortal, hecha canción:
-Me gustan los estudiantes porque levantan el pecho, cuando le dicen harina, sabiéndose que es afrecho.
Los y las jóvenes encontraron en mayo de 2010 su momento histórico. En las urnas se harán sentir.

*Trabajador Social y periodista, docente universitario, asesor en comunicaciones.
germandanilo@hotmail.com

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