miércoles, 23 de noviembre de 2022

COLLIER, AMYLKAR, PUMAREJO, por RICARDO PLATA CEPEDA

Las altas tarifas de energía de la región Caribe deben desaparecer.

Y es el gobierno colombiano el que debe solucionar ese problema para los costeños.

Vamos a leer a Ricardo Plata Cepeda, al referirse a ese tema.

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COLLIER, AMYLKAR, PUMAREJO

Amylkar, en ilustrado diálogo con Fernando Barrera, planteó varias iniciativas, entre ellas que los costos de restricción, en la tarifa, los asuman los responsables de los atrasos de los proyectos de generación o transmisión que den lugar a ellos; que los recursos de Fondenergía se focalicen en programas de formalización para reducir las pérdidas negras, con el apoyo de municipios y departamentos. Por Ricardo Plata Cepeda

Collier es inglés, nacido en Sheffield, capital del acero de la revolución industrial, profesor de economía en la escuela de gobierno de la Universidad de Oxford; Acosta, nacido en Monguí, La Guajira, es economista, fue senador y ministro de Minas y Energía; Pumarejo, nacido en Barranquilla, es administrador de sistemas de información y alcalde actual de su ciudad natal. Los tres estuvieron el viernes 11 de noviembre en Caribe Biz 2022, el gran foro anual que organiza la Cámara de Comercio de Barranquilla. Allí, a pesar de sus diferentes trayectorias, los tres coincidieron en que es el gobierno nacional, no los usuarios, quien debe y puede responsabilizarse económica, y normativamente, por la solución estructural de la insostenible situación para las familias y las empresas creada por el desmesurado incremento de las tarifas de energía en la región.

Amylkar, en ilustrado diálogo con Fernando Barrera, planteó varias iniciativas, entre ellas que los costos de restricción, en la tarifa, los asuman los responsables de los atrasos de los proyectos de generación o transmisión que den lugar a ellos; que los recursos de Fondenergía se focalicen en programas de formalización para reducir las pérdidas negras, con el apoyo de municipios y departamentos; que las reducciones resultantes se trasladen automáticamente a reducciones de tarifa; que se implemente un subsidio a la instalación de paneles solares en los techos de casas de estratos bajos, que podrían reducir hasta un 30% el consumo de la red y en esa proporción la cuenta de la luz; y que el Congreso incremente los kilovatios del consumo de subsistencia, vía presupuesto nacional, dado que lo que se reconoce actualmente no consulta la realidad de la región. Estos dos últimos, agregaría, deben ir aparejados con la instalación de medidores individuales.

Pumarejo, por esfuerzo propio vocero de la indignación regional con los incrementos de las tarifas, resaltó que el Caribe es, de lejos, la región pobre más grande del país. Recordó que los últimos gobiernos han embolatado a esta región inversiones críticas en infraestructura vial y fluvial, educación y salud, agregó las requeridas para nivelar al promedio nacional la calidad de infraestructura eléctrica en el Caribe, que estima en $6 billones, resultante de la subinversión tolerada durante una década.  Finalizó reclamando que todas ellas sumadas son mucho menores que las comprometidas por los mismos gobiernos sólo en los sistemas de transporte masivo y vías de Bogotá y Antioquia.

El profesor Collier celebró y refrendó las palabras del alcalde. Narró que en 1979, Sheffield, su ciudad, tenía un nivel de vida más alto que la Alemania del Este al caer el muro de Berlín. Con la reunificación el gobierno alemán invirtió hasta un 10% del PIB durante 30 años en su recuperación y reconstrucción. Hoy el ingreso per cápita del Este alemán supera el de Sheffield. Resulta claro para él que la equidad regional es una responsabilidad propia de un Estado nacional.

rsilver2@aol.com

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