Indudable, el Barrio Abajo es un tesoro. Y eso lo han valorado
muchos artistas internacionales, nacionales y locales.
Lo triste es que los mismos barranquilleros no le hemos dado ese
mismo valor.
¿Podemos entenderlo?
Claro que sí.
No todo mundo entiende el arte… Se necesita sensibilidad y otros elementos que muchos seres humanos no alcanzaron a acumular en sus almas…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
BARRANQUILLA. Muchas expectativas surgen con el documento que declara al sector como Bien de Interés Cultural.
Foto: Vanexa Romero/EL TIEMPO
Por: Wilhelm Garavito Maldonado
27 de junio 2021, 10:00 p. m.
Barrio Abajo significa Barranquilla en
estado puro. Así lo entiende cualquier hijo de esta tierra, al igual que el
visitante que logra comprender lo que hay entre esas calles y carreras donde se
gestó mucho de lo que hoy es el Carnaval.
Fue el primer palenque de la ciudad. Allí Esther Forero vivió la génesis de lo que más tarde se convirtió en la Guacherna. Gabriel García Márquez y Joe Arroyo fueron sus habitantes, y mucho hay por contar entre anécdotas de pintores, casonas de techos altos, ruedas de cumbia, campeones de boxeo, ídolos del béisbol, dulces hechos por negras y legendarios partidos de bola e’ trapo.
Tampoco hay que olvidar, que Henri
Charrière (Papillon), uno de los criminales más famosos del siglo XX, estuvo
preso en una cárcel de la zona.
El barrio que ahora es escenario del
Museo del Carnaval, La Ruta de la Marimonda y más maravillas que aumentan su
encanto, fue declarado oficialmente el viernes anterior como Bien de
Interés Cultural del Distrito de Barranquilla.
Con esta declaratoria, preservar el
nombre y el legado constituido por las familias tradicionales del sector ya es
misión del Distrito. También será clave el fomento de actividades de turismo
cultural que mejoren la calidad de vida de quienes habitan el espacio.
“El Concejo de Barranquilla acogió el plan que se formuló y se declara bien de interés cultural. Eso incluye sus tradiciones, sus calles, su riqueza arquitectónica, lo que lo hizo grande”, expuso el alcalde Jaime Pumarejo.
Por su parte, María Teresa Fernández,
secretaria de Cultura del Distrito, explicó que se trabaja “en la consolidación
del barrio como un museo a cielo abierto”.
La importancia
Es importante e igualmente bello que
con el tiempo nos preocupemos por cuidar y buscar entender nuestro
universo
El Barrio Abajo guarda expresiones
materiales e inmateriales barranquilleras y sus tradiciones están ligadas a la
evolución del Carnaval de Barranquilla.
Además, los registros que hacen referencia al Barrio Abajo permiten viajar hasta 1857, “cuando el Concejo Municipal demarca tres zonas: Barrio Abajo, Barrio Arriba del Río y el Centro; es aquí (en el Barrio Abajo) donde se hallan los más remotos rastros de la vida barranquillera, sus silenciados inicios”, afirmó el periodista e investigador Andrés Salcedo.
La iniciativa presentada por la
Alcaldía Distrital tuvo el aval y liderazgo del Consejo Distrital de Patrimonio
Cultural, al igual que Corconpa (Corporación para la conservación del
patrimonio del Barrio Abajo) y la facultad de Arquitectura de la Universidad
del Atlántico.
Con este documento, Barranquilla es la
única ciudad de Colombia con tres sectores declarados Bien de Interés Cultural,
los cuales son: Barrio Abajo, Centro Histórico y el conformado por El
Prado, Alto Prado y Bellavista.
En sus 82 hectáreas y 79
manzanas el Barrio Abajo siempre tendrá mucho por exhibir. Es un espejo
para comprender el pasado en presente.
"En cada mural, en la conformación de las agrupaciones relacionadas al Carnaval y hasta en la manera en la que se vive la cotidianidad el barrio tiene unas connotaciones que lo hacen distinto. Es importante e igualmente bello que con el tiempo nos preocupemos por cuidar y buscar entender nuestro universo", comentó a EL TIEMPO Angélica Herrera, maestra en danzas y habitante del sector.
Nitho Cecilio es uno de los artistas que trabaja al aire libre en el Barrio Abajo.
Otros componentes simbólicos
Entre sus edificaciones figuran la
estación Montoya y el antiguo edificio de La Aduana, estructuras con un estilo
arquitectónico anglosajón, las cuales construidas en los años de 1860 y
1921 respectivamente.
La primera sirvió para conectar la línea del Ferrocarril de Bolívar entre
Barranquilla y Puerto Colombia. La segunda fue sede de control para el flujo
mercantil, fijando a Barranquilla como un referente nacional en dicha época.
Esta arquitectura contrasta con la
doméstica, ámbito en el que impactan construcciones de tipo vernáculo, adaptado
a la región Caribe los techos altos, los cuales antiguamente fueron de paja, y
de tejas, contando con pendientes pronunciadas para no conservar calor.
La llegada familias extranjeras a la
urbe, las cuales marcaron las dinámicas de la sociedad, condujo a que la clase
obrera viera a Barranquilla como lugar ideal para emplearse, principalmente
durante las primeras décadas del siglo XX.
El Barrio Abajo vivió entonces la
influencia de todas las prácticas cotidianas que se marcaban con el ritmo de la
industria y el comercio.
El sector es sin duda una fuente
valiosa de la oralidad, teniendo en cuenta el flujo de grupos humanos desde sus
comienzos.
WILHELM GARAVITO MALDONADO
EL TIEMPO
BARRANQUILLA
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