jueves, 4 de marzo de 2010

El voto por la Región Caribe. Weildler Guerra.


Estoy preocupado!!!!!!!!!!!!
Y bastante.
Porque he detectado que gente muy importante para el desarrollo de esta parte del país (REGIÓN CARIBE), está como de espaldas al cuento regional.

¿Será que vamos a fallar?
¿Será que el centralismo se va a salir con la suya?
¿Es posible que, a pesar de los esfuerzos que estamos haciendo muchísimos caribeños, fallemos el 14 de marzo?

En el conversatorio de mañana 5, en el Teatro Amira de la Rosa, seguramente hablaremos del tema; pero, de verdad la preocupación es cierta.

Todavía nos faltan unos días -11-, pero hay que apurarse.

Mientras tanto, leamos un escrito de Weildler Guerra, que le apuesta a la REGIÓN CARIBE.
Este colega, en su correo firma: Wilder Guerra@gmail.com, como se dió cuenta que no le llegaba la información con ese nombre... Hasta con eso hay que estar pilas... Si le pones un nombre raro a tus hij@s, les complicas el ingreso a la web...

Luis Emilio Rada C

Pd:

El voto por la Región Caribe

Weildler Guerra Curvelo

Las cercanas elecciones del 14 de marzo encuentran a más de nueve millones de habitantes del Caribe colombiano con una agenda política propia. El tema del voto en favor de la creación de la Región Caribe debe ocupar un lugar prioritario dentro de dicha agenda pues es una aspiración histórica cuyos antecedentes pueden rastrearse por lo menos desde la creación de la Liga Costeña en 1919 durante el gobierno de Marco Fidel Suarez. Sin embargo, para alcanzar este logro colectivo no es suficiente la simpatía con la causa de la autonomía regional, se requiere la movilización efectiva y entusiasta de los ciudadanos de los ocho departamentos que conformarían esa entidad territorial.

¿Qué hace que estos departamentos tan diversos en lo étnico tengan una aspiración común en materia autonómica? En el Caribe Colombiano existen diversos componentes que explican su identificación como región tales como: proximidad geográfica, reconocimiento interno y externo como área distinta, características culturales o instituciones sociales específicas y evidencias de diversos procesos de integración en el pasado como el sistema integrado de planificación SIPUR creado por sus gobernadores en 1970. En medio de esa diversidad que congrega a criollos, descendientes de migrantes del Medio Oriente, afrocolombianos y diversos pueblos indígenas sus habitantes comparten nexos históricos y sus sentimientos de identidad son algunas veces reforzados por las actitudes de actores políticos o territoriales externos. El Caribe colombiano no es homogéneo en lo económico ni en la dinámica de sus relaciones con el centro del país y, como algunas regiones, puede componerse por un núcleo, una periferia y un sistema intrusivo.

La constitución de la Región Caribe a mediano plazo como entidad territorial debe buscar superar las inequidades y la fragilidad de las instituciones regionales a través de la condena social de la corrupción, del clientelismo armado y propiciar el mejoramiento de la calidad de la administración pública. Se deben fortalecer las entidades que promueven la integración regional como las redes de cooperación, solidaridad e intercambio, Telecaribe, y los centros de investigación como el Observatorio del Caribe Colombiano.

Un aspecto poco discutido en el marco de los frustrados proyectos legislativos de Ordenamiento Territorial es el de precisar el tipo de interlocución y articulación que existiría entre las regiones y las futuras Entidades Territoriales Indígenas. Para los Pueblos originarios no es un asunto secundario pues se trata de la relación entre distintos tipos de autonomías.

Faltan, desde luego, muchos obstáculos que superar desde lo jurídico y lo político. La voluntad del gobierno central de respaldar dicha propuesta no es evidente hasta hoy, ni ha existido el propósito de introducir una visión regional en el marco de sus políticas públicas. Adicionalmente, los grupos armados ilegales no han desaparecido del escenario regional y aun ejercen influencia en algunos entes territoriales y cometen actos de violencia contra la población civil. El riesgo más alto se encuentra, no obstante, en la apatía de los propios costeños e insulares pues desde el centro pueden esgrimir el estereotipo de la pereza como un argumento para explicar una baja votación.

Por ello los caribeños debemos movilizarnos el 14 de marzo y votar por la región con el entusiasmo de asistir a un evento festivo de la democracia. No olvidemos ni por un momento que la autonomía no es una dadiva que se otorga sino un derecho que se reconoce.

wilderguerra@gmail.com

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