El RADAR ECONÓMICO, está contando la historia… La historia económica mundial…
Este fin de semana, se rindió el Comité Monetario y Financiero Internacional, en Turquía…
Así es, aquí en Estambul, el Comité Monetario y Financiero Internacional el órgano que fija las políticas del Fondo Monetario Internacional, se comprometió a mantener las políticas de estímulo hasta que la recuperación esté garantizada y respaldó medidas para reformar la estructura de gobierno del FMI con el fin de ampliar la representación de los países de mercados emergentes y en desarrollo dinámicos.
Es más, afirmó que sus miembros están preparados para “reanimar el crédito, recobrar los empleos perdidos”.
El comité fue presidido por Youssef Boutros-Ghali, Ministro de Hacienda de Egipto, y dijo que están preparados para tomar las medidas adicionales necesarias para que también se recobren los empleos perdidos y corregir los reveses que sufrió la lucha contra la pobreza”.
Son 24, los miembros de ese grupo y recalcaron la necesidad de llevar a término sin demora las reformas acordadas del sector financiero y de la esfera regulatoria, e instaron al FMI a formular un mandato nuevo y más exhaustivo, que refleje el papel más preponderante que desempeña en la economía mundial.
Respaldo para los planes del G-20, el Comité Monetario y Financiero, que orienta las políticas de la organización que congrega a 186 países miembros, se reunió como parte de las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial que se están celebrando aquí en Turquía, que estamos cubriendo nosotros con el patrocinio de la Fundación Mario Santo Domingo, la Cámara de Comercio de Barranquilla, Gases del Caribe, Terpel, Argos S.A., el Departamento del Atlántico, a través de sus secretarías de Hacienda y de Desarrollo Económico, Serfinansa, el Distrito de Barranquilla y Promocentro.
Debemos recordar que estas reuniones del FMI y el BM, se están realizando, una vez concluyó la cumbre de líderes del Grupo de los Veinte (G-20), países de economías industrializadas y de mercados emergentes que se acaba de organizar en Pittsburgh el 25 de septiembre.
Y en ese momento les contamos, en el RADAR, que los dirigentes del G-20 brindaron respaldo político a un cambio de 5% como mínimo en la representación ante el FMI, a favor de los países de mercados emergentes y en desarrollo dinámicos. Asimismo, se comprometieron a mantener una firme respuesta mediante políticas para hacer frente a la crisis económica mundial. Una crisis que nos está golpeando a todos…
Inspirándose en las decisiones del Grupo de los Veinte, el Comité Monetario y Financiero Internacional llamó al FMI a que facilitara la evaluación mutua de los países que lo integran, analizando con criterios prospectivos si las políticas son colectivamente congruentes con trayectorias más sostenibles y equilibradas de la economía mundial.
Cuando le tocó su turno, el Director Gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo que las Reuniones Anuales constituyen una oportunidad única para definir el panorama mundial después de la crisis.
Propugnó su idea de que el FMI debería convertirse en un prestamista de última instancia a escala mundial; por ejemplo, creando un fondo de reservas para que los países no tengan que acumular reservas excesivas por su cuenta, o “autoasegurarse” frente a posibles crisis.
De acuerdo con el CMFI, el FMI debe considerar si hay necesidad de realzar los instrumentos de financiamiento y si existirían, en consecuencia, alternativas verosímiles al autoaseguro, rodeadas de salvaguardias adecuadas. “Asimismo, instamos al FMI a estudiar otras opciones de política para promover la estabilidad mundial a largo plazo y el funcionamiento adecuado del sistema monetario internacional”, dice su comunicado.
Reforma del cometido y la estructura de gobierno del FMI Boutros-Ghali dijo que el CMFI analizó la reforma del FMI, para que la institución se convierta en “un centro de intercambio de información sobre las políticas (económicas) mundiales.”
El FMI ha desempeñado un papel crucial en la lucha contra la crisis. Ahora la institución tiene que evolucionar de acuerdo con su nueva función, y para lograrlo habría que hacer lo siguiente:
Definir un nuevo cometido para el FMI, en el que esté codificada su función dentro de la economía mundial.
Avanzar en la reforma de su estructura de gobierno para reforzar la legitimidad y la eficacia de la institución.
El CMFI solicitó al FMI un examen que abarque la variedad completa de políticas macroeconómicas y del sector financiero que influyen en la estabilidad mundial, y que le presente un informe al respecto en las próximas Reuniones Anuales.
Haciéndose eco del G-20, el Comité afirmó que el FMI debe seguir siendo una organización basada en un régimen de cuotas que refleje el peso relativo de los países miembros en la economía mundial.
Reconoció que ese peso ha cambiado sustancialmente en los últimos años y avaló acordar para enero de 2011 un cambio de la representación a favor de los países de mercados emergentes y en desarrollo dinámicos. El G-20 propuso una redistribución de un 5% de los países sobrerrepresentados a los subrepresentados. Esto, sumado a la reforma de las cuotas acordada en 2008, llegará a representar una redistribución de las ponderaciones equivalente a un 7,7%, señaló Strauss-Kahn.
El RADAR ECONÓMICO está en Turquía…. Estamos en las Asambleas del FMI/BM… con el patrocinio de Terpel, Gases del Caribe, Argos S.A., la Fundación Mario Santo Domingo, el Departamento del Atlántico, a través de las secretarías de Hacienda y de Desarrollo Económico. Serfinansa, la Cámara de Comercio de Barranquilla, Promocentro y el Distrito de Barranquilla…
¿Cuáles son las perspectivas económicas Regionales…?
Ya se está hablando de las señales de reactivación del crecimiento económico de América Latina…
Es que hay motivos para hablar de un optimismo… Claro, un optimismo cauteloso, como dicen los que saben….
Ayer, Nicolás Eyzaguirre, quien fue ministro de hacienda de Chile y que ahora trabaja con el FMI, habló de las repercusiones que ha tenido la recesión en América Latina y el Caribe… y recalcó que esta vez la región estuvo mejor preparada gracias a los marcos de política más sólidos, como dicen ellos…
Nicolás Eyzaquirre, director del Departamento del Hemisferio Occidente del FMI, explicó que muchos países de América Latina están dando señales de que el crecimiento está reactivándose, después de los duros golpes asestados por la recesión mundial que produjeron reducciones de las exportaciones, las remesas de trabajadores y el turismo, además de un cambio de sentido de los flujos de capitales.
Dijo: “Es probable que el crecimiento de la región ya se habrá reanudado en el tercer trimestre de este año, y prevemos que repuntará moderadamente en 2010, en paralelo con la economía mundial”. Eyzaguirre en una conferencia de prensa realizada ayer domingo 4 de octubre durante las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial que se celebran en Estambul, Turquía.
El RADAR ECONÓMICO está en Turquía…. Estamos en las Asambleas del FMI/BM… con el patrocinio de Terpel, Gases del Caribe, Argos S.A., la Fundación Mario Santo Domingo, el Departamento del Atlántico, a través de las secretarías de Hacienda y de Desarrollo Económico. Serfinansa, la Cámara de Comercio de Barranquilla, Promocentro y el Distrito de Barranquilla…
En el caso de Estados Unidos, el FMI proyecta una recuperación muy gradual y prevé que el crecimiento seguirá siendo débil en los próximos años. Además, las condiciones de empleo probablemente empeorarán antes de que empiecen a mejorar.
La crisis financiera y la crisis de la vivienda infligieron daños que se han traducido en una pérdida permanente del producto potencial y en ingentes aumentos de los niveles de deuda en Estados Unidos; estos son legados negativos de la crisis que podrían perjudicar a América Latina y el Caribe.
REPERCUSIONES REGIONALES de la RECESIÓN MUNDIAL
Nicolás Eyzaguirre dijo que la recesión mundial ha tenido repercusiones importantes en la región de América Latina y el Caribe, debidas a la intensidad de los recientes shocks mundiales.
Al comienzo, la crisis mundial generó shocks de gran alcance que provocaron una reducción de las exportaciones, las remesas de trabajadores y las entradas del turismo; un aumento del costo del financiamiento externo, y un cambio de sentido de las entradas de capitales.
Por otro lado, la creciente incertidumbre hizo mella en la confianza, y el sector privado optó por postergar sus decisiones de gasto. Pero los análisis del FMI indican que la región estuvo mejor preparada que en el pasado para hacer frente a estos shocks, y que entró en el ciclo con posiciones fiscales y externas más holgadas, sistemas financieros mucho más resistentes y marcos de política más sólidos y creíbles.
“La preparación valió la pena. A diferencia de los anteriores episodios de tensión mundial, esta vez la región evitó crisis del sistema financiero y de la balanza de pagos.
Además, muchos países pudieron adoptar medidas de política activas para compensar parcialmente el impacto de los fuertes shocks externos en el producto”, explicó Eyzaguirre a los periodistas.
Aun así, en toda la región la demanda agregada se desaceleró o se contrajo, creando considerables brechas del producto y provocando un aumento del desempleo en varios países.
Pero en promedio los resultados han sido mejores que los registrados en muchos otros países de mercados emergentes este año. “Los países de América Latina que tienen los marcos de política más sólidos han tenido un desempeño mucho mejor que en el pasado. Según nuestras estimaciones, la pérdida del producto de estos países podría haber sido hasta un 4% más grande si no hubieran tomado las medidas que los han hecho más resistentes”, declaró Eyzaguirre al comienzo de la conferencia.
Eyzaguirre, ex ministro de Hacienda de Chile, expuso su informe en una conferencia llevada a cabo durante las Reuniones Anuales.
El FMI presentará la versión completa de Perspectivas económicas: Las Américas en Brasil el próximo 23 de octubre, fecha en que el estudio también será publicado en el sitio web del FMI, con presentaciones posteriores en Bolivia, Perú y otros países de la región.
OPTIMISMO CAUTELOSO
“Hay motivos para ver el futuro con un optimismo cauteloso. En primer lugar, los shocks externos negativos están disipándose.
En segundo lugar, muchos países de la región están dando señales de que el crecimiento está reactivándose. Es probable que el crecimiento de la región de América Latina ya se habrá reanudado en el tercer trimestre de este año, y prevemos que repuntará moderadamente en 2010, en paralelo con la economía mundial”, señaló Eyzaguirre.
Pero las perspectivas varían dentro de la región. El crecimiento debería intensificarse en algunos de los países más grandes, a medida que disminuyan los shocks financieros y de las exportaciones de las materias primas, y que las reservas preexistentes y las medidas de política excepcionales rindan fruto. Pero el camino hacia la recuperación tendrá más obstáculos en Centroamérica y el Caribe, que dependen más de la actividad económica en Estados Unidos. Como se prevé que el empleo y el consumo seguirán siendo débiles, los shocks de las remesas y el turismo aún están en evolución. Algunos países del Caribe soportan un presión particular, ya que el impacto de los shocks externos está agravado por factores de vulnerabilidad internos y por un escaso margen de maniobra de las políticas.
DESAFÍOS REGIONALES
Con este telón de fondo, el FMI distingue varios desafíos para las políticas de la región a corto plazo, pero igualmente con diferencias entre los países. En el caso de los países que estuvieron mejor preparados para hacer frente a los efectos de la crisis, y que han aplicado políticas monetarias y fiscales anticíclicas a lo largo del año, la decisión macroeconómica clave girará en torno al momento en que se retirarán las medidas de estímulo y la secuencia de ese proceso (la “estrategia de salida”).
Además, los bajos rendimientos del ahorro en las economías avanzadas pueden incitar una búsqueda de rendimientos en las economías emergentes que podría hacer que se reanuden las entradas de capitales, en cuyo caso el estímulo fiscal debería ser retirado antes del estímulo monetario.
En Centroamérica, y particularmente en el Caribe, los países aún no han sentido todo el efecto de los shocks externos, y muchos enfrentan más restricciones derivadas de desequilibrios preexistentes y de marcos de política menos flexibles.
La brusca contracción de la actividad económica y el comercio ha sido especialmente perjudicial para los ingresos fiscales, y los déficits fiscales y la deuda pública han aumentado de forma generalizada. Pero el margen de maniobra para proporcionar estímulo tiende a ser reducido, entre otras razones por las limitaciones de financiamiento.
En Centroamérica, los países deben evitar la prociclicidad y, al mismo tiempo, conservar una parte de las pocas reservas restantes para poder reaccionar si la recuperación mundial se estancara.
Los países del Caribe deben seguir centrando su atención en salvaguardar la estabilidad macroeconómica y reevaluar la composición del gasto, reformulando las prioridades para que dicho gasto amortigüe de la manera más eficaz posible el impacto de la crisis en los grupos más vulnerables.
Más allá de la recuperación a corto plazo, el FMI distingue tres ámbitos generales de desafíos para las políticas de la región a mediano plazo. Estos están vinculados a la necesidad de adaptarse a un nuevo entorno —los legados de la crisis antes descritos— y de avanzar más en la actual tarea de limitar los factores de vulnerabilidad, constituir reservas de protección y crear condiciones para un crecimiento más rápido.
Concretamente, entre las nuevas perspectivas a mediano plazo está la posibilidad de que las tasas de interés de la deuda pública se sitúen en niveles más altos que en el pasado, así como de un crecimiento más lento del producto y, por consiguiente, de los ingresos tributarios.
Los planes de la política fiscal tendrán que adaptarse a este entorno menos favorable.
Por otro lado, para prepararse mejor para los shocks del futuro, muchos países deberían pensar en elaborar marcos más robustos que los comprometan sistemáticamente a ahorrar durante los períodos de prosperidad, de tal manera que puedan soportar un debilitamiento de los saldos fiscales durante las etapas difíciles. Además, las políticas del sector financiero deberán reflejar las enseñanzas que dejó la crisis financiera en las economías avanzadas y deberán seguir subsanando las deficiencias que ya existían antes de la crisis.
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